Si bien el interés de los argentinos por irse de vacaciones al exterior no parece mermar, lo cierto es que la depreciación del peso en el último año hará que sea más caro visitar algunos países vecinos que, a contramano, vieron apreciarse fuertemente sus monedas frente al dólar.
Si se toman los datos disponibles desde diciembre de 2024, en la Argentina el dólar subió 37,3%, mientras que en Brasil cayó 14%, en Uruguay, 8,9%, y en Chile, 5,2%. “Esto muestra que cualquiera de esos países es hoy más caro para los argentinos que a fines del año pasado. Nos cuesta 60% más comprar un Real, 45% más comprar un peso chileno y 51% más comprar un uruguayo. Todo esto en términos nominales”, explicó el economista Iván Carrino, investigador de Faro de la Universidad del Desarrollo (Chile) y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
En tanto, si se ajusta por la inflación de los distintos países, irse a Brasil cuesta un 35% más que a fines de 2024; a Chile, un 23% más, y a Uruguay, un 29% más.
Pero no solo estos países se volvieron más caros, sino que el índice de tipo de cambio real bilateral (que elabora el Banco Central) muestra una suba del 25% en comparación con la canasta completa de monedas. Es decir, irse a México cuesta un 29% más; a Europa, un 27% más, y a Estados Unidos, un 15% más, entre otros destinos que registraron subas similares.
Sin embargo, esta realidad no alteró las preferencias de los argentinos, que siguen eligiendo viajar al exterior, tal vez empujados por los altos precios locales. El último informe sobre Estadísticas de Turismo Internacional (ETI) del Indec, correspondiente a septiembre pasado, mostró que en ese mes salieron al exterior 706.000 turistas, mientras que solo ingresaron 375.000. Si se compara con igual período del año pasado, el turismo emisivo aumentó un 22% y el receptivo disminuyó un 19%. Los destinos más elegidos fueron Brasil (viajaron allí 155.000 argentinos), Chile (123.000) y Europa (104.000).
Según Carrino, el déficit igual sería estructural, ya que nunca esas estadísticas dieron a favor. “Para que el saldo sea positivo de turistas que vienen versus turistas que salen, el dólar debería tener un precio de mega crisis, tipo fin de 2001. Así que no es deseable. Pero puede que este encarecimiento sí genere algún descenso. O que salgan menos de los que saldrían con un tipo de cambio más bajo. En cualquier caso, hay que aflojar con la obsesión por el tema turismo y dólar. Dejar de mirar los viajes al exterior como señal de desequilibrio cambiario”, opinó.
Durante el Cyber Monday, que tuvo lugar la semana pasada, las ventas a destinos internacionales crecieron un 20%, mientras que las domésticas lo hicieron en un 11%. Es decir, que la balanza sigue inclinándose por el exterior aunque se achicó la brecha.
El destino más elegido fue Miami, en Estados Unidos, que creció un 120% contra el mes pasado. Entre los destinos nacionales, el más elegido es Bariloche, que avanza un 150% intermensual. La Costa Atlántica cayó un 14%.
“En cuanto a las preferencias de los argentinos, el interés por los destinos internacionales se mantiene estable, especialmente cuando existen opciones de financiación. En Despegar observamos que la posibilidad de pagar en cuotas sigue siendo una herramienta clave al momento de planificar las vacaciones”, sumó Paula Cristi, gerente general de la agencia de viajes para la Argentina.