El supertifón Fung-wong azota Filipinas con ráfagas de casi 200 km por hora: un millón de evacuados

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MANILA, Filipinas.-El supertifón Fung-wong tocó tierra en Filipinas este domingo, dejando dos víctimas mortales y un millón de personas evacuadas ante la llegada de una de las tormentas más potentes del país este año.

Un vehículo pasa a gran velocidad junto a postes eléctricos dañados a lo largo de una autopista en Polangui, provincia de Albay, al sur de Manila, el 9 de noviembre de 2025, tras el impacto del supertifón Fung-wong.
El supertifón Fung-wong golpeó la costa oriental de Filipinas el 9 de noviembre, informó el servicio meteorológico nacional, después de haber dejado al menos dos muertos y obligado a más de un millón de personas a evacuar
CHARISM SAYAT – AFP

La tormenta cruzó el norte de Luzón, la isla más poblada del archipiélago, según informó el servicio meteorológico PAGASA, con lluvias torrenciales, vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 230 km/h.

Era la tormenta número 21 que azota este año a un país que apenas se recupera del tifón Kalmaegi, que dejó 224 muertos en Filipinas y cinco en Vietnam.

Foto entregada por el Departamento de Comunicaciones del Palacio de Malacanang que muestra viviendas dañadas cerca del puente Mananga en Talisay, provincia de Cebu, Filipinas, el 7 de noviembre del 2025, luego del paso del tifón Kalmaegi. (Departamento de Comunicaciones del Palacio de Malacanang via AP)Malacanang Presidential Communications Office

“Escuchamos en las noticias que el tifón era muy fuerte, así que evacuamos con anticipación”, dijo Christopher Sánchez, de 50 años, quien acampó con su familia en una cancha de baloncesto en la provincia de Isabela, en Luzón.

Debido a las inundaciones previas, la familia subió sus pertenencias al techo antes de partir.

“Tenemos miedo. Estamos aquí con nuestros nietos y nuestros hijos”, dijo en el estadio deportivo, salpicado de tiendas de campaña, ancianos en sillas de plástico y niños jugando.

Luzón y la isla de Visayas Orientales fueron las más afectadas por el embate inicial de la tormenta.

Una persona se ahogó y otra quedó atrapada bajo los escombros, informaron las autoridades.

Se esperaba que la tormenta se debilitara al adentrarse en tierra firme.

El Papa León XIII ofreció oraciones por la nación, de mayoría católica.

“Estoy cerca del pueblo de Filipinas afectado por este violento tifón. Oro por los fallecidos y sus familias, por los heridos y los desplazados”, dijo el domingo.

En la provincia de Aurora, en la isla de Luzón, donde tocó tierra la tormenta, se cortó la luz, pero las líneas telefónicas seguían funcionando, informó Cheng Quizon, funcionario de defensa civil.

El supertifón Fung-wong golpeó la costa oriental de Filipinas el 9 de noviembre, informó el servicio meteorológico nacional, después de haber dejado al menos dos muertos y obligado a más de un millón de personas a evacuarCHARISM SAYAT – AFP

Varios aeropuertos cerraron, entre ellos Sangley, cerca de la capital, Manila, y Bicol, al sur.

Según PAGASA, se espera que Fung-wong se dirija al norte de Filipinas y llegue a aguas costeras el lunes por la mañana mientras siga siendo un tifón, antes de dirigirse hacia el mar y debilitarse al llegar al oeste de Taiwán el jueves

Fung-wong, que podría cubrir dos tercios del archipiélago del sudeste asiático con sus bandas nubosas de 1600 kilómetros de diámetro, se acercó desde el Pacífico mientras Filipinas aún lidiaba con la devastación causada por el tifón Kalmaegi que luego golpeó Vietnam.

Previo a que tocara tierra, el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., había declarado estado de emergencia debido a la extensa devastación causada por Kalmaegi y la calamidad prevista por Fung-wong, que se llama Uwan en Filipinas.

Fung-wong había sido avistado por meteorólogos gubernamentales antes del mediodía del domingo sobre aguas costeras cerca del pueblo de Pandan en la provincia oriental de Catanduanes, donde las lluvias torrenciales y la niebla oscurecieron la visibilidad.

Los ciclones tropicales con vientos sostenidos de 185 km/h (115 mph) o más se categorizan en Filipinas como un supertifón, una designación adoptada hace años para subrayar la urgencia vinculada a tales perturbaciones climáticas extremas.

Un hombre observa una zona residencial afectada por un deslizamiento de tierra en la localidad de Guinobatan, provincia de Albay, al sur de Manila, el 9 de noviembre de 2025, tras las intensas lluvias provocadas por el supertifón Fung-wongCHARISM SAYAT – AFP

“La lluvia y el viento eran tan fuertes que había casi cero visibilidad”, decía por teléfono Roberto Monterola, un funcionario de emergencias de Catanduanes, esta mañana.

Pero a pesar de los llamados para que los residentes evacuaran las áreas propensas a desastres el sábado, algunos se quedaron.

“Nuestro personal rescató a 14 personas que estaban atrapadas en el tejado de una casa inundada en un vecindario bajo”, dijo Monterola.

“Un padre también llamó en pánico, diciendo que el tejado de su casa estaba a punto de ser arrancado por el viento. Los salvamos a él y a cuatro familiares”.

Más de un millón de personas fueron evacuadas de aldeas de alto riesgo en las provincias del noreste, incluyendo Bicol, una región costera vulnerable a los ciclones del Pacífico y a los flujos de lodo del Mayón, uno de los volcanes más activos del país.

El secretario de Defensa filipino, Gilberto Teodoro Jr., quien supervisa las agencias de respuesta a desastres y el ejército, advirtió sobre el impacto potencialmente catastrófico de Fung-wong en declaraciones televisadas el sábado.

Teodoro pidió a la gente que siguiera las órdenes de los funcionarios de alejarse inmediatamente de aldeas y pueblos propensos a inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y marejadas costeras.

“Necesitamos hacer esto porque cuando ya está lloviendo o el tifón ha golpeado y las inundaciones han comenzado, es difícil rescatar a las personas”, decía Teodoro.

Filipinas no ha solicitado ayuda internacional tras la devastación causada por Kalmaegi, pero Teodoro dijo que Estados Unidos, el aliado de tratado de larga data del país, y Japón estaban listos para brindar asistencia.

A medida que Fung-wong se acercaba con su amplia banda de viento y lluvia, varias ciudades y aldeas del este del país habían perido el suministro eléctrico.

Las autoridades en las provincias del norte que prevían ser azotadas o rozadas por Fung-wong declararon preventivamente el cierre de escuelas y la mayoría de las oficinas gubernamentales para el lunes y martes.

Al menos 325 vuelos nacionales y 61 internacionales fueron cancelados durante el fin de semana y hasta el lunes, y más de 6600 pasajeros y trabajadores de carga quedaron varados en al menos 109 puertos marítimos, donde la guardia costera prohibió a los barcos aventurarse en los mares cada vez más agitados.

Filipinas es azotada por alrededor de 20 tifones y tormentas cada año. El país también registra terremotos con frecuencia y tiene más de una docena de volcanes activos, lo que lo convierte en uno de los países más propensos a desastres naturales.

Agencias AP y Reuters