TEHERÁN.- En un contexto de fuerte tensión regional y diplomática, Irán confirmó que este viernes mantendrá en Estambul una nueva ronda de negociaciones sobre su programa nuclear con representantes de Alemania, Francia y Gran Bretaña, en el primer encuentro de este tipo desde los bombardeos estadounidenses e israelíes de junio. La cita se da en medio de crecientes amenazas del bloque europeo de reactivar sanciones contra Teherán si no hay avances concretos antes de fin de agosto.
“El tema de las conversaciones es claro: el levantamiento de sanciones y las cuestiones relacionadas con el programa nuclear pacífico de Irán”, informó el vocero del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baghaei. La reunión, que será a nivel de viceministros, incluirá a la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, y se enmarca en los esfuerzos por revivir el acuerdo nuclear de 2015.
Ese acuerdo, alcanzado tras años de negociaciones entre Irán y seis potencias (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania), impuso límites estrictos al desarrollo nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones internacionales. Sin embargo, colapsó en 2018 tras la salida unilateral de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, que volvió a imponer sanciones severas.
Desde entonces, Irán ha incrementado progresivamente sus niveles de enriquecimiento de uranio hasta el 60%, cerca del umbral del 90% necesario para uso armamentístico, aunque insiste en que su programa tiene fines exclusivamente civiles. “Estamos dispuestos a adoptar cualquier medida de fomento de la confianza necesaria para demostrar que el programa es pacífico”, declaró el canciller iraní Abbas Araqchi en una entrevista con la cadena Fox News.
Pese a la voluntad de diálogo, el clima previo a la reunión es tenso. El denominado grupo E3 (Alemania, Francia y Gran Bretaña) advirtió que si no hay avances en las próximas semanas activará el mecanismo de reactivación o snapback, que implicaría restituir automáticamente las sanciones suspendidas en virtud del acuerdo de 2015. “Irán nunca debe tener un arma nuclear”, afirmó el vocero alemán Martin Giese, quien confirmó que su país participará con una delegación técnica.
En respuesta, Araqchi acusó a las potencias europeas de incumplir sus obligaciones desde hace siete años y aseguró que no tienen “ninguna legitimidad legal, política ni moral” para reactivar sanciones. En una carta enviada al secretario general de la ONU, António Guterres, el canciller iraní denunció además el “apoyo político y material” de Europa a los recientes ataques de Estados Unidos e Israel.
El 22 de junio, durante un conflicto aéreo de 12 días entre Israel e Irán, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares clave: Fordo, Isfahan y Natanz. Según cifras oficiales, los ataques dejaron más de 1100 muertos en Irán, incluidos científicos nucleares y altos mandos, mientras que Israel reportó 28 muertos. “Sí, las instalaciones fueron gravemente dañadas, pero no renunciaremos al enriquecimiento. Es un logro de nuestros científicos y una cuestión de orgullo nacional”, afirmó Araqchi.
El canciller insistió en que no existe una solución militar para la cuestión nuclear iraní y remarcó que el país está abierto a conversaciones indirectas con Estados Unidos, aunque por el momento excluye un diálogo directo. “Ya logramos un acuerdo en 2015 tras años de diálogo. Podemos lograr otro, incluso mejor, si hay voluntad”, dijo, condicionando cualquier nuevo pacto al levantamiento de las sanciones.
El viceministro iraní Kazem Gharibabadi reforzó ese mensaje al señalar que “el mecanismo de reactivación carece de base legal” y que los europeos “no han implementado el acuerdo desde la salida de Estados Unidos”. Aun así, dijo que Irán asistirá al encuentro con el objetivo de encontrar “soluciones comunes para gestionar la situación”.
El viernes se espera que las conversaciones se centren en medidas técnicas para controlar el programa nuclear y en los términos de un eventual alivio de sanciones. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) continúa con inspecciones parciales, aunque su margen de acceso ha sido limitado por Irán desde 2021.
Mientras tanto, Trump celebró las declaraciones iraníes como una “validación” de su política de presión máxima. “¡Justo como dije, y lo haremos de nuevo si es necesario!”, escribió en su red Truth Social, en alusión a los ataques de junio.
Irán, por su parte, reafirma que no busca fabricar armas nucleares. “Nuestro programa está basado en necesidades energéticas y científicas. Lo hemos construido nosotros mismos, y no lo abandonaremos”, insistió Araqchi. También aseguró que el país “aún dispone de misiles” para defenderse y que el líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, “está en perfecto estado de salud”.
Agencias Reuters, AP y DPA