PARÍS.– Las últimas 24 horas de una tragedia humana que parece no tener límites en Gaza llevó a gran parte de la comunidad internacional a exigir “el cese inmediato” de la acción militar de Israel, que persiste en intensificar sus operaciones sometiendo a los habitantes del enclave a la hambruna y el padecimiento.
La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, afirmó este martes haber indicado claramente al ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, “que el Ejército israelí debe dejar de matar personas en los puntos de distribución” de ayuda humanitaria. “Matar a civiles que buscan ayuda en Gaza es indefendible”, insistió la responsable estonia.
Esta nueva advertencia europea dirigida al Estado hebreo se produce dos semanas después de un acuerdo alcanzado con Israel, que finalmente debía permitir mejorar las entregas de ayuda humanitaria a Gaza.
“Israel ha respetado algunos compromisos, como ya indiqué la semana pasada, pero está claro que aún queda mucho por hacer”, dijo Kallas, quien asegura mantener “la presión” sobre el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu. En un mensaje publicado en X, Kallas también asegura haber recordado al premier israelí que “todas las opciones siguen sobre la mesa” si Israel no cumple sus compromisos.
“La UE reitera su llamado al envío libre, seguro y rápido de ayuda humanitaria. Y al pleno respeto del derecho internacional y del derecho humanitario”, declaró por su parte este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En un informe de la Comisión Europea presentado a finales de junio a los 27 países miembros del bloque, la UE estimaba que Israel ha violado el artículo 2 del acuerdo de asociación que los une en materia de respeto de los derechos humanos.
La jefa de la diplomacia europea establecía una lista de opciones posibles. Entre ellas, la suspensión de la totalidad del acuerdo, la prohibición de exportaciones provenientes de los territorios palestinos ocupados, la revisión de la política de visados o la suspensión de la parte comercial del acuerdo de asociación. Pero toda decisión requiere la unanimidad de los 27 países miembros, o la mayoría cualificada si se trata de la parte comercial del acuerdo.
Por su parte, en una declaración conjunta publicada el 21 de julio, los ministros de Relaciones Exteriores de 25 países exigen “un alto el fuego inmediato” en la Franja de Gaza. La mayoría de los países de la Unión Europea (UE) apoyaron este llamado, con la notable excepción de Alemania.
“Nosotros, los firmantes de la presente declaración, nos unimos para enviar un mensaje simple y urgente: la guerra en Gaza debe cesar inmediatamente”, afirman los ministros de Relaciones Exteriores de más de 20 países, entre ellos Francia, Reino Unido, Canadá y Japón.
Los Estados firmantes condenan “el racionamiento de la ayuda humanitaria y las masacres inhumanas de civiles”, exhortando al gobierno israelí a “levantar inmediatamente las restricciones que impone al envío de ayuda humanitaria”, para que Naciones Unidas y las ONG puedan “realizar su trabajo vital de manera eficaz y segura”. Los ministros también llaman a Hamas a liberar “inmediatamente” y “sin condiciones” a los rehenes detenidos desde el 7 de octubre de 2023.
“Nos oponemos firmemente a cualquier intento de cambio territorial o demográfico en los territorios palestinos ocupados”, escriben además los dirigentes. Finalmente, afirman estar “listos” para tomar medidas que apoyen un alto el fuego y restablezcan la seguridad en toda la región.
A través de su ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, Francia exigió este martes, por su parte, que “la prensa libre e independiente pueda acceder a Gaza para mostrar” lo que sucede allí.
Dieciocho países de la UE figuran entre los firmantes, así como la comisaria europea a cargo de la Igualdad, la Preparación y la Gestión de Crisis, Hadja Lahbib. Alemania no se ha unido al llamado. Sin embargo, la ministra alemana de Desarrollo, Reem Alabali Radovan, recordó durante un viaje a El Cairo el lunes que “Alemania contribuirá a la reconstrucción de Gaza”, siempre que se restablezca una “situación humanitaria segura” y un “alto el fuego duradero”.
El canciller Friedrich Merz se encuentra, en efecto, bajo la presión de una parte de su coalición para endurecer su posición hacia Israel. Algunos de sus miembros criticaron públicamente que Berlín no se haya unido a la declaración formulada el lunes por más de veinte países que llaman al fin “inmediato” de la guerra en Gaza.
“La situación en Gaza es catastrófica y representa un abismo humanitario”, denunciaron, entre otros, dos altos legisladores del SPD: el vocero de política exterior, Adis Ahmetovic, y el relator para Medio Oriente, Rolf Mützenich, quienes pidieron a Berlín sumarse a la declaración común.
Según el vocero del gobierno alemán, Stefan Kornelius, aunque Alemania no haya firmado la declaración conjunta, Merz y su ministro de Relaciones Exteriores “expresaron ayer puntos de vista muy críticos sobre las acciones de Israel en la Franja de Gaza. Y, en términos de sustancia e importancia, dijeron lo mismo”.
Merz afirmó que le expresó a Netanyahu “de manera muy clara y explícita que Alemania no comparte la política del gobierno israelí respecto a Gaza”, y consideró que “la forma en que el Ejército israelí actúa allí es inaceptable”.
Aliada incondicional de Israel por razones históricas fácilmente comprensibles, Alemania es el principal proveedor europeo de armas al Estado hebreo y el segundo en el mundo después de Estados Unidos (30% solo de las importaciones israelíes). Desde la masacre del 7 de octubre de 2023, perpetrada por los combatientes de Hamas en el sur de Israel, Berlín ha suministrado el equivalente en material militar de 485,1 millones de euros, indicó recientemente el Ministerio de Economía alemán, incluyendo armas de fuego, municiones, equipos especializados para el Ejército y la Marina, así como vehículos blindados.
En este contexto, la ONU acusó este martes al Ejército israelí de haber matado a más de 1000 personas que intentaban obtener ayuda humanitaria desde finales de mayo en la Franja de Gaza.
“Al 21 de julio, hemos registrado 1054 personas muertas en Gaza mientras intentaban obtener comida. 766 de ellas fueron asesinadas cerca de los sitios de la GHF (la Gaza Humanitarian Foundation, estructura opaca dirigida por Israel con el apoyo logístico de Estados Unidos desde el 19 de mayo) y 288 cerca de los convoyes de ayuda de la ONU y otras organizaciones humanitarias”, informó el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien afirmó que estas personas fueron asesinadas por el Ejército israelí.
“Nuestros datos se basan en información proveniente de múltiples fuentes confiables sobre el terreno, incluyendo equipos médicos y organizaciones humanitarias y de defensa de los derechos humanos”, agregó.
La ONU y las principales organizaciones humanitarias se han negado a colaborar con la GHF, argumentando que esta entidad responde a objetivos militares israelíes y viola los principios básicos del derecho humanitario.
El director de uno de los hospitales más importantes de la Franja de Gaza afirmó este martes que 21 niños murieron de desnutrición y hambre en las últimas 72 horas “en diferentes regiones de Gaza”.
“Estas muertes se registraron en el hospital de Al-Shifa, en la ciudad de Gaza, el hospital de los mártires de Al-Aqsa, en Deir Al-Balah, y el hospital Nasser, en Khan Younés, en el sur de Gaza”, declaró Muhammad Abu Salmiya, director del hospital Al-Shifa, que era el mayor centro hospitalario del territorio palestino antes de la guerra.
Se trata de un balance inaceptable para la ONU que indica como único responsable “al Ejército israelí”. Antonio Guterres, el secretario general de Naciones Unidas, habla incluso de un nivel de muertes y destrucción “sin precedentes en la historia reciente”.
El Ejército israelí amplió el lunes su ofensiva en un nuevo sector de Gaza, Deir al-Balah, en el centro de la franja, y pretende actuar en zonas donde nunca había estado durante los 21 meses de guerra contra Hamas, ordenando a los habitantes evacuar los lugares. La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU estima que entre 50.000 y 80.000 personas se encuentran en esa zona, y que cerca del 88% del territorio de Gaza está ahora sometido a una orden de evacuación israelí o incluido en una zona militarizada israelí.
“Con esta última orden, el área de Gaza bajo órdenes de desplazamiento o dentro de zonas militarizadas israelíes ha aumentado al 87,8%, dejando a 2,1 millones de civiles acinados en el 12% de la franja, donde los servicios esenciales han colapsado”, dijo la ONU en un comunicado emitido por su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
“Las últimas órdenes israelíes de desplazamiento, seguidas por ataques intensivos en el suroeste de Deir al-Balah (…) han agravado el sufrimiento de los palestinos hambrientos”, afirmó Volker Türk. También señala que “la zona afectada” por los ataques “alberga varias organizaciones humanitarias”, como clínicas, instalaciones médicas, refugios, una cocina comunitaria o centros de acogida.
Türk también alertó sobre el riesgo “extremadamente alto” de violaciones graves del derecho internacional tras la ampliación de las operaciones militares israelíes en Gaza. Considera que los “ataques aéreos y operaciones terrestres israelíes inevitablemente causarán nuevas pérdidas civiles”. “Parecía imposible que la pesadilla pudiera empeorar. Y sin embargo, es así”, lamentó el comisionado de la ONU.
En una serie de publicaciones en X, Jonathan Whittall, jefe local de ese organismo, dijo que Gaza está padeciendo “condiciones de muerte” y que “esas muertes y sufrimientos son prevenibles. Y si son prevenibles, pero aun así están ocurriendo, entonces eso me sugiere que es intencional”.
La UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados dedicada a los palestinos, dijo en X que recibe mensajes desesperados desde Gaza advirtiendo de hambre, incluidos los de su propio personal, ya que los precios de los alimentos se han disparado.
“Mientras tanto, justo fuera de Gaza, almacenado en depósitos, la Unrwa tiene suficiente comida para toda la población durante más de tres meses. Levanten el asedio y permitan que la ayuda entre de manera segura y a gran escala”, dijo la agencia.
“Es moralmente inaceptable e injustificable”, comentó también este martes el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, a su regreso de Gaza. Un punto de vista compartido también por la UE, para la cual el Ejército israelí “debe cesar” de matar civiles palestinos que se reúnen en los puntos de distribución de ayuda humanitaria en Gaza.