WASHINGTON.- La NASA anunció este martes que prevé enviar astronautas a la órbita de la Luna a comienzos de 2026, en un hito que marcará el regreso de misiones tripuladas más allá de la órbita baja terrestre después de más de medio siglo. La misión Artemis II, programada entre febrero y abril del próximo año, transportará a tres astronautas estadounidenses y uno canadiense en un viaje de diez días alrededor del satélite natural de la Tierra.
“Tenemos la intención de mantener ese compromiso”, afirmó Lakiesha Hawkins, alta funcionaria de la agencia espacial, quien destacó que la seguridad será la máxima prioridad en el calendario de lanzamiento.
Artemis II será el segundo vuelo del programa homónimo y el primero en llevar humanos a bordo. La nave Orión despegará acoplada al cohete Space Launch System (SLS), de 98 metros de altura, desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Durante la travesía, la cápsula volará más allá de la Luna y se aventurará unos 9200 kilómetros más lejos de lo que alcanzaron las misiones Apolo.
La tripulación estará integrada por Reid Wiseman, comandante de la misión y exintegrante de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés); Victor Glover, piloto de la nave y veterano de un vuelo con SpaceX en 2020; Christina Koch, especialista de misión con experiencia en vuelos de larga duración en la ISS; y Jeremy Hansen, astronauta de la Agencia Espacial Canadiense, que se convertirá en el primer canadiense en volar hacia las cercanías de la Luna.
A diferencia de Artemis III, que busca un alunizaje -el descenso controlado de una nave espacial a la superficie de la Luna- a partir de 2027 con ayuda de la nave Starship de SpaceX, Artemis II tiene un objetivo más modesto pero decisivo: probar todos los sistemas de transporte, navegación y soporte vital con humanos a bordo. El éxito de esta misión será clave para avanzar hacia el regreso de astronautas a la superficie lunar por primera vez desde 1972.
Los ingenieros explicaron que, tras el lanzamiento, Orión se separará del SLS y realizará una serie de maniobras en órbita terrestre antes de encaminarse hacia la Luna. El viaje servirá para ensayar acoplamientos, validar el escudo térmico durante la reentrada y estudiar los efectos de la radiación y la microgravedad sobre el cuerpo humano. Para ello, se cultivarán organoides –estructuras tridimensionales a escala de laboratorio que imitan la complejidad de órganos humanos– que se compararán antes y después de la misión.
El programa Artemis, anunciado en 2017 durante el primer mandato de Donald Trump, responde tanto a la ambición científica de explorar el espacio como a un pulso geopolítico. Tanto Washington como Pekín compiten por liderar la nueva etapa de la exploración lunar: mientras Estados Unidos busca establecer bases permanentes en la superficie y preparar el camino hacia Marte, China trabaja en su propio plan de alunizaje con astronautas hacia 2030.
Funcionarios de la Casa Blanca describieron este esfuerzo como una “segunda carrera espacial”, evocando la rivalidad de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La diferencia, subrayan analistas, es que esta vez el objetivo va más allá de la demostración tecnológica y apunta a la explotación de recursos, el establecimiento de presencia a largo plazo y la proyección de poder en un terreno estratégico.
Artemis I, la misión no tripulada lanzada en noviembre de 2022, validó el funcionamiento del SLS y de la cápsula Orión, aunque se registraron fallas en el escudo térmico que ya fueron corregidas. Con Artemis II, la NASA busca demostrar que el sistema puede transportar de manera segura a astronautas a la órbita lunar y de regreso a la Tierra.
“El lanzamiento podría ocurrir tan pronto como el 5 de febrero, pero la fecha final dependerá de las pruebas en tierra y de las revisiones de seguridad”, explicó Charlie Blackwell-Thompson, director de lanzamiento del programa.
Si el vuelo se desarrolla según lo previsto, la agencia avanzará con Artemis III. Sin embargo, expertos advierten que el calendario hacia un alunizaje en 2027 es optimista, dado el enorme costo del programa y las dificultades que enfrenta SpaceX para poner a punto la Starship.
Cincuenta años después del último Apolo, la humanidad se prepara para regresar a las cercanías de la Luna. “Juntos tenemos un asiento en primera fila para ver la historia”, resumió Hawkins. La próxima cita, en 2026, marcará el inicio de un nuevo capítulo en la exploración espacial.
Mientras ultima detalles para Artemis II, la NASA también presentó esta semana a su clase más reciente de astronautas: 10 científicos, ingenieros y pilotos seleccionados entre más de 8000 postulantes. Por primera vez, las mujeres superan en número a los hombres en un grupo que incluye a una geóloga del equipo del rover Curiosity y a una ingeniera de SpaceX que ya voló al espacio en una misión privada.
Los seis mujeres y cuatro hombres iniciarán dos años de entrenamiento en el Centro Espacial Johnson de Houston antes de estar en condiciones de volar. El administrador interino, Sean Duffy, destacó que alguno de ellos podría convertirse en la primera persona en pisar Marte y aseguró que Estados Unidos liderará esta “segunda carrera espacial”.
Con su incorporación, ya son 41 los astronautas activos en el cuerpo de la NASA, un grupo reducido y altamente selectivo: apenas 370 personas han sido elegidas en toda la historia de la agencia desde 1959.
Agencias AFP, AP y Reuters
La entrada La NASA anuncia que lanzará su primera misión tripulada a la Luna en medio siglo se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.