El mercado de retail en Argentina atraviesa un momento clave. Luego de años de restricciones y ausencias, el país combina hoy una vacancia históricamente baja (aproximadamente 1,1 %), corredores comerciales en plena renovación y un consumidor ávido, conformando un escenario atractivo para el regreso y la expansión de marcas internacionales y regionales.
A nivel regional, América Latina proyecta un crecimiento sostenido del comercio minorista, con una expansión superior al 5% anual hacia 2027, impulsada por la integración digital, la mejora del consumo interno y el avance estratégico de operadores globales sobre mercados emergentes, según Statista. En ese contexto, Buenos Aires vuelve a posicionarse como una plaza clave en los planes de expansión de compañías internacionales.
Ya hay señales concretas.
Aunque la moda lidera la agenda de desembarcos, no es el único sector activo. El crecimiento del comercio electrónico, la consolidación del ecosistema omnicanal y la recuperación del consumo amplían el interés en rubros como tecnología, belleza, gastronomía organizada y equipamiento deportivo.
La Argentina ofrece ventajas competitivas que pocas plazas reúnen: infraestructura comercial desarrollada, operadores logísticos de escala, talento especializado y un consumidor informado que valora marcas internacionales. Este entorno permite estrategias de ingreso progresivo, minimizando riesgos y adaptándose a las particularidades del mercado local.
Luego de más de 15 años sin crecimiento sostenido del PBI y con una importante salida de marcas producto de restricciones cambiarias, el país exhibe una gran oportunidad de reposicionamiento. Hoy, el consumidor argentino continúa buscando esas mismas marcas en el exterior, lo que refleja una demanda latente aún no satisfecha.
Por ejemplo, en Chile, un mercado de 20 millones de habitantes, están presentes al menos 27 marcas ausentes en Argentina. Entre ellas: H&M, Gap, Banana Republic, Mango, Brooks Brothers, Aldo, Pizza Hut, Dunkin’, Náutica e Ikea.
A su vez, existen más de 30 marcas internacionales que podrían encontrar espacio en un mercado como el argentino, con más de 45 millones de habitantes. Algunos ejemplos: Aeropostale, Cole Haan, Garage, Hollister, J.Crew, Marc Jacobs, Moncler, Old Navy, Popeyes, Sephora, The Cheesecake Factory, entre otras.
Para las marcas que ya operan en la región, sumar Buenos Aires no es un experimento, sino la pieza natural que completa su mapa estratégico. El momento para hacerlo es ahora.
(*) El autor es director comercial en Colliers