Detienen en Italia a un ucraniano acusado por las explosiones de los estratégicos gasoductos que transportaban gas ruso a Europa

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ROMA.- La policía italiana arrestó este jueves un ucraniano sospechado de haber sido uno de los participantes en el atentado explosivo contra los gasoductos Nord Stream de 2022, anunció la fiscalía federal alemana. Según el diario alemán Bild, se trata de Serhiy K., quien se encontraba a bordo de un velero que fue utilizado en su momento para el sabotaje submarino.

El hombre, de 49 años, se encontraba de vacaciones junto a su familia en la famosa localidad balnearia de Rimini, sobre el mar Adriático. Fue hallado gracias a un sistema de alerta por el cual los dueños de hoteles y demás estructuras de alojamiento de Italia deben obligatoriamente pasarla a la policía los datos de los recién llegados dentro de las primeras 24 horas de su estadía.

El hombre estaba de vacaciones con su mujer y dos hijos de 6 y 9 años, en una estadía de cinco días en un albergue de San Clemente, en la zona sur de la provincia de Rimini. Según la agencia ANSA, viajaba sin temor a ser capturado y con documentos en regla y cuando fue detenido no opuso resistencia: entregó su pasaporte y su teléfono celular sin mostrarse sorprendido.

La ministra alemana de Justicia y Protección del Consumidor, Stefanie Hubig, interviene durante una declaración sobre la detención en el caso de sabotaje de Nord StreamSebastian Gollnow – dpa

El arresto, vinculado a una orden de captura europea emitida por la corte federal de justicia alemana el 18 de agosto pasado, es el primero relacionado al caso, desde el principio envuelto en el misterio, hasta el punto de que hubo versiones que hablaban de un autosabotaje ruso.

Según Bild, el detenido formaría parte del grupo que habría colocado los explosivos en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, cerca de la isla danesa de Bornholm, en el Mar Báltico, en septiembre de 2022. El hombre es acusado de sabotaje y terrorismo.

Los gasoductos Nord Stream, en las profundidades del mar Báltico, fueron construidos para transportar el gas ruso a Alemania y, de allí, a Europa. Después del comienzo de la guerra de agresión rusa contra Ucrania, en febrero de 2022, Alemania dejó de aceptar esos suministros.

Un cartel frente a la estación receptora de gas natural del gasoducto Nord Stream 2 del Mar Báltico en LubminJens Büttner – dpa-Zentralbild

Según la Fiscalía Federal, Serhii K. es uno de los coordinadores de dicha operación de sabotaje. El grupo partió de Rostock a bordo de un velero para llegar al lugar del ataque. Los investigadores creen que el yate fue fletado por una empresa alemana que utilizó documentos e intermediarios falsos.

Las explosiones del 26 de septiembre de 2022 dañaron gravemente ambos oleoductos. Serhii K. será extraditado de Italia a Alemania y comparecerá ante un juez de instrucción, adelantó el Corriere della Sera.

Hace un año, el periódico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), que se sumó a la versión de la justicia alemana, hizo una reconstrucción del sabatoje a los gasoductos submarinos bastante llamativa, que fue desmentida por Kiev.

“En mayo de 2022, un puñado de altos mandos militares ucranianos y empresarios se habían reunido para brindar por los éxitos obtenidos por su país contra el avance de la invasión rusa. Ebrios por el alcohol y el fervor patriótico, alguien sugirió una idea radical: destruir Nord Stream”, relató el diario. “Después de todo, los ductos gemelos (Nord Stream 1 y 2) que transportaban gas ruso a Europa proveían miles de millones a la máquina de guerra al Kremlin. ¿Qué mejor manera de hacer pagar a Vladimir Putin por su agresión?”, añadió.

Zelensky, en una condecoración a Zaluzhny

Según el diario, que se basó sobre todo en fuentes militares ucranianas, el atentado explosivo en las profundidades del Mar Báltico fue realizado bajo la supervisión del comandante en jefe del ejército ucraniano de la época, Valery Zaluzhny. Y pese al cambio de opinión de último momento que habría tenido el presidente Volodimir Zelensky, que habría pedido abortar el plan.

El artículo del WSJ se publicó un día después de las revelaciones de que la investigación judicial alemana sobre el sabotaje se orienta precisamente hacia Ucrania, con una orden de arresto lanzada contra un buzo profesional de esa nacionalidad.

El 26 de septiembre de 2022, cuatro enormes escapes de gas precedidos de explosiones submarinas se produjeron a pocas horas de intervalo en Nord Stream 1 y 2, ductos que unían Rusia y Alemania y transportaban el gas ruso hacia Europa. Ninguno de esos conductos estaba en operaciones en ese momento.

Para el periódico norteamericano, la idea del sabotaje surgió en mayo de 2022, tres meses después de la invasión rusa a Ucrania. Seis personas habrían estado implicadas directamente en esa operación de un costo de unos 300.000 dólares, financiados con dinero privado, aseguró el diario.

“Inicialmente, el presidente Zelensky había aprobado el plan, según un oficial que participaba y tres que conocían el proyecto. Pero después, cuando la CIA se enteró y pidió abandonarlo, el mandatario ordenó que fuera detenido”, escribió el WSJ.

Pero Zaluzhny, entonces comandante en jefe del ejército ucraniano, ignoró la orden. Después del sabotaje, en septiembre de 2022, Zelensky pidió explicaciones a Zaluzhny, según tres personas al corriente de ese intercambio que hablaron con el periódico. El militar le respondió que era demasiado tarde porque ya no era posible comunicarse con el equipo que llevó a cabo el sabotaje, ya que todo contacto podía poner el peligro la operación.

Esta fotografía de archivo, publicada el 27 de septiembre de 2022 por el Mando de Defensa danés, muestra la fuga de gas en el gasoducto Nord Stream 2HANDOUT – DANISH DEFENCE

“Se le dijo [a Zelensky] ‘es como un torpedo, una vez que se lo lanzó contra el enemigo no se lo puede recuperar. Continúa hasta hacer bum’”, describió un alto mando, informado de esa conversación y citado por el diario.

Contactado por el WSJ, Zaluzhny, que fue luego nombrado embajador de Ucrania en Londres, declaró por escrito que no tenía conocimiento de esa operación, y calificó de “provocación” toda afirmación en sentido contrario, insistiendo en que las fuerzas armadas ucranianas no están autorizadas a realizar misiones en el extranjero.

Su versión fue corroborada por un alto responsable de los servicios de inteligencia ucranianos (SBU), quien negó que Zelensky haya aprobado el plan en algún momento.

El año pasado, el propio presidente ucraniano insistió en que su país no era el autor del atentado de 2022. “Soy yo quien da las órdenes. Ucrania jamás hizo algo parecido. Yo no haría nunca semejante cosa”, aseguró.

Los medios alemanes, que revelaron recientemente el avance de la investigación judicial, son mucho más prudentes que el WSJ en cuanto a la implicación de las más altas autoridades ucranianas y tienden, por el contrario, a eximir a Zelensky.