Mientras el foco internacional está puesto en la guerra que se desarrolla en la Franja de Gaza, a 40 kilómetros de allí Israel viene librando desde el 7 de octubre de 2023 una lucha paralela en Cisjordania. En ese contexto, este martes el gobierno de Benjamin Netanyahu cerró “hasta nuevo aviso” el paso fronterizo de Al Karameh, entre Cisjordania y Jordania, para bloquear la única salida internacional que tenían los palestinos sin cruzar territorio israelí.
En Cisjordania ya se dan las dos condiciones que el premier israelí ha fijado para el cese del fuego en Gaza: nunca hubo allí rehenes israelíes ni gobierna la organización terrorista Hamas, sino la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Pero desde octubre de 2023, los ataques en Cisjordania causaron la muerte de alrededor de 1000 palestinos, 31 judíos, más de 9000 heridos. Hay miles de desplazados y construcciones palestinas demolidas con bulldozers. También murieron 13 soldados de Israel, cuyo gobierno sostiene que lucha en la zona contra grupos terroristas aliados de Hamas.
“Con la matanza que los israelíes están haciendo en Gaza, la gente se olvida de lo que sucede en Cisjordania, cuando es mucho más peligroso para el futuro palestino lo que está pasando aquí”, dijo en una entrevista con LA NACION Mohamed Odeh, escritor palestino, residente en el territorio ocupado de Jerusalén Oriental, y cuadro de Al-Fatah, el partido que gobierna la ANP.
“A Israel le interesa Gaza por cuestiones de seguridad, economía y quizás turismo. Pero a Cisjordania, lo que ellos llaman Judea y Samaria, la consideran parte de su ‘tierra prometida’ y buscan la anexión total”, agregó Odeh.
Además, en Cisjordania se da un problema que no existe en Gaza y que traba la creación de un Estado Palestino: el creciente número de asentamientos de colonos judíos.
LA NACION pudo hablar también con uno de ellos, Rafael Kaufmann, vocero en español del Consejo de Judea y Samaria, que confirmó la importancia de ese territorio para el pueblo judío.
“Las tierras pertenecen a Dios, y fue él quien entregó esta región al pueblo elegido, el pueblo de Israel, casi dos mil años antes del nacimiento del Islam. ¿Quiénes somos nosotros para entregar ahora algo que Dios nos dio? El 70 % de los lugares bíblicos importantes para el judaísmo se encuentran en Judea y Samaria. Ninguna de las ciudades de la planicie costera, como Tel Aviv o Haifa aparecen en la Biblia. Por eso tomé la decisión de vivir en el asentamiento de Karnei Shomron, Samaria unos veinte kilómetros al nordeste de Tel Aviv“, comentó Kaufmann a LA NACION.
Cisjordania constituye el 21 % del territorio israelí con 5640 km2, un largo máximo de 404 km de norte a sur y 40 km de este a oeste. En el mapa, el área se ve como una especie de riñón que bordea la ciudad santa de Jerusalén y Jerusalén Oriental.
Cuando en 1993 Yitzhak Rabin firmó en Washington los llamados “Acuerdos de Oslo” con Yasser Arafat, había 110.000 colonos judíos en 128 asentamientos en Cisjordania (además de 4000 colonos viviendo en la Franja de Gaza que fueron expulsados de allí en 2005 durante el gobierno del premier Ariel Sharon). Con miras a la paz, Rabin anunció entonces el congelamiento de la construcción de nuevos asentamientos.
Pero especialmente desde 2010, bajo el liderazgo de Netanyahu se reanudó la construcción. Hoy hay 148 asentamientos. La cuestión del número de colonos judíos y de residentes árabes en Cisjordania es polémica. La estadística israelí la cifra en 450.000 colonos y en 1,5 millones de árabes. Los palestinos calculan 670.000 colonos y 2,75 millones de árabes.
Según el derecho internacional esos asentamientos son ilegales en tanto una potencia ocupante tiene prohibido trasladar parte de su propia población al territorio ocupado, según el Cuarto Convenio de Ginebra, artículo 49 (una norma a la que la Argentina apela para negar derechos de consulta a los habitantes británicos en las Islas Malvinas).
La posición israelí es que no existía soberanía reconocida antes de 1967, por lo que lo considera “territorio en disputa”, no una ocupación.
Pero el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que los asentamientos judíos “representan un obstáculo importante para la implementación de la solución de dos Estados”, uno palestino y otro israelí.
La cuestión toma entonces relevancia con la Asamblea General de la ONU que se está realizando este mes en Nueva York.
El Estado de Palestina era reconocido hasta ahora por 147 de los 193 estados miembros de las Naciones Unidas. Francia, Canadá, Australia, Malta y Reino Unido, y Portugal se sumaron ahora al reconocimiento.
Aunque Odeh, de 68 años, nació en Nicaragua -hijo de padre y madre palestinos-, su familia regresó en 1962 a Cisjordania y se radicaron primero en Hebrón y luego en Jerusalén Oriental. Allí nacieron los cuatro hijos de este médico ya retirado de la profesión.
“El problema de Cisjordania no es una cuestión religiosa del islam o del judaísmo, sino un asunto legal. Según el derecho internacional acá hay una potencia ocupante y un pueblo ocupado. Israel tiene el proyecto de anexionar Cisjordania y a diario toma medidas para alcanzar ese propósito”, agregó el palestino.
Odeh recordó por ejemplo que hace algunas semanas, en la aldea de Al-Mughayyir, cerca de Ramallah, el Ejército israelí arrancó con bulldozers más de 3000 olivos -una fuente esencial de ingresos para los habitantes de la región- y justificó la medida diciendo que esos árboles representaban una “amenaza a la seguridad” de una carretera principal del asentamiento judío en la aldea.
“Lo que está pasando en Gaza y lo que sucede en Cisjordania son dos etapas diferentes y con instrumentos distintos, pero que forman parte de un mismo proyecto de anexión”, afirmó Odeh.
De todas maneras, consideró que el punto clave para que Israel avance en la concreción, es el apoyo de Estados Unidos. “Israel no podría haber hecho nada de lo que hizo en Gaza sin el respaldo norteamericano. Entonces, si Estados Unidos quiere, se puede concretar la creación de un Estado de Palestina y una rápida retirada de los asentamientos judíos. Ya se hizo después de los Acuerdos de Camp David en 1981 y con la salida israelí de Gaza en 2005. Se trata de una decisión política″, afirmó.
Al igual que Odeh, Kaufmann tampoco nació en la región. En su caso vivió en Uruguay hasta los 18 años, luego emigró e hizo el servicio militar en Israel y hoy es Licenciado en Estudios de la Tierra de Israel. Además, trabaja como guía turístico y vive con su esposa y siete hijos.
Kaufmann es consciente de la enemistad que despierta la presencia de los colonos en la región, por eso anda normalmente armado. “Yo voy a todos lados con un revolver israelí marca Jericho. Cuando fue el atentado del lunes pasado en una parada de ómnibus de Jerusalén, donde fueron asesinados seis judíos, uno de los que logró abatir al atacante, fue precisamente un ciudadano israelí armado”, recordó Kaufman.
Tampoco oculta que su decisión de vivir en la zona está alimentada por la intención de obstaculizar la creación de un Estado Palestino. “Si los colonos no hubiéramos venido aquí, sería mucho más sencillo entregar estas tierras. Y el ancho actual de Israel de 70 kilómetros entre el río Jordán y el Mediterráneo quedaría reducido a 15 kilómetros. Nuestra presencia es entonces una garantía para que el resto del país sea más seguro”, comentó.
Kaufmann ejemplificó su posición recordando lo que sucedió en la Franja de Gaza. “Hasta 2005 había 8000 judíos en 22 comunidades en Gaza, y con la expulsión de los habitantes judíos, Gaza se convirtió en un bastión de Hamas y pasó lo que sucedió el 7 de octubre. Entonces, la propuesta de entregar tierras a cambio de paz, no funciona”.
De todas maneras, fue categórico al desarrollar su postura sobre este tema, reflexionando qué haría si en el futuro un gobierno israelí decide erradicar los asentamientos y entregar esas tierras a la Autoridad Palestina. “Ni loco viviría en una zona donde mi seguridad está a cargo de una autoridad palestina violenta y corrupta. Aunque esta tierra es bíblicamente mía, y se trata de la ‘tierra prometida’, no me la jugaría viviendo acá. Solo permanezco porque hoy tengo la garantía de seguridad que me da el Estado de Israel”.
La entrada Cisjordania: la guerra donde no gobierna Hamas ni hay rehenes israelíes se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.