WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos tiene previsto repatriar a un ecuatoriano y un colombiano que sobrevivieron al ataque contra un submarino en el Caribe que presuntamente transportaba droga, confirmó este sábado el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Fue un gran honor para mí destruir un enorme submarino cargado de droga que navegaba hacia Estados Unidos por una conocida ruta de tránsito de narcotráfico», dijo Trump en su red social Truth Social, y añadió que la embarcación estaba cargada con fentanilo y otras drogas.
“Dos de los terroristas murieron. Los dos terroristas supervivientes serán devueltos a sus países de origen, Ecuador y Colombia, para ser detenidos y juzgados», precisó el mandatario, que lleva adelante una ofensiva militar contra presuntos narcotraficantes en el Caribe.
El Ejército estadounidense organizó el jueves un rescate en helicóptero de los dos supervivientes tras el ataque a su embarcación semisumergible.
Las fuerzas estadounidenses trasladaron en avión a los supervivientes a un buque de guerra de la Armada en el Caribe, donde permanecieron detenidos. No estaba claro este sábado si seguían a bordo de la embarcación
La decisión de enviar a los supervivientes a casa significa que el Ejército no tendrá que lidiar con espinosos asuntos jurídicos en torno a la detención militar de presuntos narcotraficantes, cuyos supuestos delitos no caen claramente bajo las leyes de la guerra.
Los semisumergibles construidos en astilleros clandestinos en la selva han sido utilizados durante años para transportar cocaína desde América del Sur, particularmente Colombia, hacia América Central o México, generalmente a través del océano Pacífico. El gobierno estadounidense no ha revelado desde dónde partió este submarino.
El gobierno de Trump ha dicho que los ataques anteriores dejaron 27 muertos, lo que encendió las alarmas entre algunos expertos legales y parlamentarios demócratas, que cuestionan si se adhieren a las leyes de la guerra.
Los ataques se producen en el contexto de un refuerzo militar de Estados Unidos en el Caribe que incluye destructores de misiles guiados, aviones de combate F-35, un submarino nuclear y alrededor de 6500 soldados, mientras Trump intensifica un enfrentamiento con el gobierno venezolano, al que acusa del tráfico de drogas.
Trump reveló a mediados de semana que había autorizado a la CIA para llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela, lo que se suma a las especulaciones en Caracas de que Estados Unidos está tratando de derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Washington afirma que estas operaciones han reducido la entrada de drogas en Estados Unidos, aunque no ha proporcionado pruebas de que los muertos fueran narcotraficantes.
Maduro niega cualquier conexión con el contrabando de drogas y denunció los ataques de barcos estadounidenses como un pretexto para un cambio de régimen, retratándolos como violaciones de la soberanía y el derecho internacional.
El líder chavista anunció este sábado la conclusión del despliegue del plan de defensa cívico-militar Independencia 200, lanzado el mes pasado ante los temores de una posible agresión de Estados Unidos.
“Hoy hemos completado todas las zonas de defensa integral del país: todos los estados y entidades federales están listos en actividades fundamentales de defensa nacional», declaró el presidente en un video en Telegram.
“Sigamos pues, en perfecta unión nacional, junto a todos los venezolanos que aman su tierra y desean seguir venciendo por el camino de la paz», añadió.
En los últimos días, Maduro reiteró varias veces que el mando político y militar de Venezuela está “más unido que nunca” e informó que aproximadamente 6,2 millones de ciudadanos están registrados en la Milicia Bolivariana, parte integral del sistema de defensa nacional.
Agencias AFP, AP y ANSA