Pese a la baja registrada en el último año, la economía argentina se caracterizó en las décadas pasadas por altos niveles de inflación, que explica un paulatino deterioro de la moneda local. Ese proceso profundizó el hábito entre los argentinos por huir del peso y elegir el dólar u otras monedas extranjeras como refugio para los ahorros.
La tendencia se refleja en las estimaciones oficiales y se vuelve notoria en episodios incertidumbre económica o política, como ocurrió este año en la previa de las elecciones. Así lo reflejan los últimos números del Indec, que marcan que el stock de dinero que los argentinos guardan fuera del sistema supera los US$276.175 millones.
Son números difundidos por el ente estadístico oficial en su informe trimestral “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa”, que corresponde al tercer trimestre de 2025. Es decir, comprende parte de los meses previos a las elecciones legislativas, marcadas este año por una fuerte demanda de dólares por cobertura, ante la incertidumbre por el desempeño del oficialismo, que incluyó una suba del tipo de cambio hasta el techo de la banda y una inédita intervención del Tesoro estadounidense con venta de dólares (compra de pesos) para abastecer esa demanda local.
Se trata de un monto que, tras los vaivenes en materia de inflación, nivel de ingresos y actividad económica local, se mantiene relativamente estable desde fines de 2023, aun con movimientos marginales a lo largo del período.
El número estimado por el Indec tiene en cuenta el dinero que los argentinos tienen atesorado en cajas de seguridad, los fondos en cuentas bancarias declaradas en el exterior y los billetes guardados “bajo el colchón”, tanto en dólares como en otras divisas, que se incluye en el segmento “Otras inversiones” de la sección de posición de inversión internacional del Indec.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, son US$5614 millones más que la cifra informada para el segundo trimestre del año, en otro dato más que refleja la demanda de dólares para atesoramiento que experimentó la economía local a mediados de este año.
La salida de fondos del sistema financiero local, la formación de activos externos y la dolarización de ahorros por parte de los ciudadanos es una dinámica que condiciona hace años a la economía argentina, en una tendencia permanente más allá de gobiernos y administraciones.
Décadas de sucesivas crisis económicas, cepos, confiscaciones de depósitos, inflación, cambios de moneda, déficit fiscal, emisión y pérdida del poder adquisitivo configuraron, además, un escenario de desconfianza hacia el sistema financiero local y de debilitamiento del peso, una moneda que para muchos argentinos con capacidad de ahorro no cumple con su función de resguardo de valor y refugio para ese capital.
Ese stock de ahorros atesorados fuera del sistema puede cotejarse con el último blanqueo de capitales impulsado por la gestión de Javier Milei en 2024. En ese marco, en el que se incluyó la posibilidad de regularizar billetes y diferentes instrumentos financieros, el total de dinero en efectivo blanqueado fue de US$22.165 millones según AFIP (hoy ARCA). Es un monto que no llega a representar el 10% del total de ahorros estimados que los argentinos mantienen fuera del sistema local.
También vale comparar ese monto con las reservas brutas informadas por el Banco Central, que al cierre de esta edición se ubican en US$42.637 millones. En otras palabras, los argentinos guardan fuera del sistema más de seis veces la tenencia en moneda extranjera del ente monetario.
El informe del Indec también considera otros segmentos en los cuales los argentinos mantienen sus ahorros fuera del sistema financiero local. De acuerdo con lo publicado, en el concepto de “Inversión directa” (bienes, propiedades u otros activos físicos) los argentinos tenían declarados al tercer trimestre de este año unos US$54.314 millones. Son US$807 millones más que en el segundo trimestre del año.
En tanto, la categoría “Inversiones de cartera”, que incluye títulos públicos, acciones y otros instrumentos financieros, concentra unos US$112.416 millones, cifra que refleja un incremento de US$4234 millones con respecto al trimestre anterior.
Por último, el informe del Indec confirmó el resultado deficitario de la cuenta corriente. Es el saldo neto que refleja el ingreso y salida de divisas por bienes, servicios y otros rubros, que en el tercer trimestre del año concluyó con un rojo de US$1581 millones.
A su vez, el organismo estimó que la deuda externa total del país llegó en el período hasta US$316.935 millones.