El maratónico discurso de un congresista demócrata que irrita a Trump y demora su “gran y hermosa” ley

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WASHINGTON.- Los republicanos de la Cámara de Representantes se preparaban para votar el jueves temprano el proyecto de ley de recortes fiscales y de gastos de 4,5 billones de dólares del presidente Donald Trump, tras pasar la noche en vela mientras los líderes del Partido Republicano y el propio presidente trabajaban para persuadir a los escépticos y cumplir con la fecha límite del 4 de julio.

Los debates finales comenzaron en las primeras horas de la madrugada después de un día y noche caóticos en el Capitolio. El liderazgo republicano pasó gran parte de la madrugada tratando de convencer a un puñado de legisladores reticentes de que respaldaran el proyecto de ley de recortes de impuestos y gastos aprobado por el Senado.

El líder de la minoría demócrata Hakeem Jeffries, por su parte, tomó la palabra en el recinto a las 4.53 de la mañana (hora local) para iniciar lo que hasta el momento es el tercer discurso más largo en la historia de la Cámara. Después de seis horas ininterrumpidas, el Capitolio se pregunta si se trata de una estrategia disuasiva que busque batir el récord del discurso más largo en el recinto.

“Nuestra senda es marchar adelante y terminarlo”, había dicho el presidente de la Cámara, Mike Johnson, en una comparecencia en plena noche tras una serie de reuniones a puerta cerrada. “Cumpliremos con nuestro plazo del 4 de julio”.

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, habla con periodistas en el CapitolioALEX WROBLEWSKI – AFP

Con apenas unos días para actuar en caso de que el Senado apruebe el paquete, la promesa del republicano todavía debe cumplirse.

De lograrlo, el resultado sería un hito para el presidente y su partido, al cumplir el improbable objetivo de compilar una larga lista de prioridades republicanas en lo que Trump llamó su “gran y hermoso proyecto de ley”, un documento de más de 800 páginas.

Con los demócratas unificados en oposición, la ley se convertiría en un signo definitivo del regreso de Trump a la Casa Blanca, y del control republicano del Congreso.

Los republicanos lucharon desde el inicio para aprobar el proyecto de ley tanto en la Cámara como en el Senado, a menudo logrando el éxito solo por el margen más estrecho: apenas un voto. La escasa mayoría de 220-212 en la Cámara deja al bloque liderado por Johnson con poco margen para las deserciones y las reservas.

Varios republicanos más moderados tenían reparos sobre los recortes a Medicaid y la pérdida de créditos para energía limpia que podrían descarrilar proyectos solares, eólicos y otros proyectos renovables en sus distritos.

Al mismo tiempo, conservadores como los miembros del Caucus de la Libertad de la Cámara, se mantuvieron firmes en su búsqueda de reducciones más pronunciadas. Los republicanos habían advertido al Senado contra hacer cambios al proyecto de ley aprobado por la Cámara, pero los senadores dejaron su propia marca en el borrador final.

Hakeem Jeffries en el CapitolioJ. Scott Applewhite – AP

La Cámara se paralizó el miércoles cuando un grupo de republicanos reticentes se negó a avanzar inmediatamente con la ley. Una de las votaciones se prolongó durante casi siete horas mientras que otra se estancó por más de cinco, y el propio Trump se encargó de trabajar los teléfonos y arremeter en las redes sociales.

“¿Qué esperan los republicanos? ¿Qué intentan demostrar? MAGA NO ESTÁ CONTENTA,¡Y LES ESTÁ COSTANDO VOTOS!!!”, escribió el presidente en una publicación en redes sociales pasada la medianoche, haciendo referencia a su base electoral.

TrumpFuente: Truth Social

En su plataforma Truth Social publicó que la reticencia era “ridícula” y escribió: “PARA LOS REPUBLICANOS, ESTO DEBERÍA SER UN VOTO SÍ FÁCIL.”

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, republicano por Luisiana, habla con periodistas en el CapitolioALEX WROBLEWSKI – AFP

Trump ya había amenazado con hacer campaña contra aquellos que votaron en contra del proyecto de ley, y aprovechó la oportunidad para volver a advertir sobre las consecuencias políticas de cualquier retraso.

Johnson, despierto toda la noche, confió en los funcionarios de la Casa Blanca, incluidos secretarios del gabinete, abogados y otros, para trabajar en los detalles con los republicanos reacios. A los legisladores se les decía que el gobierno podría proporcionar acciones ejecutivas, proyectos u otras disposiciones que necesitaban en sus distritos de origen. Y que la alternativa, es decir votar en contra del presidente, conllevaba costos políticos.

“El mensaje del presidente fue, estamos en racha”, dijo el representante Ralph Norman, republicano de Carolina del Sur. “Quiere ver esto”.

Personas visitan la rotonda del Capitolio de los Estados Unidos mientras el “gran y hermoso proyecto de ley” de Trump afronta la votación finalALEX WROBLEWSKI – AFP

Un republicano de la Cámara que se opuso al proyecto de ley, el representante Thomas Massie de Kentucky, se convirtió en objeto de ataque de la bien financiada plataforma política de Trump.

Y el senador republicano Thom Tillis de Carolina del Norte, que recibió críticas de Trump, anunció que no buscaría la reelección poco antes de votar en contra del proyecto de ley.

Un puñado de los llamados “halcones” fiscales, que se oponen al gasto deficitario, también votaron en contra de la ley junto con los demócratas de la Cámara, críticos con los recortes del gasto social.

El senador de Estados Unidos Thom Tillis, republicano por Carolina del Norte, habla con periodistas en el CapitolioALEX WONG – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Tras un día y una noche de parálisis en el recinto de la Cámara y de las negociaciones e incertidumbre en el Capitolio, Johnson logró una victoria preliminar en su intento de superar la resistencia dentro de su propio partido, cuando la Cámara votó a favor de permitir que el proyecto de ley fuera debatido.

La votación, con 219 votos a favor y 213 en contra, sugería haber conseguido el apoyo de los republicanos reacios cuya oposición había frenado la medida, aunque aún queda pendiente la votación final para aprobarla.

Los republicanos en el Congreso, aunque han tenido dificultades para mantenerse unidos en los últimos años, no han desafiado a Trump desde que regresó a la Casa Blanca en enero.

El miembro de mayor rango del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes, Jim McGovern, demócrata por MassachusettsCHIP SOMODEVILLA – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Los demócratas, por su parte, se opusieron en bloque desde el principio al proyecto de ley, que consideran un regalo fiscal para los ricos pagado a expensas de los más vulnerables de la sociedad, lo que llaman una “crueldad de efecto derrame”.

Este proyecto de ley es catastrófico. No es política, es castigo”, dijo el representante demócrata Jim McGovern en el debate en la Cámara.

“¿No tienen vergüenza?” dijo la representante Rosa DeLauro, demócrata de Connecticut. “Tengan el coraje moral de oponerse a este proyecto de ley”.

Cuando la Cámara concluía el debate sobre la aprobación de la agenda de Trump, el líder demócrata, Hakeem Jeffries, utilizó una herramienta conocida como el “minuto mágico”, que permite a los líderes hablar sin límite de tiempo. Poco antes de las 5 de la mañana, hora del Este, el representante de Nueva York comenzó a hablar ante la Cámara en un discurso que ya lleva más de seis horas ininterrumpidas.

“Me voy a tomar mi tiempo”, dijo, antes de lanzarse a un discurso en el que criticó la sumisión de los republicanos hacia Trump, leyó testimonios de personas preocupadas por perder su cobertura de salud y relató episodios de la historia estadounidense, además de intentar rebautizar al paquete de medidas como el “gran y feo proyecto de ley”.

Leyendo un grueso archivador lleno de historias sobre Medicaid, Jeffries también mencionó “el ataque contra la asistencia alimentaria para el pueblo estadounidense”.

Además, incitó a los republicanos en duda a modificar su postura, diciendo que la Cámara solo necesita que cuatro republicanos demuestren “niveles de valentía como los de John McCain” para frenar el amplio proyecto de ley de política interna que “privará de cobertura de salud a millones de estadounidenses”. McCain, en su condición de senador, emitió el voto decisivo que bloqueó el intento del Senado, liderado por los republicanos, de derogar partes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible en 2017.

El líder demócrata está utilizando ahora su discurso en el recinto para denunciar las recientes redadas y detenciones migratorias llevadas a cabo por la administración Trump.

Condenó a los republicanos por llevar a cabo “un ataque total contra familias inmigrantes respetuosas de la ley”, incluidas familias de ciudadanos estadounidenses, y afirmó que se trata de algo “inconcebible, inaceptable y antiestadounidense”.

La prioridad del paquete son 4,5 billones de dólares en rebajas de impuestos promulgados en el primer mandato de Trump, en 2017, que expirarían si el Congreso no aprueba la ley.

La misma también incluye nuevos recortes, como permitir a los trabajadores deducir propinas y pago de horas extras, y una deducción de 6.000 dólares para la mayoría de los adultos mayores que ganan menos de 75.000 dólares al año.

Además, supone una fuerte inversión, de 350.000 millones de dólares, en seguridad nacional y el programa de deportaciones de Trump, así como para ayudar a desarrollar el sistema defensivo conocido como la “Cúpula Dorada” sobre el país.

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, republicano por Luisiana, camina por el Salón de las EstatuasCHIP SOMODEVILLA – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Para ayudar a compensar los costos de la pérdida de ingresos fiscales, el paquete incluye 1,2 billones de dólares en recortes a Medicaid y a los cupones de alimentos y un retroceso masivo de las inversiones en energía limpia. Implica al mismo tiempo nuevos requisitos de trabajo de 80 horas al mes para muchos adultos que reciben Medicaid y aplica los requisitos de trabajo existentes en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP, a más beneficiarios.

La Oficina de Presupuesto del Congreso, estima que el paquete añadiría 3,3 billones de dólares al déficit durante la década y 11,8 millones más de personas quedarán sin cobertura de salud.

“Esta fue una oportunidad generacional para aprobar el conjunto más completo y consecuente de reformas conservadoras en la historia moderna, y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, dijo el representante Jodey Arrington, republicano de Texas, presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara.

En muchos sentidos, el paquete es un rechazo a las agendas de los últimos dos presidentes demócratas, un desmantelamiento de la Ley de Cuidado de Salud Asequible de Barack Obama, y un retroceso de las estrategias de cambio climático de Joe Biden en la Ley de Reducción de la Inflación.

Los demócratas describieron el proyecto de ley en términos alarmantes, advirtiendo que los recortes a Medicaid, de los que dependen unos 80 millones de estadounidenses, costarían vidas. Recortar los cupones de alimentos que ayudan a alimentar a más de 40 millones de personas “arrancaría literalmente la comida de la boca de niños hambrientos, veteranos hambrientos y ancianos hambrientos”, dijo Jeffries.

La entrada de la oficina del presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike JohnsonALEX WROBLEWSKI – AFP

Los republicanos dicen estar intentando ajustar los programas de protección social a la población para la que fueron diseñados inicialmente, principalmente mujeres embarazadas, discapacitados y niños, y erradicar lo que describen como desperdicio, fraude y abuso.

El Centro de Política Fiscal, que proporciona análisis no partidistas de política fiscal y presupuestaria, calculó que el proyecto de ley generaría el próximo año una reducción de impuestos de 150 dólares para el quintil más bajo de los estadounidenses, de 1.750 dólares para el quintil medio, y de 10.950 dólares para el quintil superior. Eso, en comparación con lo que enfrentarían si los recortes de impuestos de 2017 expiraran.

Agencias AP, Reuters y diario The New York Times