El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo hoy que los vencimientos de deuda de enero, que ascienden a US$4300 millones, “no son un problema” y que el Gobierno ya cuenta con cerca de la mitad de los fondos gracias a la emisión del Bonar 2029 y a las compras que viene realizando el Tesoro.
La Argentina enfrenta vencimientos de capital de Bonares (ley local) y Globales (se rigen por ley extranjera) por aproximadamente US$2700 millones, a los que se suman otros US$1600 millones en concepto de intereses.
“Antes de las elecciones legislativas estábamos hablando con Estados Unidos e incluso con otros dos países para conseguir los fondos, pero, poselecciones, el Tesoro ha venido comprando dólares y tenemos casi US$1000 millones y también casi US$1000 millones de la colocación de bonos”, aseguró Caputo en una entrevista con el streaming La Casa.
Por otro lado, señaló que los bancos ofrecieron US$7000 millones vía un repo y que también están los dos swaps con China y con los Estados Unidos, por lo que se pueden obtener los dólares por ese lado. “Los vencimientos no son un problema. Incluso podría haber un refinanciamiento”, auguró.
Más allá de eso, dijo que su idea es ir eliminando la dependencia de Wall Street. “La Argentina tiene 25 puntos de deuda respecto de su PBI: 13 son en pesos y 12 en dólares y, a precio de mercado, 10. De esos 10 puntos, Wall Street llega a 4 o 5 puntos. Ningún país depende tanto de Wall Street. Cada vez que se abre una ventana para salir a buscar financiamiento, todos van ahí, pero nosotros buscamos recomponer el mercado de capitales local”, afirmó.
En este sentido, indicó que el Fondo de Asistencia Laboral (FAL) incluido en la reforma laboral va a alimentar el nuevo mercado de capitales con US$4000 millones al año y que también puede haber aportes si sale la ley de inocencia fiscal.
“Todo eso va a hacer que se desarrolle el mercado de capitales. Hoy la gente aún tiene los dólares en su casa, con el riesgo de que se los roben, cuando podría tenerlos en el banco ganando plata y los bancos podrían estar prestando. Hoy está en manos de los argentinos que el país crezca”, apuntó.
Por último, consultado acerca de qué podría hacerse para que bajen las tasas, dijo que del lado del Gobierno está bajar la inflación. “Después está el ejercicio de los bancos. En la medida en que puedan captar más préstamos, habrá más presión para poner un departamento de crédito”, cerró.
El ministro también defendió los cambios en el esquema de bandas, que ahora se ajustarán por inflación, y dijo que el Gobierno viene comprando dólares, pero no podía acumularlos porque tenía que pagar los vencimientos de deuda cash.
También rebatió a los economistas que decían que esto se debería haber hecho antes, al señalar que, si el Gobierno se ponía a comprar dólares en la previa de las elecciones, con la presión dolarizadora que había, la cotización podría haber llegado a $2000 o $3000.
Por último, dijo que el ajuste no implica una devaluación porque el dólar flota.