La líder opositora venezolana María Corina Machado agradeció al presidente argentino, Javier Milei, por haber declarado este martes al Cártel de los Soles venezolano como organización terrorista, una decisión que va en línea con la iniciativa adoptada por Estados Unidos y otros países de la región.
“En nombre de los venezolanos le agradezco su firme y decidido apoyo a la causa justa por la Libertad y la democracia de Venezuela, así como el respaldo y cariño del pueblo de la Argentina”, escribió Machado en un posteo en su cuenta oficial de X.
“Nuestro pueblo ha enfrentado con inmensa valentía y dignidad a un régimen criminal narco-terrorista que ha provocado intencionalmente miseria, violencia y la huida de millones de ciudadanos. Hoy tenemos una sociedad unida, organizada y decidida a conquistar su Libertad para traer a nuestros hijos de vuelta a casa», agregó la opositora.
En la misma línea se expresó Elisa Trotta, ex embajadora de Venezuela en la Argentina, quien aplaudió la decisión del gobierno de Milei en sus redes sociales.
“La tiranía de Nicolás Maduro no es solo una dictadura: es un régimen narco-terrorista que comete crímenes de lesa humanidad contra los venezolanos y delitos transnacionales como el tráfico de drogas, oro y mucho más, y que se ha aliado a organizaciones terroristas como Hezbollah, el ELN y las FARC“, publicó en un mensaje en X.
En coordinación con la Cancillería, el Ministerio de Seguridad y de Justicia, el Gobierno argentino declaró como “organización terrorista y narcocriminal” al Cártel de los Soles, un grupo al que Estados Unidos vincula directamente con el régimen de Nicolás Maduro.
“Declaramos al Cártel de los Soles como organización terrorista y narcocriminal. Maduro y su séquito son narcoterroristas. Ni en Argentina ni en ningún lugar del mundo van a poder llevar a cabo sus actividades criminales. Para este Gobierno, el que las hace las paga”, anunció la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, a través de su perfil en X.
Con esta medida, la Argentina busca “fortalecer los mecanismos preventivos y sancionatorios” frente a operaciones de financiamiento vinculadas al terrorismo y al crimen organizado; refuerza la cooperación internacional en materia de seguridad y justicia, en estrecha coordinación con socios; y reafirma su compromiso con la paz y la seguridad.
La Argentina sigue de esta manera la línea marcada desde Estados Unidos y que ya habían asumido como propia otros países, entre ellos Ecuador y Paraguay, que en los últimas días catalogaron también como terrorista al mencionado cártel.
La semana pasada, el grupo parlamentario de Vox en el Congreso español registró una proposición no de ley (PNL) para que se debata en la Comisión de Exteriores con la que reclama la inclusión del Cártel de los Soles en el listado de organizaciones terroristas de la Unión Europea.
En las últimas semanas, la administración de Donald Trump intensificó la presión sobre Venezuela. En primer lugar, aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que ayude a la detención de Maduro, al que acusa de ser uno de los mayores narcotraficantes del mundo.
También elevó a la suma de 25 millones de dólares por el ministro del Interior, Diosdado Cabello, a quien también acusa de pertenecer a la organización del narcotráfico.
Luego, Estados Unidos movilizó tres destructores lanzamisiles, un crucero de misiles guiados, un submarino nuclear de ataque rápido y un escuadrón anfibio a las costas del Caribe, para lo que Washington asegura se trata de operaciones contra el narcotráfico internacional.
Maduro no obstante denuncia una “amenaza” y abrió el registro militar para ampliar sus filas para defenderse de las amenazas extranjeras.
Contrario a las denuncias de Estados Unidos y de otros gobiernos latinoamericanos, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, apuntó el lunes que el Cártel de los Soles solo “es una mentira como las armas de destrucción masiva de Irak y solo sirve para invadir países».
El mandatario sostuvo que quien “controla la mayor cantidad de cocaína vendida en Colombia” son los grupos disidentes de las extintas FARC y una supuesta organización llamada por él como “el Cártel de narcofiscales”, del que no dio información.
Detalló que esas organizaciones transportan alijos a través de “sumergibles y lanchas rápidas por Colombia y en aeronaves desde el Apure por Venezuela”.
Además, los acusó de “comprar” a “funcionarios públicos civiles oficiales o de oposición y uniformados en Venezuela, pero también muchos más en Colombia, Panamá y Ecuador”.
“Las autoridades de Colombia, Ecuador y Venezuela han logrado capturar grandes capos albaneses e italianos que son parte de la junta mundial del narcotráfico, que privilegia Europa en su destino y destruye el gobierno de Haití”, afirmó.
Aunque el presidente Petro aseguró que el Cártel de los Soles es una excusa ficticia de la extrema derecha para “derribar gobiernos que no les obedecen”, en el indictment de Estados Unidos hay pruebas contundentes de sus alianzas criminales con grupos como las FARC y el Cartel de Sinaloa, así como testimonios de alfiles del chavismo que corroboran los nexos del régimen venezolano con actividades delictivas.
De acuerdo con el expediente, Maduro negoció cargamentos de varias toneladas de cocaína producida por las FARC a cambio de armas de grado militar que les suministraron. Así mismo, señaló que coordinó asuntos exteriores con Honduras y otros países para facilitar el narcotráfico a gran escala y solicitó ayuda a los cabecillas de la guerrilla colombiana para entrenar un grupo de mercenarios que servían a los intereses del régimen.
Estados Unidos hace énfasis en la relación Maduro–FARC porque este grupo narco-terrorista (como fue clasificado en 1997 y cuya designación fue renovada en 2021) ha cometido acciones criminales contra ciudadanos e intereses de ese país.
Igualmente mencionan a ‘Iván Márquez’, hoy líder disidente de la Segunda Marquetalia y a ‘Jesús Santrich’, quien fue asesinado en Venezuela en extrañas circunstancias -según inteligencia colombiana por mercenarios- como dos de los principales socios de Maduro en la operación criminal del envío de cocaína.
“Las Farc y el Cartel de los Soles enviaban cocaína procesada desde Venezuela hacia Estados Unidos utilizando puntos de transbordo en el Caribe y Centroamérica, como Honduras. Hacia el año 2004, el Departamento de Estado de los Estados Unidos estimaba que 250 toneladas o más de cocaína transitaban por Venezuela cada año. Los envíos marítimos salían hacia el norte desde la costa venezolana en lanchas rápidas, barcos pesqueros y buques portacontenedores. Los envíos aéreos eran frecuentemente despachados desde pistas clandestinas, generalmente de tierra o césped, concentradas en el estado Apure», señala el documento internacional.
Otra de las pruebas que se incluye es el supuesto pago de las FARC a Nicolás Maduro, quien fue canciller de Venezuela durante el gobierno de Chávez, en una operación de lavado de activos.
Agencias ANSA, DPA, AP y diario El Tiempo