Israel vuelve a bombardear a los hutíes y llega hasta el palacio presidencial de Yemen: al menos 4 muertos

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SANÁ, Yemen.- Los ataques aéreos israelíes alcanzaron la capital de Yemen el domingo, días después de que los rebeldes hutíes dispararon un misil hacia Israel que su ejército describió como la primera bomba de racimo que los rebeldes lanzaron desde 2023. Al menos cuatro personas murieron y 67 resultaron heridas como consecuencia, según cifras difundidas por el Ministerio de Salud controlado por esa insurgencia apoyada por Irán.

Los ataques, que impactaron sobre instalaciones energéticas y depósitos de combustible, se produjeron apenas una semana después de una ofensiva similar, en medio de la creciente tensión entre Israel y el movimiento terrorista apoyado por Irán.

La Fuerza Aérea israelí envió hoy un mensaje a los hutíes en Yemen

Imágenes difundidas muestran una gran explosión ymostraron columnas de humo negro elevándose sobre Saná tras los impactos. La cadena Al Masirah, controlada por los hutíes, denunció lo que calificó como una “agresión israelí contra Saná” y reportó que los ataques alcanzaron una estación de servicio de una compañía petrolera en la calle al Sitin, así como una central eléctrica en el sur de la ciudad. También se registraron explosiones cerca del edificio de Seguridad Municipal y del complejo militar donde se encuentra el Palacio Presidencial.

El ejército israelí confirmó haber lanzado más de veinte proyectiles contra lo que describió como “infraestructuras militares del régimen terrorista hutí”. Entre los objetivos, enumeró las plantas de energía de Haziz, Assar y Hezyaz, además de un almacén de combustible y áreas aledañas al palacio presidencial.

“Los ataques se llevaron a cabo en respuesta a los repetidos ataques del régimen terrorista hutí contra el Estado de Israel y sus ciudadanos, incluido el lanzamiento de misiles y drones hacia nuestro territorio”, afirmó el comunicado militar.

El Ministerio de Defensa israelí publicó incluso una fotografía en la que se observa al primer ministro, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Defensa, Israel Katz, supervisando la operación desde un búnker de comando. Katz había advertido días antes que “los hutíes pagarán caro cada intento de atacar a Israel”.

Benjamin Netanyahu supervisó junto a Israel Katz la operación en Yemen

Los bombardeos israelíes de este domingo se producen después de que los hutíes lanzaran un misil contra Israel el viernes por la noche, a unos 1800 kilómetros de distancia. Las fuerzas israelíes indicaron que el proyectil “probablemente se desintegró en el aire” antes de alcanzar su objetivo.

Sin embargo, fuentes militares señalaron que se trató de una bomba de racimo, el primer proyectil de este tipo utilizado por los rebeldes desde que iniciaron sus ataques contra Israel en 2023.

Un oficial de la Fuerza Aérea israelí, citado por medios locales bajo condición de anonimato, sostuvo que el uso de este tipo de munición –prohibida por el derecho internacional por su carácter indiscriminado– representa una amenaza inédita. “Hace más difícil la intercepción y muestra un avance tecnológico proporcionado por Irán”, advirtió. Aunque el proyectil alcanzó un domicilio en la ciudad de Ginaton, no provocó víctimas, pero sí encendió las alarmas en la cúpula de seguridad israelí.

Columnas de humo se elevan después de un ataque aéreo israelí sobre Saná, la capital de Yemen, controlada por los hutíes, el 24 de agosto de 2025MOHAMMED HUWAIS – AFP

La población civil de Saná volvió a sentir el impacto directo de la guerra. “El ruido de las explosiones fue muy fuerte”, relató Hussein Mohamed a la agencia AP, vecino de la zona del palacio presidencial. Otro habitante, Ahmed al-Mekhlafy, aseguró que “la casa se sacudió y las ventanas se rompieron” durante el ataque.

Los hutíes, por su parte, denunciaron que la ofensiva alcanzó infraestructura vital. “La central eléctrica de Haziz provee luz a hospitales para niños y enfermos, y ahora quedó destruida, provocando un apagón generalizado”, informó el Gobierno rebelde en un comunicado en el que acusó directamente a Israel y a Estados Unidos de ser responsables de un “crimen atroz”.

Nasruddin Amer, subdirector de la oficina de medios hutíes, afirmó que los ataques no disuadirán al movimiento. “Nuestras operaciones militares en apoyo a Gaza no se detendrán, si Dios quiere, a menos que cese la agresión y se levante el asedio”, escribió en redes sociales.

Yemen vive en guerra desde 2014, cuando los hutíes se levantaron contra el gobierno internacionalmente reconocido y tomaron el control de gran parte del país, incluida la capital. Desde entonces, el país se ha convertido en un tablero de disputa regional: los hutíes forman parte del eje respaldado por Irán que también integran Hezbollah en El Líbano y Hamas en Gaza, todos contrarios a Israel.

En los últimos 22 meses, los hutíes lanzaron misiles y drones contra Israel y atacaron barcos en el Mar Rojo, uno de los corredores comerciales más estratégicos del planeta, por donde circula anualmente mercancía valorada en millones de dólares. De noviembre de 2023 a diciembre de 2024, llegaron a golpear con sus ataques más de 100 embarcaciones, lo que obligó a compañías navieras internacionales a desviar rutas.

En mayo pasado, Estados Unidos anunció un acuerdo con los hutíes para suspender los ataques aéreos a cambio de detener la ofensiva marítima. Sin embargo, el grupo rebelde aclaró que ese compromiso no incluía frenar las acciones contra objetivos considerados alineados con Israel.