La victoria legislativa de La Libertad Avanza significó para las compañías una ventana de oportunidad para salir a financiarse en el exterior. Luego de que el resultado de las urnas se leyera como un voto de confianza al modelo económico, se despejó buena parte de la incertidumbre política para los próximos dos años y provocó que el riesgo país perfore nuevamente la barrera de los 700 puntos básicos.
La actividad en el mercado de deuda corporativa rápidamente se reactivó, luego de estar prácticamente paralizado desde julio. Una de las primeras empresas en probar suerte en el mercado fue Tecpetrol, que logró colocar una obligación negociable (ON) internacional por US$750 millones la semana pasada, a una tasa anual del 7,625% hasta 2030. También fue el caso de YPF, que salió con una emisión de US$500 millones.
Estas emisiones son las primeras señales de un apetito renovado por el crédito corporativo argentino, algo que no se veía desde la ampliación de la Clase 24 de Telecom en julio, según recordaron desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI). Estos pasos también podrían seguirlos los gobernadores de distritos, como la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba, quienes estarían analizando la colocación de deuda en el exterior.
“Hay más demanda disponible que mira a la Argentina con otros ojos. La baja del riesgo país es la consecuencia de esa visión más optimista, que se traduce en una mayor disponibilidad de financiamiento”, explicó Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas.
En detalle, el riesgo país mide la sobretasa que tienen que pagar los bonos emergentes frente a los del Tesoro de Estados Unidos. Aunque este indicador que elabora el JP Morgan es clave para que el Gobierno pueda buscar financiamiento en el mercado internacional, también influye sobre las compañías argentinas y las provincias, porque es la percepción de los inversores respecto del riesgo que tienen al invertir en activos de un determinado país.
Hasta el viernes previo a la elección, este índice cerró en 1081 puntos básicos, lo que prácticamente impedía el financiamiento externo. Pero desde que se conoció el resultado de las urnas, el riesgo país se desplomó y actualmente se ubica en 655 puntos básicos.
“La Argentina debería comprimir algo más. El próximo escalón son niveles de riesgo país de entre 450 y 500 puntos básicos, basándonos en elánimo que dejaron las elecciones. Pero la capacidad de acumular reservas también es algo que el mercado está pidiendo y todo indica que ahora es el objetivo oficial. La apertura total de las restricciones cambiarias también ayudaría a comprimir. Con eso, mejora la capacidad de colocación de empresas y también de subnacionales”, agregó Baer.
De hecho, la Argentina tiene uno de los indicadores más altos de toda América Latina, gran parte explicado por contar con nueve defaults en su historial. A modo de comparación, Brasil tiene un riesgo país de 189 puntos básicos, en Chile es de 95 puntos y en Uruguay, de apenas 68 puntos básicos.
Para Andrés Reschini, titular de F2 Soluciones Financieras, estas emisiones son una buena noticia para el mercado cambiario. El ingreso de dólares financieros es un factor que puede “ayudar” por el lado de la oferta, aunque recordó que la demanda sigue gozando de cierta fortaleza, ya que los jugadores que tuvieron un rol de proveedores de cobertura en la previa electoral (como el Tesoro argentino, Estados Unidos o el Banco Central) deberán recomprar las divisas.
“En el caso del Tesoro argentino y del Banco Central, deben comprar aún más, dado que hay que cumplir con la meta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y cancelar vencimientos de deuda por aproximadamente US$9000 millones hasta fines de enero y de unos US$20.000 millones en todo 2026. De modo que las dudas sobre cómo se lograrán acumular reservas con este esquema aún persisten, más allá de que se haya abierto una ventana para el ingreso de divisas vía cuenta financiera”, cerró.
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