Lentamente, el dólar volvió a acercarse al techo de la banda de flotación. A pesar de las altas tasas de interés, la presencia oficial en el mercado de dólares futuro y el reiterado aumento de los encajes bancarios, en las últimas semanas los inversores entraron en modo electoral.
El dólar oficial minorista cerró este martes a $1370. Se trató del mismo valor frente al cierre anterior, a pesar de que en las primeras negociaciones del día llegó a caer $10, luego de que el Banco Central (BCRA) anunciara la tercera suba de encajes para el mes de agosto.
Solo en la última semana acumuló un alza de $60 (+4,5%), luego de que el escándalo por los audios de Diego Spagnuolo y el revés que sufrió el Gobierno en el Congreso volvieran a poner a la política en el centro de la escena. Algo similar pasó con el tipo de cambio mayorista, que cerró a $1356,50, unos $64 más que el martes pasado (+4,9%).
“Factores como la proximidad a las elecciones, la incertidumbre, la novedad por las presuntas coimas en discapacidad y la caída de índices de confianza en el Gobierno muy seguidos por el mercado contribuyeron negativamente. El Gobierno enfrenta en este contexto una licitación de deuda en pesos el miércoles, y ya dispuso en la previa de un incremento de encajes y de la posibilidad de integración de estos con títulos que venzan en más de 60 días adquiridos en licitación primaria, buscando impulsar demanda en la licitación y evitar que se inyecten pesos en el sistema”, explicó Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS.
Para Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, el desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), en julio pasado, solo logró una cosa: imprimir volatilidad en un año electoral. Además, consideró que la suba que mostró este lunes el dólar se debió a motivos políticos, aunque también jugó el cierre de posiciones a fin de mes. La reacción inmediata del Banco Central (BCRA) fue subir los encajes bancarios a niveles inéditos.
“El Gobierno pone todo su arsenal de medidas para contener el tipo de cambio, para que no llegue al techo de la banda. Esto no solamente es al actuar en el mercado de futuros, que lo ha hecho, sino también que en las últimas semanas subió varias veces los encajes para intentar retirar dinero del mercado y que así se resten presiones sobre el tipo de cambio y los precios. La idea parece ser que se prioriza el tema de un tipo de cambio planchado, a los efectos de que eso no impulse a la inflación, contra la actividad, que seguramente se verá muy dañada por estas tasas de interés reales”, reflexionó el analista financiero Christian Buteler.
Desde mediados de abril, luego de cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el dólar flota libremente en un rango de bandas que va de los $1000 a los $1400. Como esos valores se ajustan diariamente al 1% mensual, actualmente el piso ronda los $959 y el techo alcanza los $1460. Si el dólar llega a caer por debajo, el Banco Central compra reservas; y si supera el límite hacia arriba, tendrá que vender reservas.
“Creemos que el Gobierno impedirá de cualquier forma que el tipo de cambio toque el techo de la banda. Que aparezca el carry trade (hacer tasas en pesos para después dolarizar ganancias) a estas tasas es atractivo, pero la política juega su papel. Incluso, no descartamos que esté bajo análisis una nueva colocación de títulos en pesos para no residentes, para suscribir en dólares. El problema es que el mercado no está tomador. Está en wait and see (esperar y ver, en español) largo», remarcó Camusso.
Para Buteler, el Gobierno tiene varias herramientas que le permiten contener al tipo de cambio antes de llegar al techo. Recibió dólares por parte del FMI, de los Repos y de otros organismos multilaterales, por lo que hoy el mercado no apuesta a presionar “para romper esa barrera”. El oficialismo se ve dispuesto a defender las bandas de flotación y, en ese escenario, cada vez que el dólar se acerca al techo, aparece una oferta genuina de divisas para colocarse en las tasas en pesos.
“Pongamos un ejemplo. Hoy el techo lo tenés en $1460, por lo que si el dólar llega a $1400, te quedan unos $60 más para subir. Pero con esos valores, puedo ganar mucho más si vendo los dólares y me voy a tasa, porque sé que si supera los $1460 el Banco Central sale a vender. Entonces, probablemente, ni le haga falta al BCRA operar en el techo porque aparecerá oferta genuina. Eso se dará siempre que se mantenga el escenario de un Banco Central que tiene dólares y la voluntad de mantener el techo. Si en algún momento se modifica, sea por contexto internacional o local, esto podría cambiar”, explicó.
De todos modos, el Gobierno no se arriesga. Estos días se volvió a detectar la presencia del oficial en el mercado de futuros y en el de tasas en pesos. También el Banco Central subió este lunes los encajes a niveles históricamente altos, incluso tres días antes de la reunión de directorio. La mirada está puesta en la licitación que llevará adelante este miércoles el Tesoro.
“El Tesoro intenta asegurarse un buen rolleo ‘invitando’ a los bancos a entrar. Claramente, la política de encajes está haciendo que los bancos no tengan otra alternativa, el problema viene luego, cuando desarman por necesidad de liquidez sobre la curva de pesos. Además, se trata de un mayor apretón monetario para evitar el pasaje a precios. Sin embargo, claramente las tasas seguirán altas, porque hay un objetivo secundario que es el tipo de cambio», completó Camusso.
La primera fecha en el calendario es el 7 de septiembre, cuando se llevarán adelante las elecciones en la provincia de Buenos Aires. En octubre llegan las nacionales. Mientras tanto, para Franco, la incertidumbre y la volatilidad serán una constante. “El mercado aguardará a ver qué sucede finalmente con el resultado electoral y qué señales o interpretaciones pueden desprenderse del mismo”, cerró.