Se aceleraron las exportaciones y en junio llegarían US$3500 millones, el segundo registro de la historia para el mes

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Los gráficos desde los primeros días de este nuevo mes, con un volumen diario de exportaciones en torno a las 500.000 toneladas de soja, anticipan y marcan que junio podría marcar otro gran momento en materia de ingreso de dólares por exportaciones agroindustriales. Este escenario genera en el Gobierno grandes expectativas por una fuerte entrada de divisas. Con el 30 de junio como fecha límite para el régimen transitorio de retenciones reducidas a la soja, el maíz, el girasol y el sorgo, ya que el trigo y la cebada seguirán con sus tasas actuales, los productores agropecuarios se volcaron masivamente a vender sus granos. Y las consecuencias no se hacen esperar: las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) se aceleraron y, según estimaciones privadas, la liquidación de divisas podría alcanzar los US$3500 millones, cifra muy superior a la lograda en mayo, de US$3054 millones. El posible ingreso sería el segundo en importancia para este mes en toda la historia, luego de los US$3815 millones de junio de 2022.

El mes pasado, como se dijo, la liquidación de divisas de la agroexportación fue de U$S3054 millones, un 17% más en relación al mismo periodo de 2024 y un incremento del 21% en comparación a abril último. En el acumulado anual, comparado al 2024, representó un incremento entre enero y mayo de 2025 del 29%, con US$11.713.207.988, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

“El productor está vendiendo principalmente porque vencen créditos comerciales y bancarios importantes, y necesita liquidez. A eso se suma el posible aumento de retenciones del 26,5% actual al 33% a partir de julio”, explicó Romano Paulo Whitaker – Reuters

“El productor está vendiendo por varios motivos, pero principalmente porque vencen créditos comerciales y bancarios importantes, y necesita liquidez. A eso se suma el posible aumento de retenciones del 26,5% actual al 33% a partir de julio”, explicó a LA NACION Dante Romano, investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

“Una vez que estemos cerca del 30 de junio es posible que la exportación presente DJVE para congelar los derechos de exportación al 26,5%, pero no por toda la necesidad hasta fin de año”, agregó Romano. Las presentaciones se concentran en soja y maíz, pero especialmente en la oleaginosa, que se encuentra en un momento de presión comercial. El problema es que a los 15 días de presentada la misma hay que ingresar la divisa, y para mantener el dinero inmovilizado es necesario usar títulos públicos.

D’Angelo dijo que estos días se vio una mayor presentación de declaraciones juradas por parte de los exportadores y que es muy probable que así sigaMarcelo Manera – LA NACION

Lorena D’Angelo, analista de mercados de AZ Group, coincidió y dijo que estos días se vio una mayor presentación de declaraciones juradas por parte de los exportadores y que es muy probable que así siga. Esto se da por negocios que se hacen y adelantan, porque de esa forma aseguran un DEX más bajo. También los productores aprovechan el contexto para vender, principalmente soja. En estos días se reactivó un poco el maíz a partir de los precios que se pagan sobre paridad desde el exportador para originar estos granos, según dijo.

El movimiento también responde a cuestiones financieras. “Además de nuevas ventas, vencen muchas fijaciones de negocios previos. Todo esto puede llevar a una liquidación cercana a los US$3500 millones en junio. No mucho más, porque los precios internacionales no acompañan y no repuntan para mejorar este contexto”, añadió D’Angelo.

Preciado Patiño confirmó una aceleración de las ventas primarias de soja y remarcó la doble velocidad del mercado: “Las ventas internas se apuran por la amenaza de que las retenciones vuelvan al 33%. Pero las exportaciones dependen de la dinámica de la demanda internacional”

En esa línea, según Romano, si en junio se comercializaran unos cinco millones de toneladas de soja y tres millones más entre julio y agosto, y se considera un precio FOB promedio de US$400, podrían ingresar US$3200 millones por soja. A esto se sumarían US$1500 millones del maíz, lo que alcanzaría un potencial de US$4700 millones en total en apenas tres meses.

Sin embargo, esta aceleración tiene límites. “Las empresas multinacionales no pueden comprar ilimitadamente porque tienen un tope de riesgo y deben usar instrumentos financieros para inmovilizar divisas. Además hay un límite de crédito que otorgan a los productores. Por eso, los DJVE cubrirán julio y algo de agosto, pero no mucho más”, advirtió Romano.

Por su parte, el consultor y exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, confirmó una aceleración de las ventas primarias de soja y remarcó la doble velocidad del mercado: “Las ventas internas se apuran por la amenaza de que las retenciones vuelvan al 33%. Pero las exportaciones dependen de la dinámica de la demanda internacional”.

Según el consultor, el posible aumento de retenciones de siete puntos implicaría una pérdida de aproximadamente $40.000 por tonelada de soja para el productor, lo cual genera un incentivo adicional para adelantar operaciones antes del 30 de junio. En el plano internacional se observa una mejora en la demanda de aceite de soja, lo cual se refleja en la anotación de nuevos negocios. “La diferencia entre el aceite y la harina es que las exportaciones anotadas de esta última, si bien avanzan con el promedio, se ubican por debajo de la pasada campaña 2023/24, mientras que en el aceite se mantiene la paridad”, dijo Preciado Patiño.

Para Preciado Patiño, «la diferencia entre el aceite y la harina es que las exportaciones anotadas de esta última, si bien avanzan con el promedio, se ubican por debajo de la pasada campaña 2023/24, mientras que en el aceite se mantiene la paridad”

En tanto que en maíz los negocios de exportación siguen la misma tendencia del promedio de los últimos años, con una proyección de exportaciones para toda la campaña en el rango de 36 a 38 millones de toneladas.

Preciado Patiño tuvo más cautela a la hora de hacer estimaciones con los números y estimó que las exportaciones de granos y subproductos de junio podrían alcanzar los US$2800 a US$3000 millones, aunque aclaró que “esto no necesariamente implica un correlato en la liquidación de dólares, dado por un lado en el desfasaje entre anotación de las operaciones e ingreso al MULC y por el otro de las necesidades que divisas que tengan los exportadores para comprar el grano”.

Se prevé un mayor arribo de granos a las terminalesMarcelo Manera – LA NACION

En cuanto al futuro inmediato, la incógnita sigue siendo si el Gobierno, finalmente, restablecerá los derechos de exportación al 33% o prorrogará el régimen actual. “Todavía tengo la esperanza de que no lo hagan [retrotraer las antiguas alícuotas]”, dijo D’Angelo, aunque admitió que todo dependerá de cómo evolucionen los indicadores macroeconómicos.

En ese sentido, para Preciado Paiño es “factible” que para el 30 de junio próximo o bien en la Exposición Rural de Palermo, el Gobierno anuncie que sigue la baja de retenciones para la soja y el maíz, “dado que se podría afectar la liquidación y por otra parte el retorno al 33% generaría un gran malestar en el sector productivo”.

Mientras tanto, el campo se mueve con velocidad para anticiparse a una posible suba impositiva. Y el mercado, expectante, sigue de cerca cada DJVE que se presenta, porque, si las proyecciones se confirman, el actual podría convertirse en otro gran mes para el ingreso de divisas por exportaciones agroindustriales.