PARÍS.- El gobierno de Estados Unidos anunció este martes que se retirará de nuevo de la Unesco, la agencia educativa, científica y cultural de la ONU, debido a lo que Washington considera un sesgo contra Israel, apenas dos años después de haberse reincorporado.
“La permanencia en la Unesco no forma parte del interés nacional de Estados Unidos”, dijo Anna Kelly, vocera del Departamento de Estado.
“El presidente Trump decidió retirar a Estados Unidos de la Unesco, que apoya causas culturales y sociales divisivas y progresistas, que están totalmente fuera de sintonía con las políticas de sentido común por las que los estadounidenses votaron en noviembre”, agregó Kelly, al New York Post. Además afirmó que la organización tiene tendencias antiestadounidenses y una agenda “woke” que incluye sesgos pro-palestinos y pro-chinos.
La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, describió a la Unesco como una entidad que “promueve causas sociales y culturales divisivas” y que se centra excesivamente en los objetivos de sostenibilidad de la ONU, los cuales calificó como una “agenda ideológica globalista”.
Bruce también cuestionó que la Unesco haya admitido a Palestina como un Estado. “La decisión de la Unesco de admitir al ‘Estado de Palestina’ como miembro pleno es altamente problemática, contraria a la política de Estados Unidos y contribuyó a la proliferación de retórica antiisraelí dentro de la organización”, dijo la vocera. “La participación de Estados Unidos en organizaciones internacionales está sujeta a que hagan al país más seguro, más fuerte y más próspero”, escribió Bruce en X.
La decisión no sorprendió a los funcionarios de la Unesco, quienes habían anticipado tal medida tras la revisión específica ordenada por el gobierno de Trump a principios de este año. También esperaban que Trump se retirara nuevamente, ya que el regreso de Estados Unidos en 2023 había sido promovido por un rival político, el expresidente Joe Biden. El exmandatario demócrata también había revertido la decisión de Trump de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Acuerdo de París de cambio climático.
“Lamento profundamente la decisión del presidente Donald Trump de retirar de nuevo a los Estados Unidos de América de la Unesco”, declaró la directora general de la organización, Audrey Azoulay. “Aunque es de lamentar, este anuncio ya se esperaba, y la Unesco se ha preparado para ello”, agregó.
Responsables de la Unesco afirmaron que la agencia ya dependía mucho menos de Estados Unidos que en el pasado, pero que el traslado afectaría de todos modos a la agencia algunas repercusiones limitadas en los programas que Estados Unidos financiaba.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel elogió la decisión de Estados Unidos de abandonar la agencia cultural y educativa de la ONU y agradeció a Washington por su “apoyo moral y liderazgo”. “Este es un paso necesario, diseñado para promover la justicia y el derecho de Israel a un trato justo en el sistema de la ONU, un derecho que a menudo fue pisoteado debido a la politización en este ámbito”, publicó Gideon Saar en X.
Esta será la tercera vez que Estados Unidos abandona la Unesco, que tiene su sede en París, y la segunda vez durante un gobierno de Trump.
Trump ya se había retirado durante su primer mandato y Estados Unidos regresó después de una ausencia de cinco años cuando el gobierno de Biden solicitó reincorporarse a la organización. La nueva decisión entrará en vigor a finales de diciembre de 2026.
El gobierno de Trump anunció en 2017 que Estados Unidos se retiraría de la Unesco, también citando un sesgo contra Israel.
Estados Unidos e Israel dejaron de financiar a la Unesco después de que votara para incluir a Palestina como estado miembro en 2011.
Estados Unidos se retiró previamente de la Unesco bajo el gobierno del republicano Ronald Reagan en 1984 porque consideraba que la agencia estaba mal gestionada, era corrupta y se utilizaba para promover los intereses de la Unión Soviética. Se reincorporó en 2003 durante la presidencia de George W. Bush.
La Unesco describe su misión como la promoción de la educación, la cooperación científica y la comprensión cultural. Supervisa una lista de sitios del patrimonio que tiene como objetivo preservar joyas únicas ambientales y arquitectónicas, que van desde la Gran Barrera de Coral en Australia y el Serengeti en Tanzania hasta la Acrópolis de Atenas y las Pirámides de Egipto.
Agencias AP y AFP