En el día a día, cargar el teléfono es una acción tan automática que rara vez nos detenemos a pensar si lo hacemos correctamente. Sin embargo, un pequeño detalle como el orden en el que conectamos el cargador puede marcar la diferencia en la durabilidad de la batería de nuestro dispositivo.
La mayoría de los teléfonos actuales utilizan baterías de iones de litio, que son compactas y muy eficientes. Según el medio especializado Electron-to-go, estas baterías almacenan energía gracias a un intercambio de iones entre dos electrodos: uno positivo (cátodo) y otro negativo (ánodo), a través de un electrolito líquido o gel. Este intercambio permite cargar y descargar la batería, lo que genera la energía que alimenta el teléfono. Además, estas son conocidas por su capacidad de recarga rápida y su durabilidad, aunque necesitan ciertos cuidados para mantener su rendimiento.
Las baterías de los teléfonos tienen una capacidad limitada de carga, medida en miliamperios. Durante el uso diario, esta capacidad se agota poco a poco conforme se utiliza el teléfono para llamar, navegar, jugar o realizar cualquier tarea. Por eso, recargar la batería es fundamental para mantener el dispositivo funcional. Sin embargo, no se trata solo de cargarla, sino de hacerlo de manera correcta para prolongar su vida útil y evitar problemas técnicos.
La clave para una carga correcta está en el orden. Siempre se debe conectar primero el cargador al enchufe y después al teléfono. Aunque pueda parecer un detalle insignificante, esta práctica tiene fundamentos técnicos que ayudan a proteger tanto la batería como el dispositivo.
Cuando se conecta primero el cargador al enchufe, se permite que el adaptador se estabilice y regule el flujo de energía antes de transferirla al teléfono. Esto reduce el riesgo de picos de voltaje que puedan dañar los delicados circuitos del dispositivo. Además, garantiza que la corriente que llega al teléfono sea la adecuada desde el inicio.
En cambio, si se conecta primero el cargador al teléfono y luego al enchufe, existe un breve momento en el que el circuito puede experimentar una inestabilidad en el voltaje. Este pico inicial, aunque sea de corta duración, puede someter a la batería y al circuito de carga del teléfono a un esfuerzo innecesario, lo que aumenta el desgaste de sus componentes con el tiempo. Aunque los dispositivos modernos tienen sistemas de protección, este hábito repetido podría reducir la vida útil de la batería.
Para prolongar la vida útil de la batería, además de prestar atención al orden correcto al momento de cargarla, el medio especializado Android Authority comparte otros hábitos que pueden marcar la diferencia en su durabilidad. Estas prácticas sencillas ayudan a mantener el rendimiento de la batería y del dispositivo: