El mercado automotor argentino vivió en las últimas semanas una fuerte oscilación en los precios medidos en dólares. El detonante fue el movimiento del dólar oficial: si se toma como referencia, el 14 de julio cotizaba a $1243; el 31 de ese mes y el primero de agosto, en medio de una jornada de alta volatilidad, llegó por momentos a $1380; y al 8 de agosto, día de cierre de este artículo, se estabilizó en $1294.
Esta variación dejó un fenómeno llamativo: mientras el tipo de cambio estuvo en su pico, varios modelos resultaron sensiblemente más baratos en dólares que semanas antes, incluso sin que mediara un cambio en las listas de precios.
Por ejemplo, si se toma como referencia al Renault Kwid, el modelo más barato del mercado (listado en agosto por $20.990.000), su valor en dólares pasó de US$16.070 el 14 de julio a US$15.210 el 1° de agosto, para luego volver a US$16.211 el 8 de agosto.
Un comportamiento similar tuvo el Fiat Mobi Trekking (de US$17.210 a US$16.245 y luego a US$17.314) o el Toyota Yaris XS CVT (de US$20.755 a US$19.363 y finalmente US$20.638).
El caso del Hyundai HB20 Comfort Plus MT es ilustrativo: el 14 de julio costaba US$19.214, bajó a US$17.826 con el dólar a $1380, y hoy alcanzó US$18.999.
El único modelo que se mantuvo inalterado fue el JAC S2, cuyo precio está fijado directamente en dólares: US$19.900 tanto en julio como en agosto, sin importar el valor del peso. Por lo tanto, se dio el fenómeno inverso que en la mayoría de los modelos. El 14 de julio se necesitaban $24.735.700 para su compra, el primero de este mes unos $27.462.000 y hoy hacen falta unos $25.750.600.
Los dólares necesarios para comprar un 0km y sus variaciones tienen raíz en, por un lado, las actualizaciones de precios que las automotrices hicieron para agosto y, por el otro, los cambios en la cotización del tipo de cambio.
En agosto, las listas de precios llegaron con aumentos de entre 2,2% y 12% según la marca. Stellantis (Fiat, Citroën, Peugeot, Jeep, RAM y DS) aplicó la suba más alta —12%—, aunque la bonificación del 6,5% otorgada por su red de concesionarios redujo el impacto real. Ford subió en promedio 3%, Toyota un 3,5%, Nissan un 3,7% y Chevrolet un 2,2%.
Consultado por LA NACION los primeros días del mes sobre la relación entre tipo de cambio y precios, Dante Sica, economista y fundador de Abeceb, explicó: “Hoy el pass-through es mucho más bajo y muchísimo más lento porque también las empresas empiezan a ver otras cuestiones más allá del movimiento del tipo de cambio. Empiezan a mirar el mercado. Hay mucha más competencia”.
Sica recordó que hace pocos años, cualquier variación cambiaria se trasladaba casi de inmediato a precios: “Pasamos de una economía totalmente desequilibrada, sin anclas y sin competencia, donde cualquier movimiento del tipo de cambio se trasladaba rápidamente a precios, a una economía más competitiva, más normalizada desde sus fundamentos. Hoy el tipo de cambio es una variable más dentro de un conjunto de decisiones que tenés que tomar”.
El exministro de Producción y Trabajo señaló que cada automotriz define su política en función de factores como el recambio de modelos, la necesidad de liquidar stock o el posicionamiento comercial: “Ya no es una cosa de ‘se mueve el tipo de cambio y todos trasladamos a precios’. Hoy hay montones de factores más. Un mercado más abierto, más jugadores, una oferta cada vez más normalizada y completa. Antes, con alta inflación y precio máximo, vos podías tirar cualquier número porque había una demanda que convalidaba. Hoy ya no convalida”.
La experiencia de estos días muestra que el impacto de un salto cambiario sobre el valor en dólares de los autos puede ser transitorio. Entre el 14 de julio y el 1° de agosto, el encarecimiento del dólar generó caídas de hasta US$1400 en los modelos más accesibles. Sin embargo, cuando la cotización se reacomodó, los valores volvieron rápidamente a niveles previos o levemente superiores.
El salto del dólar a comienzos de agosto también tuvo un efecto inmediato en la operatoria de los concesionarios. Según le explicó a este medio Anabella Guimarey, CEO de la página El Cero Km, “la mayoría de los concesionarios durante las primeras horas del lunes decidieron no vender hasta ajustar precios”.
Ese mismo lunes, por la tarde, la actividad volvió a la normalidad, aunque con valores actualizados: “Se remarcaron bastante los precios en pesos. Hay que diferenciar muy bien entre los precios que pasa la terminal y el de venta a la calle”. En ese punto, Guimarey remarcó que el impacto depende de la marca: “El que más respeta el precio de lista es Toyota, vende a los valores que comunica. En el resto suele haber una diferencia de entre el 5% y 10%, especialmente en el rubro pickups”.
Según explica Guimarey, la reacción del público frente a la brecha cambiaria fue inmediata: “Antes del primero de agosto cuando subió el dólar básicamente salió todo el mundo a comprar autos”. Sin embargo, tras la actualización de las listas, la demanda se moderó: “La gente se retrotrajo un poquito. Ya no vuela en consultas como antes, pero todavía se mantiene el interés y se siguen cerrando operaciones”.
De cara a los próximos meses, anticipa un escenario inestable: “Creo que todo el mundo te va a decir algo parecido: va a haber extrema volatilidad. Hay gente que se va a obligar a decir ‘compro ahora porque después de las elecciones va a ser imposible’ y otra que piensa lo contrario: ‘compro después porque el dólar se va a disparar’. Si veníamos de meses de menos especulación y más compra, ahora va a haber mucho más especulación y un poquitito menos de compra”.
La volatilidad del dólar no solo altera las listas de precios de los 0 km, sino que también repercute en las expectativas del mercado de usados. Según Alejandro Lamas, secretario de la Cámara de Comercio Automotor (CCA), “cuando aumenta mucho el dólar, hay más gente consultando, porque los autos figuran y se venden en pesos. Claramente se abaratan, entonces la gente entiende que va a encontrar una oportunidad: que en vez de gastar US$ 15.000, quiere gastar US$ 13.000 por el mismo artículo”.
En los usados, el vínculo con la cotización es más indirecto: “El precio del usado siempre va en relación al precio del 0 km. Si el 0km está en dólares, no te va a modificar nada; vas a tener variación cuando el precio del 0 km está en pesos”, explicó el especialista. Otro factor es la relación entre el tipo de cambio oficial y el dólar blue: “Hoy no tenés una brecha positiva, al revés. Y la gente que no está acostumbrada a seguir el oficial, sigue el blue. Cuando hay una brecha alta, aparecen compradores; es cíclico”, agregó Lamas.
El último retroceso de la moneda norteamericana moderó la búsqueda de oportunidades. “Se frenan las consultas de costo-oportunidad, quedan las compras reales: el que ya lo tenía decidido, más allá del billete”, indicó Lamas.
Así, se producen modificaciones a lo largo del mes que se ligan al precio de lista, pero se reacomodan acorde a los movimientos del mercado. “Por ahí aumentaron un 12%, se dan cuenta que se pasaron y aplican una bonificación. El precio de lista queda, pero el valor real es menor. Además, hay más competencia y todos se miran de reojo: si uno mueve, el otro piensa que va a hacer”, cerró.
La entrada Cuántos dólares se necesitan para comprar un auto 0km y por qué el número varía constantemente se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.