Casi un tercio de los ciudadanos de la isla de Tuvalu solicitaron un novedoso visado climático para vivir en Australia ante el peligro de desaparecer bajo el mar. Este archipiélago de largas playas está en primera línea de la crisis climática: dos de los nueve atolones que lo componen ya desaparecieron y los científicos temen que el resto lo haga en los próximos 80 años.
Ante la dramática situación, Australia ofrece anualmente visados a 280 ciudadanos de Tuvalu en el marco de un acuerdo de migración climática que Canberra describe como “el primero de este tipo en el mundo”.
Según datos oficiales de este programa, 3125 tuvaluanos presentaron su solicitud para la primera tanda de estos visados. Las inscripciones, que cuestan aproximadamente 16 dólares, estuvieron abiertas hasta el 18 de julio.
La cifra provisional de personas que presentaron la solicitud se acerca a un tercio de los 10.643 habitantes del pequeño país, el segundo menos poblado del mundo después del Vaticano. Los visados -que permitirán que los beneficiados puedan vivir, estudiar y trabajar en Australia- se asignarán por sorteo.
“Australia reconoce el devastador impacto que el cambio climático tiene en las formas de vida, la seguridad y el bienestar de los países y poblaciones vulnerables al clima, especialmente en la región del Pacífico”, dijo el departamento de Relaciones Exteriores de Australia a la agencia AFP.
“Este es el primer acuerdo de este tipo en el mundo, ofreciendo un camino para la movilidad con dignidad cuando el impacto del clima se agrava”, agregó un portavoz. El pacto firmado en 2024 se enmarca también en una estrategia de Australia para frenar el avance de la influencia china en la región del Pacífico Sur.
Tuvalu es uno de los 12 países del mundo (junto con la Ciudad del Vaticano) que reconocen a Taiwán en lugar de a China, por lo que Pekín se esfuerza por convencer a Tuvalu de que cambie de alianza diplomática.
Aunque celebrado como una novedosa respuesta a la migración forzada por el cambio climático, el programa genera temores de una posible fuga de talento joven de un país tan pequeño como Tuvalu. El acuerdo también compromete a Australia a defender y ayudar a Tuvalu en caso de desastres naturales, pandemias o “agresión militar”.
En tanto, en octubre de 2023 Tuvalu enmendó su Constitución para declarar que la nación mantendrá su condición de Estado y sus zonas marítimas, lo que significa que seguirá afirmando su soberanía y ciudadanía, aunque ya no tenga tierra. El gobierno anunció también un plan para crear un clon de sí mismo en el metaverso para preservar su historia y cultura en línea para que la gente pueda utilizar la realidad virtual para visitar las islas mucho después de que estén bajo el agua.
Con información de AFP y The Washington Post