MADRID (AFP).- Una protesta contra Israel y a favor de los territorios palestinos obligó este miércoles a suspender el final de la etapa de La Vuelta Ciclista a España en Bilbao “por motivos de seguridad”, anunció la dirección de la carrera.
La undécima etapa de La Vuelta, con salida y meta en Bilbao y sobre 157,4 kilómetros, concluyó sin ganador tras volverse a repetir las protestas en el marco de los conflictos bélicos en la franja de Gaza. “Por motivos de seguridad, los tiempos de la clasificación general se tomarán a tres kilómetros de la línea de meta. No habrá ganador de etapa. Habrá puntos de la montaña y los conseguidos en el sprint intermedio, pero no de la clasificación por puntos”, indicaron los organizadores.
La salida neutralizada de la undécima etapa ya había sido interrumpida durante unos minutos por un grupo de manifestantes que protestaron en contra del “genocidio” de Israel. Estas personas irrumpieron la carretera del Alto de Enekuri en Bilbao por donde circulaban los ciclistas, que tuvieron que detenerse.
En esa primer interrupción, la carrera había comenzado a las 13.35, desde la explanada de San Mamés en Bilbao. Cuando el pelotón circulaba por el Alto de Enekuri, pocos minutos antes de las 14, un grupo pequeño de personas se colocó en la carretera con una pancarta en la que se podía leer “Destroy Israel” (Destruye Israel, en español) y con banderas palestinas.
Esto provocó que los ciclistas tengan que detener en este punto. Agentes de la policía retiraron de la carretera a las personas que portaban la pancarta, pero algunos activistas permanecieron en la vía para “denunciar la actuación de Israel contra el pueblo palestino”. Finalmente, unos minutos después, el pelotón puedo continuar con la carrera.
Esta se trató de la tercera protesta en contra de Israel en la edición de La Vuelta. La primera había sido en la quinta etapa, cuando el Israel-Premier Tech -originario del país de Medio Oriente- sufrió la protesta de varios activistas.
El gobierno del socialista Pedro Sánchez reconoció oficialmente al Estado de Palestina en mayo de 2024, junto con otros países como Irlanda y Noruega. A su vez, convirtió el apoyo incondicional a la causa palestina en uno de los ejes principales de su política exterior desde hace 18 meses.
Y, al igual que sus aliados de extrema izquierda en el gobierno, recientemente calificó de “genocidio” la situación en el territorio palestino de la Franja de Gaza, un término que pocos líderes internacionales utilizaron hasta ahora. Sus posiciones fueron aplaudidas en los últimos meses por los países árabes, pero le valieron duras críticas por parte del gobierno del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que en mayo de 2024 decidió llamar a consultas a su embajadora en España.
En el país, los movimientos propalestinos son populares, especialmente entre los militantes de izquierda, y en muchas ciudades se pueden ver banderas colgadas en los balcones u ondeando en fiestas y manifestaciones.