Los cuatro puntos en disputa que marcan el abismo que todavía separa a Rusia y Ucrania pese al entusiasmo de Trump

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WASHINGTON.- Si es por lo que dice Casa Blanca, el frenesí diplomático de los últimos días no hizo más que dejar un avance trascendental tras otro.

Supuestamente, el presidente ruso, Vladimir Putin, estaba listo para una reunión inminente con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Supuestamente, el Kremlin había aceptado que Ucrania recibiera garantías de seguridad de Occidente, que en los hechos son tan fuertes como una protección de la OTAN. Y Ucrania supuestamente estaba dispuesta a renunciar a vastas extensiones de territorio, por ahora, para poner fin a la guerra.

Pero ya pasó una semana de lo que Trump celebró como una trascendental cumbre de Estados Unidos y Rusia en Alaska, ninguno de esos supuestos se concretó y el problema de terminar con la invasión de Rusia a Ucrania parece tan insoluble como siempre. Ni el alto el fuego ni el acuerdo de paz parecen estar más cerca, y Rusia sigue bombardeando a Ucrania y su gente con un feroz diluvio de misiles y drones.

En esta fotografía compartida por la agencia estatal rusa Sputnik, el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin se dan la mano después de su llegada para una cumbre entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, el 15 de agosto de 2025.GAVRIIL GRIGOROV – POOL

Tal vez a puertas cerradas ambos bandos estén evaluando el tipo de concesiones que tendrían que hacer y no quieren que todavía sea de conocimiento público. Tras su inusual reunión grupal del lunes en la Casa Blanca, los líderes europeos creen haber captado la atención de Trump y en su compromiso de darle a Ucrania algún tipo de garantía de seguridad post-acuerdo. Y el miércoles Zelensky zafó de sufrir otra humillación en la Casa Blanca y ante la prensa se mostró cautamente optimista sobre el rumbo de las conversaciones.

Pero el abismo que separa las posiciones de Moscú y de Kiev sigue siendo enorme, y esa realidad choca de frente con las expectativas que puso la propia Casa Blanca sobre un acuerdo de paz inminente. Este es el desglose de los temas cruciales que dividen a Rusia y Ucrania.

Antes de reunirse con Putin en Alaska, Trump dijo que cualquier acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia implicaría “algunos intercambios de territorio en beneficio de ambos países”.

Rápidamente quedó claro que Putin, convencido de estar ganando la guerra, exigía un intercambio marcadamente a su favor: pretende que Ucrania ceda los más de 6100 kilómetros cuadrados que aún controla en el Donbass, región en la que Putin acusó falsamente a Ucrania de estar llevando a cabo un “genocidio” de rusohablantes.

A cambio, los analistas creen que Rusia estaría dispuesta a devolver 1700 kilómetros cuadrados que controla en zonas de Ucrania que Putin no ha reclamado como parte de Rusia y que son menos importante para el relato del Kremlin sobre la guerra.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, llegan para ofrecer una conferencia de prensa conjunta tras participar en una cumbre entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, el 15 de agosto de 2025. DREW ANGERER – AFP

Y podría no ser todo. Rusia también pretendería que Ucrania reconozca legalmente la soberanía rusa al menos sobre el Donbass y Crimea, según Dmitri Trenin, especialista en seguridad de la Escuela Superior de Economía de Moscú. Rusia se anexó la península de Crimea en 2014, seguida en 2022 por otras cuatro regiones de Ucrania que no controlaba por completo, anexiones que ni siquiera han reconocido la mayoría de sus grandes aliados.

Zelensky ha repetido hasta el cansancio que Ucrania no le cederá a Rusia la parte del Donbass que todavía controla, y ha dejado claro que tampoco reconocerá la soberanía rusa sobre ningún territorio ucraniano. “Legalmente, no reconocemos la ocupación”, dijo Zelensky el miércoles ante los periodistas.

El mandatario ucraniano no ha descartado por completo un intercambio de territorios, pero tampoco ha especificado cuáles podrían ser, y en esas mismas declaraciones dijo que se trataba de “un tema muy complejo que no puede separarse” de la cuestión de cómo se garantizaría la seguridad de Ucrania tras un acuerdo de paz.

El secretario de Estado, Marco Rubio, se reunió hoy con funcionarios europeos para discutir las garantías de seguridad para Ucrania en caso de un acuerdo de paz.

Sin embargo, hay mucha discusión sobre el alcance de esas “garantías”, que en realidad serían “compromisos”, y lo que dio a entender el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff —que Putin había aceptado que Ucrania recibiera de Occidente una garantía de seguridad similar a la de la OTAN— fue negado rotundamente por el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Pero la decisión, si los negociadores llegan a ese punto, recaerá como siempre en Putin.

El Reino Unido y Francia lideran la llamada “coalición de los dispuestos”, que viene analizando alternativas de garantías de seguridad fuera de la OTAN. Su idea es crear una “fuerza de reasentamiento”, compuesta unas 15.000 tropas occidentales estacionadas en el oeste de Ucrania, lejos del frente, para apoyar al ejército ucraniano de 900.000 soldados, previamente reforzado y reequipado.

La «coalición de los dispuestos», formada por varios líderes europeos, el presidente Volodimir Zelensky y Donald Trump durante su reunión en WashingtonHANDOUT – UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SER

Pero en ese plan todavía hay muchas preguntas sin respuesta: de dónde provendrían esas tropas extranjeras, cómo se las protegería, con qué equipamiento, durante cuánto tiempo permanecerían ahí, y sobre todo, ¿Cuánto cuesta todo eso?

Trump ha descartado desplegar tropas de Estados Unidos en Ucrania. Si bien los recursos de inteligencia y el poderío aéreo norteamericanos pueden ser útiles, sin un compromiso claro de que si la situación en Ucrania se complica Estados Unidos acudirá militarmente en ayuda de sus aliados, estas garantías son vanas, apunta Eric Ciaramella, experto en Rusia del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

Trump ha dicho que el siguiente paso en el proceso debería ser una reunión de Putin y Zelensky, posiblemente seguida de una reunión entre los tres. Trump dio a entender que Putin aceptó reunirse con Zelensky.

Pero el Kremlin le echó un baldazo de agua fría a esa idea: Lavrov dijo que esas reuniones deben prepararse cuidadosamente, “paso a paso”, y que previamente podrían darse encuentros entre funcionarios de segunda línea. Sin embargo, la cumbre de Alaska se convocó de improviso, sin los meses de negociaciones que suelen preceder a un encuentro entre los líderes de dos naciones adversarias.

El presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ucraniano Volodimir Zelensky se reúnen en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, D.C., el 28 de febrero de 2025. SAUL LOEB – AFP

Para Putin, Zelensky es un presidente ilegítimo y a la propia Ucrania es un invento. La última vez que se encontraron en persona fue en diciembre de 2019, reunión que incluyó al presidente francés, Emmanuel Macron, y a la entonces canciller alemana, Angela Merkel. Allí mantuvieron una breve reunión bilateral, su único encuentro de este tipo.

Zelensky ha aceptado públicamente la idea de reunirse con Putin, en parte para congraciarse con Trump y poder responsabilizar a Putin en caso de negativa. “Es una especie de estrategia para dejar expuesto que quien no quiere la paz es Putin”, señala Andrew S. Weiss, experto en Rusia y director de estudios del Fondo Carnegie.

“La realidad es que Putin no piensa reunirse a menos que Zelensky vaya para rendirse ante Rusia”, dice Weiss. Al mismo tiempo, si Trump estuviera dispuesto a presionar a Putin con la amenaza de nuevas sanciones económicas o de un aumento de los suministros militares a Ucrania, Putin tal vez aceptaría la cantidad de reuniones que sea, pero eso tampoco garantiza que conducirían a un acuerdo de paz.

Tras la reunión en la Casa Blanca, un Trump apesadumbrado admitió ante Fox News que esta guerra “es la más difícil, y pensé que iba a ser la más fácil”.

En esto Trump cambió de opinión. Desde el principio había presionado por inmediato un alto el fuego y poner fin a la matanza. Zelensky primero se opuso porque creía que beneficiaría a Rusia, pero luego el líder ucraniano abrazó la idea y dijo que antes de cualquier negociación territorial era necesario un alto el fuego. Sin embargo, Putin se resiste y como condición previa exige la entrega del resto del Donbass.

Un convoy militar ruso avanza hacia la región del DonbasAgencia Anadolu via Getty Images

En la cumbre de Alaska, Putin convenció a Trump de empezar por el final: el tratado de paz antes del alto el fuego, lo que le permite seguir bombardeando a Ucrania y a las tropas seguir avanzando, lentamente y con muchas bajas, hacia la parte de Donetsk que todavía no lograron ocupar.

Zelensky y los europeos siguen dando señales de querer un alto el fuego para sentarse a negociar. Pero Trump sigue sin estar convencido.

(Traducción de Jaime Arrambide)