Sobre la base de un aumento del consumo y la inversión, el producto bruto interno (PBI) de la Argentina creció 3,3% en el tercer trimestre del año respecto de igual período de 2024. En la comparación con los tres meses previos, tuvo un avance más modesto, con un alza de 0,3%.
El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en su Informe de Avance del Nivel de Actividad. “Entre los componentes de la demanda, el mayor aumento se observó en la Formación bruta de capital fijo, con 10,3% interanual”, indicó el organismo.
El incremento de la formación bruta de capital fijo –inversión– se explica por el aumento de 2,3% de la inversión en construcciones, el descenso de 9,4% de otras construcciones, el aumento de 13,8% en maquinaria y equipo y el crecimiento de 27,7% en equipo de transporte. “Dentro de maquinaria y equipo, el componente nacional descendió 6,6% y el componente importado creció 28,9%. En equipo de transporte, el componente nacional cayó 9,2% y el importado tuvo una variación de 164,9%”, se detalló.
Por el lado de los sectores de actividad que traccionaron el dato interanual, se destacaron los incrementos en Intermediación financiera (28,4% ia), Explotación de minas y canteras (10,3% ia) y Hoteles y restaurantes (7,1% ia).
En lo que respecta a la medición intertrimestral desestancionalizada, el Indec informó que el crecimiento de 0,3% se explica, por el lado de la demanda, por un aumento de las exportaciones (6,4%), el consumo privado (0,2%) y el consumo público (0,5%). En contraste con lo que se dio en la comparación interanual, la formación bruta de capital fijo tuvo una caída de 6%.
El economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, comentó que el dato del tercer trimestre confirmó lo que había anticipado el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), es decir, que ese período no había sido tan malo como se proyectaba previamente. “No fue una cifra buena, pero uno imaginaba que podía ser peor”, insistió.
Al analizar a nivel sectorial el resultado intertrimestral desestacionalizado, Tiscornia señaló que hubo, por un lado, una caída muy fuerte de la inversión, y por el otro, un aumento muy fuerte de las exportaciones. “Lo de las exportaciones se explica por la reducción temporaria de las retenciones al agro”, afirmó el economista. Y agregó: “El consumo, tanto privado como público, creció muy poco, en un contexto de un dato global muy modesto”.
En tanto, Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra, opinó que lo que se está viendo en en líneas generales es un estancamiento de la economía. “En términos de actividad se observa lo mismo que venimos hablando, es se llevó un techo de actividad en el primer trimestre y de ahí en más se amesetó”, destacó.
Para Sigaut Gravina, lo que más llama la atención en la comparación entre el segundo y el tercer trimestre es la caída de la inversión, que en el primer caso fue de 1,6% y en el segundo fue de 6%. “Eso es consecuencia de la incertidumbre que hubo en ese período, con suba de tasas, inestabilidad cambiaria y toda la turbulencia preeleccionaria”, indicó el economista.
Más allá del hecho de que finalmente el tercer trimestre resultó un poco mejor de lo que se esperaba, Sigaut Gravina destacó como dato positivo el dato de exportaciones. “Venían de de caer al 20% o más en los dos trimestres anteriores, y en este crecieron fuerte al 6,4%”, subrayó.
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