BRASILIA.- Un panel de cinco miembros de la Corte Suprema de Brasil formó mayoría este jueves para condenar al expresidente Jair Bolsonaro por intento de golpe y formar parte de una organización criminal armada. La jueza Carmen Lucia votó a favor de condenar al líder de ultraderecha, poniéndose del lado de los jueces Alexandre de Moraes y Flavio Dino, en el juicio sobre un supuesto plan de golpe de Estado.
“La ley debe ser aplicada igualmente para todos”, dijo la jueza Lucia al exponer su voto, destacando la importancia de este juicio para Brasil.
El líder de extrema derecha, de 70 años, enfrenta penas de hasta más de 40 años de prisión en el proceso en el que se lo acusa de haber encabezado una organización criminal armada para aferrarse al poder tras perder las elecciones de 2022 frente a su rival Luiz Inácio Lula da Silva.
“La Fiscalía aportó pruebas concluyentes de que un grupo liderado por Jair Messias Bolsonaro, compuesto por figuras clave del gobierno, las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia, desarrolló e implementó un plan progresivo y sistemático para atacar las instituciones democráticas con el fin de obstaculizar la legítima alternancia en el poder en las elecciones de 2022 y socavar el libre ejercicio de los demás poderes constitucionales, especialmente el Judicial”, dijo la jueza Lucia.
El núcleo de las acusaciones formuladas estaba centrado en un intento de golpe de Estado y el intento de abolir el Estado democrático de derecho, señaló. “Los hechos descritos en la acusación no han sido negados en su esencia”, dijo Carmen. Y agregó: “No hay inmunidad absoluta contra el virus del autoritarismo, que se infiltra insidiosamente, destilando su veneno, contaminando la libertad y los derechos humanos”.
La sentencia se debía decidir por votación de cinco jueces: dos ya se habían pronunciado a favor de una condena y un tercero, Luiz Fux, optó el miércoles por la absolución y advirtió contra un juicio “político” a Bolsonaro. Se necesitaba una mayoría simple de tres votos para un veredicto. Aún queda pendiente la decisión del juez Cristiano Zanin.
Con la mayoría ya asegurada, los magistrados deben ahora continuar el debate para fijar las penas, que se graduarán según el grado de participación de cada acusado en los hechos delictivos.
Bolsonaro, un excapitán del Ejército en arresto domiciliario desde agosto, no participó en las audiencias en el tribunal en Brasilia al alegar problemas de salud, mientras su defensa pedía su absolución “imperiosa”.
De remera verde y pantalón negro, Bolsonaro se hallaba este jueves junto a su cuñado Eduardo Torres en el patio frente a su casa en Brasilia antes del inicio de la sesión.
Tras obtener autorización judicial, el expresidente tiene previsto someterse a un procedimiento médico menor en un hospital de la capital el domingo, cuando ya podría ser objeto de una condena.
El exmandatario, que gobernó Brasil desde 2019 a 2022, está acusado junto a otros siete excolaboradores, entre quienes se encuentra el exministro de Defensa Paulo Sergio Nogueira o el extitular de Justicia Anderson Torres, de haber conspirado durante meses para dar un golpe de Estado.
La trama golpista, que habría incluido un plan para asesinar a Lula, no se habría ejecutado por falta de apoyo de la cúpula militar.
“Brasil casi volvió a una dictadura“, dijo el juez relator del caso, Alexandre de Moraes, blanco también del presunto plan de asesinato. Moraes votó por una condena, así como el juez Flávio Dino, exministro de Lula.
Dino advirtió además que los crímenes juzgados no eran susceptibles de una amnistía, en momentos en que el bolsonarismo empujaba por un perdón legislativo a su líder si resultaba condenado.
A contracorriente de sus colegas, Fux estimó que el tribunal no era competente para juzgar a un expresidente y adujo una falta de pruebas para condenar a Bolsonaro.
“Este voto no va a interferir en el resultado final, pero va a interferir en la historia“, dijo el diputado bolsonarista Luiz Lima, para quien hay una “presión enorme” para incluir el proyecto de amnistía en la agenda del Congreso.
La sociedad brasileña, polarizada, se mostró dividida entre quienes consideraban el juicio un ejercicio de defensa de la democracia y quienes aducían motivaciones partidistas.
“Este juicio es injusto, no siguió el ritmo normal. Es más político que jurídico“, dijo a la AFP Germano Cavalcante, un ingeniero civil, de 60 años. Ana Karla Oliveira, una analista de sistemas, de 21 años, disintió. Bolsonaro “debe ser responsabilizado por tentativa de golpe”. “Trajo al país una nueva era de conservadurismo de una forma muy violenta”, estimó.
Los brasileños votarán en las presidenciales de 2026. Mientras Lula, de 79 años, cuenta con presentarse a la reelección, una condena a Bolsonaro precipitaría la carrera en la derecha para sucederlo.
Hasta ahora, pese a estar inhabilitado políticamente, el expresidente ha afirmado su intención de volver a presentarse en los comicios.
El juicio se desarrolló en medio de presiones sobre Brasil del presidente estadounidense Donald Trump, que aplicó aranceles punitivos a productos brasileños bajo el argumento de que existe una “caza de brujas” contra su aliado Bolsonaro.
Agencias AFP y AP