TÚNEZ.- El grueso de la flotilla solidaria con Gaza que tiene el ambicioso objetivo de romper el asedio israelí del territorio palestino y abrir un corredor humanitario ya navega rumbo a la Franja.
Este domingo, miles de personas se congregaron en el puerto de Bizerta para despedirla en un ambiente festivo, pero a la vez con un agudo sentido de urgencia, pues ya han muerto más de 360 personas de inanición en Gaza, la mayoría niños. Finalmente, entre las embarcaciones que partieron de Barcelona y las que se añadieron en Túnez, este fin de semana zarparon de forma escalonada más de treinta navíos con toneladas de ayuda humanitaria. Además, se espera que una veintena más se alisten al escuadrón solidario en alta mar procedentes de Italia y Grecia.
“Esta es la mayor misión de solidaridad no violenta que hemos vivido, con más de 80.000 personas que han participado de alguna forma. Los desafíos y las dificultades a los que nos enfrentamos son muchos, pero el objetivo lo vale: poner fin al hambruna y al resto de violaciones que padece la población de Gaza abriendo un corredor humanitario”, declaró antes de zarpar el principal coordinador de la misión, el brasileño Thiago Avila.
Entre estos desafíos, el mal tiempo y el estado precario de algunas embarcaciones donadas a la organización, y que explican que la salida de Túnez se haya producido con más de una semana de retraso. Ahora bien, el principal contratiempo han sido los ataques con drones que han sufrido dos de los barcos de la misión mientras estaban atracados en Túnez, el “Familia” y el “Alma”, y que la organización no duda en atribuir a Israel. Aunque los navíos han sufrido desperfectos a causa de los incendios provocados por los drones, no hay que lamentar ninguna víctima.
Los intentos israelíes de amedrentar y desestabilizar a los tripulantes de la flotilla no parecen haber logrado su meta. “Ya sabíamos que Israel nos puede atacar. Ha dicho que nos tratará como terroristas y ha demostrado que le da igual la ley internacional. Esto genera inquietud, claro, no vamos tranquilas. Pero más miedo nos da permitir que el genocidio continúe”, afirma la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, una de las más prominentes figuras a bordo de la flotilla, junto con Greta Thunberg y Mandla Mandela, el nieto de Nelson Mandela, la actriz francesa Adele Haenel y más de una docena de diputados y cargos electos.
Las experiencias precedentes sugieren que Israel intentará por cualquier medio evitar la llegada de la flotilla a territorio gazatí. En 2010. Israel asaltó de forma muy violenta otra flota de seis embarcaciones, una acción que se saldó con la muerte de diez activistas y un periodista. Más recientemente, en mayo, Israel atacó con drones y neutralizó en aguas internacionales una embarcación solidaria que se dirigía hacia Gaza,. Un mes después, abordó diversas barcas más y arrestó a sus tripulantes, entre ellos, la activista Greta Thunberg y el propio Thiago Avila, para luego deportarlos.
En total, son 37 los navíos que han intentado infructuosamente romper el cerco de Gaza desde su imposición, hace casi dos décadas. “Esta vez, tenemos muchos más barcos, mucha más gente, por lo que será más difícil [para Israel] interceptarnos de manera ilegal y continuar violando la ley internacional para evitar que llegue la ayuda internacional”, afirmó Thunberg en una improvisada rueda de prensa. La llegada a aguas territoriales palestinas está prevista para dentro de unos diez días.
Según la organización, la flotilla integra a más de 255 activistas, y con ellos están representadas unas 55 nacionalidades de todos los continentes, si bien se espera que el número aumente sensiblemente cuando se sumen los navíos llegados de Grecia e Italia. La Argentina cuenta con dos integrantes, ambos pertenecientes a Izquierda Socialista-UIT-CI, Ezequiel Peressini y Juan Carlos Giordano, diputado en el Congreso nacional.
“Estamos muy orgullosos de ser parte de la flotilla, un grito global de apoyo a Gaza y de condena del genocidio que lleva a cabo Israel… Tanto en Barcelona como acá hemos encontrado un apoyo enorme. Es un gran triunfo de la movilización por Palestina y demuestra que Israel está perdiendo la batalla por la opinión pública mundial ”, comentaba Giordano en una entrevista hecha en un café de la capital tunecina.
Mandla Mandela fue quizás el más agasajado por activistas y periodistas locales durante la estancia en Túnez de la misión humanitaria. “Os dirán que esto es peligroso, que esto es imposible pero quiero deciros que lo mismo nos decían a nosotros y pudimos derrotar al apartheid. De la misma manera, derrotaremos al apartheid de Israel en Gaza”, proclamó Mandela en un encuentro público con cientos de personas. Por su parte, el diputado valenciano Joan Bordera lanzó un dardo a los mandatarios mundiales: “Todos estos esfuerzos y riesgos que estamos asumiendo como sociedad civil debería recaer en nuestros Gobiernos. Ellos deberían poner fin a este genocidio”.
Las tareas de coordinación logística para hacer realidad la misión han tenido como centro de operaciones un modesto apartamento cerca de la estación central de tren de la capital tunecina. Allí, y en el puerto de Sidi Bou Said, un barrio costero de la capital tunecina, los días anteriores a la partida se observaba un trajín considerable. “Hace más de dos semanas que estamos en este apartamento trabajando de sol a sol para recibir las donaciones de la gente. Todo el mundo se está volcando con Gaza”, explica Sahraoui, un miembro del equipo de voluntarios que gestiona la recepción de la ayuda. “Alguna gente nos trae productos, y otros dinero, que nos servirá para pagar el combustible de las barcas, así como sus suministros”, añade este joven espigado y de tez morena.