PARÍS.- El Louvre optó por “operaciones visibles y atractivas” en lugar de invertir en la seguridad, advirtió el Tribunal de Cuentas francés en un informe de auditoría realizado antes del robo de joyas del 19 de octubre en el que se señalaban importantes demoras en la renovación del museo más visitado del mundo.
El reporte hecho público el jueves por la Cour des Comptes llega después de que salieran a la luz una serie de fallos y problemas de seguridad tras el robo de las joyas de la Corona francesa, valoradas en 102 millones de dólares, que conmocionó al mundo.
Los ladrones emplearon un montacargas para alcanzar una ventana de la Galería de Apolo y huyeron con el botín en cuestión de minutos.
“El robo de las joyas de la Corona es, sin duda, un llamado de atención ensordecedor”, dijo Pierre Moscovici, presidente del tribunal, en una conferencia de prensa.
El informe, que se centra en el período 2018-2024, indicó que las inversiones del museo priorizaron “operaciones visibles y atractivas” como la compra de nuevas obras de arte y la mejora de la experiencia del visitante. Eso se hizo “a expensas del mantenimiento y la renovación de edificios e instalaciones técnicas, especialmente los sistemas de seguridad y protección”, indicó el documento.
Un plan para modernizar los equipos de seguridad se estudiaba desde 2018, pero su aplicación se demoró continuamente, apuntó el reporte. Los trabajos técnicos no iban a comenzar hasta el año que viene y estaba previsto que estuviera totalmente implantado para 2032.
“El ritmo es muy lento”, apuntó Moscovici.
El día del robo, cuatro individuos estacionaron un montacargas bajo uno de los balcones del establecimiento, dos de ellos subieron y con una sierra radial entraron en la galería de Apolo a través de una ventana. En cuestión de minutos, los ladrones robaron ocho joyas, entre ellas una diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia.
El tribunal de cuentas cree que la seguridad puede mejorar sin contratar más personal en el museo, agregó Moscovici. Una evaluación previa muestra que el robo del 19 de octubre fue posible debido a la existencia de sistemas de seguridad obsoletos, no por falta de personal, indició.
El costo de la modernización de la seguridad se estima en 95 millones de dólares, de los cuales entre 2018 y 2024 solo se invirtieron 3,5, agregó.
El museo dijo que en los últimos tres años se han instalado 134 cámaras digitales para complementar o reemplazar cámaras obsoletas en todo el recinto, de acuerdo con el informe.
El tribunal de cuentas, que es un organismo independiente, recomendó al Louvre enfocarse en prioridades como la adecuación de sus instalaciones técnicas, especialmente de seguridad y protección, a los estándares, y a reducir sus gastos en otras áreas. Eso supone reducir las adquisiciones de arte y ahorrar en proyectos de renovación de salas del museo, según el documento.
En respuesta a la auditoría, el Louvre dijo el jueves que “lamenta” que el informe no tomara en cuenta las consecuencias de la crisis causada por la pandemia de Covid-19 y los Juegos Olímpicos de París de 2024, que, según la institución, afectaron en la toma de ciertas decisiones.
La dirección del museo indicó que acepta “la mayoría de las recomendaciones” formuladas por el Tribunal de Cuentas, pero estimó que su estudio “desconocía” varias de sus acciones en el ámbito de la seguridad. Además, señaló que el robo del 19 de octubre ocurrió semanas antes de que comenzaran a implementarse las mejoras de seguridad previstas.
“La gestión del museo más grande y más visitado del mundo sólo puede ser objeto de un juicio equilibrado si se basa en el largo plazo», dijo la pinacoteca, que también lamentó que el documento detalle con precisión el número de cámaras de vigilancia existentes en sus salas.
La presidenta del museo, Laurence des Cars, había reconocido días después del robo que el sistema de videovigilancia exterior es “muy insuficiente”.
Solo el 39% de las salas del museo tenían cámaras a partir de 2024, según el informe, y una auditoría de seguridad iniciada en 2015 había constatado que el museo no estaba suficientemente vigilado ni preparado para una crisis.
Esta previsto que el viernes se reúna, con carácter “de urgencia”, el consejo de administración del Louvre.
A principios de año se puso en marcha el plan “Nuevo Renacimiento del Louvre”, presentado por el presidente francés, Emmanuel Macron, que abarca un período de 10 años e incluye mejoras en la seguridad, la modernización de la infraestructura, el alivio del atasco de visitantes y una galería dedicada a la Mona Lisa para 2031.
El Tribunal de Cuentas también revisó al alza el proyecto de renovación del museo: del monto inicial de entre 800 y 920 millones de dólares a 1320 millones de dólares.
Según la corte, sigue siendo una cifra “baja” teniendo en cuenta las necesidades de renovación del establecimiento.
La semana pasada, la ministra de Cultura, Rachida Dati, dijo que el Louvre instalará dispositivos antichoque y antiintrusión en las calles en los próximos dos meses, tras una investigación provisional que halló una “subestimación crónica y estructural” del riesgo de robo en el emblemático museo parisino.
En su respuesta al informe, la ministra afirmó “sumarse” a la constatación sobre “la urgencia de las obras a nivel técnico”. Pero dijo que no comparte “integralmente” su parecer sobre la política de adquisiciones del museo, una iniciativa que contribuye al “enriquecimiento de las colecciones nacionales”.
Dati reconoció “lagunas de seguridad”, rechazó la dimisión de la directora del museo y citó cuatro fallos: subestimación de riesgos, seguridad insuficientemente equipada, gobernanza inadecuada y protocolos “obsoletos”.
Cuatro sospechosos del robo en el Louvre fueron arrestados la semana pasada, incluidos tres que se cree que formaron parte del cuarteto que fue filmado utilizando el montacargas. Enfrentan cargos preliminares de robo por parte de una banda organizada y conspiración criminal. Las joyas no han sido recuperadas, según las autoridades.
Agencias AP, AFP y Reuters