Una investigación de la organización de defensa del consumidor Choice Australia reveló que varios de los protectores solares más populares del país no cumplen con el factor de protección solar (FPS) indicado en sus envases. La Asociación de Productos Terapéuticos (TGA), el ente regulador médico, inició una pesquisa sobre los hallazgos en la nación con las tasas de cáncer de piel más altas del mundo.
Un análisis independiente de un laboratorio acreditado descubrió que 16 de los 20 filtros solares más populares y costosos de Australia no ofrecen la protección que prometen en sus etiquetas. El informe, publicado en junio por Choice Australia, generó una reacción masiva de los consumidores y una investigación oficial.
El caso más significativo fue el del producto facial Lean Screen SPF 50+ Mattifying Zinc Skinscreen de la marca Ultra Violette. Las pruebas arrojaron un FPS de cuatro, un resultado tan bajo que la organización encargó una segunda prueba que entregó una lectura similar. La discrepancia entre el etiquetado y la protección real es el principal fallo detectado.
Otras marcas cuyos productos no cumplieron con las afirmaciones de FPS incluyen a Neutrogena, Banana Boat, Bondi Sands y Cancer Council. Todas estas compañías rechazaron las conclusiones de Choice. Afirmaron que sus propias pruebas independientes demuestran que sus protectores funcionan como se anuncia.
La indignación de los consumidores fue inmediata. La TGA respondió con celeridad y afirmó que investigaría los hallazgos para tomar “las medidas regulatorias necesarias”. Ultra Violette inicialmente defendió su producto y detalló las exhaustivas pruebas realizadas para su venta en casi 30 países. El producto tiene un costo superior a los 50 dólares australianos.
Menos de dos meses después, la compañía anunció el retiro de Lean Screen del mercado. La decisión se tomó tras obtener resultados inconsistentes en ocho series de pruebas de laboratorio diferentes. “Lamentamos profundamente que uno de nuestros productos no haya cumplido con los estándares que nos enorgullecen”, comunicó la marca en su cuenta de Instagram. La empresa también finalizó su relación con el laboratorio de pruebas inicial.
Un portavoz de Ultra Violette informó a la BBC que todos sus otros productos fueron nuevamente analizados y confirmaron sus índices de FPS. “Fuimos los primeros, y actualmente los únicos, de los 16 productos que no superaron la prueba de Choice en no solo suspender las ventas, sino en retirar el producto por completo, priorizando la seguridad”, declaró la compañía. En las últimas dos semanas, otras marcas pausaron la venta de al menos cuatro productos más.
Una investigación de la Australian Broadcasting Corporation (ABC) encontró un posible origen del problema. Descubrió que un único laboratorio con sede en Estados Unidos certificó al menos la mitad de los productos que no superaron las pruebas de Choice. Este centro registraba sistemáticamente resultados altos en sus análisis. La pesquisa también vinculó varios de los protectores solares retirados con un fabricante de Australia Occidental, ya que compartían una fórmula base similar.
La TGA comunicó que estudia la posibilidad de “revisar los requisitos de prueba de FPS existentes”, que pueden ser “muy subjetivos”. La química cosmética Michelle Wong, fundadora de Lab Muffin Beauty Science, explicó que la eficacia de un protector es difícil de evaluar. Históricamente, las pruebas se realizan sobre la piel de diez personas. Se aplica el producto y se cronometra el tiempo que tarda la piel en quemarse.
Wong señaló que existe mucha variabilidad en los resultados. Factores como la textura o el tono de la piel, o incluso el color de las paredes del laboratorio, influyen en la medición. Sostuvo que los resultados también son fáciles de falsificar y recordó una investigación de 2019 de autoridades estadounidenses sobre un laboratorio que terminó con su propietario en prisión por fraude.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.