BRUSELAS.– Agricultores de toda Europa comenzaron a llegar este miércoles a Bruselas y otras capitales europeas para protestar en contra del acuerdo comercial transatlántico entre el Mercosur y la Unión Europea, que se acerca a una etapa crucial.
De gira por Brasil, la titular del ejecutivo europeo, Ursula von der Leyen, quiere firmar el acuerdo el sábado ese una reunión del Mercosur en ese país, pero para ello necesita primero el visto bueno del Consejo de la UE.
Sin embargo, países como Francia e Italia -principales opositores al acuerdo- alegan que es prematuro pronunciarse esta semana, ya que el borrador del texto aún no reúne las condiciones para proteger a sus agricultores.
“Sería prematuro firmar el acuerdo en los próximos días”, declaró este miércoles la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en un discurso al Parlamento, sumándose así a las reservas expresadas por Emmanuel Macron.
El presidente francés consideró que el acuerdo “no cumple actualmente los requisitos para proteger a los agricultores franceses”. Su gobierno pidió el domingo pasado que la votación en el Consejo Europeo se aplace hasta 2026, con el objetivo de asegurar la inclusión de las salvaguardas reclamadas por París.
Pero desde Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que había llamado a Macron y a Meloni a asumir “sus responsabilidades”, lanzó una especie de ultimátum a los europeos.
“Si no lo hacemos ahora, Brasil no hará ningún otro acuerdo mientras yo sea presidente”, sostuvo durante una reunión ministerial en Brasilia. “Si dicen que no, vamos a ser duros de aquí en adelante con ellos”, agregó.
El pacto UE-Mercosur, negociado desde 1999, crearía la mayor zona de libre comercio del mundo y permitiría a la UE exportar más vehículos, maquinaria, vinos y bebidas alcohólicas a América Latina. Pero al mismo tiempo, facilitaría la entrada de carne, azúcar, arroz, miel y soja latinoamericanos a Europa.
Los agricultores de Francia encabezan las protestas, y esta semana se manifestaron en todo el país con tractores pesados con los que construyeron barricadas improvisadas y bloquearon carreteras, métodos que ya en otras oportunidades probaron ser eficientes para presionar al gobierno francés y obtener concesiones.
El borrador del tratado de libre comercio entre la UE y los cinco países activos del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia) prevé eliminar progresivamente los aranceles sobre casi todos los bienes comercializados entre los dos bloques durante los próximos 15 años.
El acuerdo ha estado en negociación durante 25 años, y una vez ratificado cubrirá un mercado de 780 millones de personas y una cuarta parte del PBI mundial.
Este miércoles los legisladores de la UE dieron un paso adelante hacia el acuerdo al votar a favor de añadir nuevas salvaguardas además de aprobar concesiones a los agricultores hechas por la Comisión Europea. De todas maneras es probable que la firma se retrase porque tres demandas clave de los franceses aún no se han cumplido.
En Francia, una potencia agrícola, las preocupaciones de los agricultores sobre el tratado comercial del Mercosur se combinan con la ira por las medidas sanitarias del gobierno contra la propagación de una enfermedad bovina, creando un cóctel volátil de descontento rural y protestas crecientes.
Hablando este miércoles con la agencia AP desde un bloqueo de tractores en una autopista que conduce a París, el agricultor Loic Rivière dijo que estaba luchando por su ambición de establecer su propia granja de cereales o verduras.
“Queremos proteger nuestro futuro”, afirmó. “Lo que enfrentamos no es lo mismo que nuestros padres. Hay más competencia, más globalización, más enfermedades” que afectan a los cultivos y animales.
Casos dispersos en Francia de la enfermedad de la piel rugosa, una enfermedad viral del ganado previamente confinada al África subsahariana y transmitida principalmente por picaduras de insectos, están avivando el descontento en las comunidades agrícolas, luego que las autoridades ordenaran el sacrificio de los rebaños infectados.
Alrededor de 30 tractores bloquearon la autopista RN12 en dirección a París en la protesta de ayer en la que Rivière participó, según dijo.
Los medios franceses que reportaron desde otras protestas en todo el país esta semana mostraron a los agricultores acumulando papas, neumáticos, fardos de paja y todo lo que tuvieran a mano para hacer barricadas. Algunas fueron incendiadas, creando imágenes dramáticas en televisión de llamas y humo que dieron una impresión de furia rural en ebullición, aunque algunas de las protestas fueron relativamente pequeñas y dispersas.
Los automovilistas mostraron su apoyo a los agricultores en protesta tocando sus bocinas, comentó Rivière. Los agricultores “están hartos de no ser escuchados”, expresó. “Lo que hacemos es la base de la vida, pero se nos están poniendo obstáculos en el camino”.
Algunos de esos agricultores continuarán para unirse a la marcha hacia Bruselas al tiempo que los líderes se reúnen para una cumbre muy esperada de mandatarios de la UE que lidian con el acuerdo del Mercosur y la financiación de Ucrania.
Preocupados por un aumento de la ultraderecha que suma apoyos con sus críticas al tratado comercial, los franceses exigieron salvaguardas para monitorear y detener grandes disrupciones económicas en la UE, regulaciones aumentadas en las naciones socias sudamericanas como restricciones a pesticidas, y más inspecciones de importaciones en los puertos de la UE.
“Hoy no las vemos (las salvaguardas), por eso hemos pedido un retraso”, dijo Benjamin Haddad, ministro de Asuntos Europeos de Francia antes de una reunión en Bruselas. Hizo un llamado al bloque para “dejar de ser ingenuo” y proteger la agricultura europea de la “competencia desleal”.
Agencias AFP y AP