“Estamos convencidos de que la Argentina tiene un potencial enorme para proveer al mundo de energía y de alimentos”. Con esas palabras, Luis Perez Companc sintetizó hoy en el evento RepensAR Summit la visión de largo plazo que guía sus decisiones. Aún en un contexto volátil, el empresario aseguró que el grupo familiar no se deja llevar por las coyunturas y que su apuesta es seguir invirtiendo en el país.
El año pasado, tras el fallecimiento de su padre -Gregorio, conocido como “Goyo”-, la familia atravesó un proceso clave de reorganización. “Somos siete hermanos, no todos con la misma visión de largo plazo y no a todos les gusta el riesgo; no todos querían continuar con el grupo. Fueron varios años de mucho trabajo, donde a veces la emoción le gana a la razón. Gracias a Dios llegamos a un acuerdo”, señaló.
Finalmente, él junto con dos de sus hermanas Rosario y Pilar quedó al frente del holding que en 2026 cumplirá 80 años en el país. Desde allí, busca consolidar el legado de sus tíos y de su padre, quien lo formó desde joven en el terreno. “Papá me enseñó a trabajar desde abajo, a ir a los pozos petroleros y a estar con las ovejas en Santa Cruz. A partir del 2000, él me fue involucrando cada vez más en los negocios y, desde 2013, soy presidente de Molinos Río de la Plata [tenía 33 años]”, enfatizó.
Con esa impronta, el empresario aseguró que junto con sus hermanas decidieron concentrar gran parte del patrimonio familiar en la Argentina y diversificar sus apuestas. “Habrá momentos difíciles, pero si uno tiene un buen equipo y un norte claro, las cosas salen”, aseguró. En diálogo con LA NACION, profundizó sobre su visión y pasos a futuro.
-¿En qué sectores ve oportunidades hoy?
-Estamos poniendo mucho foco en el sector de hidrocarburos. En áreas convencionales vemos que podemos agregar valor. El año pasado, desde Pecom, asumimos la operación del clúster El Trébol-Escalante en Chubut. YPF está sacando algunas áreas en las que nosotros estamos interesados. El clima de la Argentina es complejo -y también del mundo-, pero nosotros pensamos en el largo plazo. Donde podamos aportar valor, con los pies en la Tierra, lo haremos.
-¿Y en negocios de consumo masivo?
-Hace dos años definimos que Molinos dejara de ser una empresa de alimentos y que su propósito fuese el consumo masivo. Vimos algunas oportunidades, y algunas también que se nos escaparon. Hoy muchas multinacionales quieren salir de la Argentina para bajar su riesgo y nosotros vemos ahí la oportunidad de darle a Molinos un poco más de visión de largo plazo.
-¿Cuáles son esas oportunidades?
-Hay un montón. Vemos desde temas de artículos para el hogar hasta alimento para perros. El abanico es enorme. En cada uno tenemos una ficha. Hay charlas con varios, pero en este momento es difícil también tomar la decisión de salir o no. Nosotros tenemos la convicción, así que calculo que en algún momento podremos dar alguna noticia de adquisiciones en consumo masivo.
-¿Podrían quedarse con el negocio de una empresa que decide irse?
-Si nosotros podemos agregarle valor, sí. No nos quedaremos con un negocio simplemente porque nos dé mayor volumen o tamaño; no nos interesa. Puede ser una compañía chica que nos dé la posibilidad de entrar a un negocio en el que hoy no estamos, por ejemplo. Eso es lo que estamos mirando. Estamos hablando con todas las que están pensando en retirarse del país, pero los procesos de las multinacionales son largos.
-¿Cómo es congeniar la cultura de una empresa nacional con la de una multi?
-Siempre hay puntos en común que uno puede encontrar para saltar esos temas culturales. Obviamente que no podemos ser el agua y el aceite. Pero creo que con todas las que estamos conversando algún punto en común tenemos. Yo soy muy optimista de que vamos a poder ir hacia adelante y darle ese crecimiento que cada compañía necesita.
-¿Considera que los resultados electorales del domingo impactarán en el clima de negocios?
-Yo creo que no impactan en el clima de negocios. Todos también creen que la Argentina inició un camino en el que obviamente habrá algunas crisis o problemas, como nos tiene acostumbrado nuestro país. Pero está encaminada hacia un lugar, en el que se busca una Argentina competitiva y abierta al mundo. Y estoy convencido de que ese es el camino correcto. Entonces, a lo que haya pasado el domingo no le doy una importancia relevante. Obviamente, el Gobierno tiene que tomar nota de lo que pasó de cara a octubre, pero estoy convencido que estamos en un camino en el que será difícil que se vuelva hacia atrás. Los mercados siempre son muy sensibles y esta semana será un poco turbulenta, pero después se acomodará. Siempre veo el vaso medio lleno.
-¿Considera que este revuelo será trasladado a los precios?
-Por nuestro lado, hoy no lo vemos. Los argentinos están pasando un momento muy difícil; por más que nosotros queramos aumentar los precios, no vamos a vender nada. Hay que tener un sano equilibrio y saber cuándo acompañar y cuándo pisar el freno. Veremos cómo va evolucionando. Nosotros no somos de aumentar los precios por aumentar o porque el dólar se vaya al techo.