WASHINGTON.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes un plan de intervención directa en la seguridad de al capital del país, Washington D.C., que incluye el despliegue de la Guardia Nacional, el control de la policía local y medidas para retirar de las calles a la población sin techo.
La decisión, comunicada en una conferencia de prensa en la Casa Blanca y a través de una serie de publicaciones en redes sociales, marca un nuevo capítulo en la estrategia de mano dura que el mandatario ha defendido desde el inicio de su segundo mandato.
En una conferencia de prensa junto a la secretaria de Justicia, Pam Bondi, y al secretario de Defensa, Pete Hegseth, el mandatario estadounidense anunció que invocará la Ley de Autonomía de 1973, asumiendo el control federal directo sobre el Departamento de Policía Metropolitana de Washington D.C. y desplegando la Guardia Nacional en toda la capital.
“Estoy anunciando una acción histórica para rescatar la capital de nuestra nación del crimen, el derramamiento de sangre, el caos, la miseria y cosas peores“, declaró Trump. “Se va a desplegar a la Guardia Nacional en Washington para recuperar el orden y la seguridad de la población”, afirmó.
Además, Trump afirmó que le seguirán otras ciudades que también se encuentran “infectadas” por el crimen y la violencia, como Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Baltimore.
“La tasa de homicidio en DC es más alta que la de Bogotá o la de la Ciudad de México, esos lugares que uno escucha que son los peores del mundo”, agregó. “Hoy es el Día de la Liberación en Washington D.C. y vamos a recuperar nuestra capital”, concluyó.
El miembro de la Cámara de Representantes republicano William Timmons publicó el gráfico utilizado para justificar la declaración sobre los índices de homicidios.
Éste fue refutado por la histórica líder demócrata Hillary Clinton, quien publicó un comunicado de la Oficina del Procurador de Estados Unidos, en el cual se indica que “los delitos violentos totales en 2024 son los más bajos en más de 30 años”.
Trump aseguró más temprano en Truth Social que su objetivo es hacer de la capital “más segura y más hermosa que nunca” y afirmó: “¡Hoy se liberará!”. En un tono desafiante, advirtió que “los días de matar o herir sin piedad a personas inocentes” han llegado a su fin.
Entre sus mensajes más polémicos, ayer subrayó que “las personas sin techo tienen que irse inmediatamente” y prometió darles alojamiento “pero lejos del Capitolio”, mientras que, respecto a quienes cometen delitos, sentenció: “Los vamos a meter en la cárcel, donde pertenecen”.
El anuncio llega tras varios días de intensas publicaciones del presidente sobre la situación de seguridad en DC, es decir, el Distrito de Columbia.
Trump describió la ciudad como “llena de tiendas de campaña, miseria, suciedad y delincuencia” y, en varias ocasiones, sugirió que podría tomar control federal pleno sobre su gobierno, lo que implicaría revertir la Ley de Autonomía de 1973. Según fuentes de la Casa Blanca, sus abogados ya analizan esa posibilidad, aunque requeriría una aprobación del Congreso que podría enfrentar fuerte oposición.
La decisión de Trump se habría acelerado después de un violento incidente que involucró a Edward Coristine, exfuncionario del Servicio Secreto y figura visible de la iniciativa de recortes burocráticos conocida como DOGE. Coristine fue atacado en un intento de robo de vehículo por parte de dos adolescentes de 15 años en Maryland, cerca de Washington. Poco después del hecho, Trump publicó una imagen del exagente ensangrentado, advirtiendo que, si “esto continúa”, no tendrá “más opción que tomar control federal de la ciudad”.
En la última semana, el presidente republicano ordenó a las agencias policiales federales aumentar su presencia en Washington durante siete días, con la opción de extender la operación según sea necesario.
El viernes por la noche, el Servicio Secreto, el FBI y una agencia perteneciente al Departamento de Justicia movilizaron a más de 120 oficiales y agentes para reforzar la vigilancia, especialmente en turnos nocturnos. Según funcionarios, los agentes federales fueron enviados incluso desde otras ciudades, como Filadelfia, para apoyar a la policía local en la prevención de robos de autos y otros delitos violentos.
Trump también respaldó propuestas para endurecer el tratamiento penal de menores, incluyendo reducir de 16 a 14 años la edad mínima para ser juzgados como adultos en casos de delitos graves como homicidio, violación o robo a mano armada. La medida cuenta con el apoyo de la fiscal federal Jeanine Pirro, designada por el propio mandatario en mayo.
Sin embargo, las autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa demócrata, Muriel Bowser, cuestionaron el diagnóstico presidencial y la efectividad de la Guardia Nacional para tareas policiales.
“Simplemente creo que ese no es el uso más eficiente de nuestra Guardia”, declaró Bowser, quien subrayó que, según datos oficiales, la delincuencia violenta ha caído un 26% en comparación con el mismo período de 2024. En particular, los homicidios descendieron un 12%, y los arrestos de menores bajaron casi un 20%, con unas 900 detenciones registradas en lo que va del año, de las cuales unas 200 corresponden a delitos violentos y alrededor de 50 a robos de autos, según sus datos.
Bowser, que no puede activar la Guardia Nacional sin autorización federal, advirtió que la ayuda más efectiva sería que el gobierno cubriera las vacantes judiciales del Tribunal Superior de D.C. —algunas abiertas desde hace años— y financiara más fiscales para acelerar procesos judiciales. También criticó las descripciones de Trump sobre Washington como “una de las ciudades más peligrosas del mundo”, calificándolas de “hiperbólicas y falsas”.
“Ninguna de las condiciones que permitirían un mayor control presidencial se da en nuestra ciudad en este momento. No estamos experimentando un aumento repentino de la delincuencia. De hecho, estamos viendo una disminución en las cifras”, afirmó.
“Este tiene que ser el lugar mejor administrado del país, no el peor administrado del país”, afirmó el presidente y agregó que Bowser es “una buena persona que lo ha intentado, pero que le dieron ya muchas oportunidades”.
La intervención federal en D.C. no es un hecho menor. A diferencia de los estados, la ciudad no tiene control sobre su Guardia Nacional, lo que otorga al presidente un margen de maniobra mucho mayor. En la historia reciente, su uso para operaciones internas fue limitado y, cuando se produjo, generó debates sobre el riesgo de militarizar el orden público. Trump ya había enfrentado críticas en su primer mandato, cuando ordenó el despliegue de la Guardia Nacional y fuerzas federales para dispersar manifestaciones pacíficas durante las protestas por la muerte de George Floyd en 2020.
Agencia AP y diario The Washington Post