Corteva, el gigante agrícola con una valuación bursátil de unos 50.000 millones de dólares, analiza una posible escisión de sus negocios de semillas y de protección de cultivos, lo que daría lugar a dos firmas independientes. Así lo informó The Wall Street Journal. Si bien la decisión todavía no está cerrada, el plan podría anunciarse en breve, según fuentes cercanas al proceso, consignó el medio.
La compañía, que nació en 2019 tras la separación de DowDuPont, se sumaría así a la ola de reestructuraciones corporativas que en 2025 buscan seducir a los inversores, una estrategia similar a la de Kraft Heinz y Warner Bros. Desde su debut en bolsa, el valor de Corteva se disparó cerca de un 150%, con un alza superior al 25% solo en lo que va del año, indicaron.
En agosto pasado, Chuck Magro, CEO de Corteva Agriscience, quien asumió en 2021, dijo a Reuters que, a pesar de la volatilidad macroeconómica, el negocio global de Corteva venía fuerte. Por eso la empresa ajustó al alza sus expectativas de ventas y utilidades para el año.
El periódico neoyorquino señaló que la escisión aún no está confirmada oficialmente, aunque podría anunciarse pronto “salvo imprevistos de último momento”. Tampoco han trascendido detalles oficiales de cómo sería esa división si se concreta: estructura, tiempos, responsabilidades legales, etc.
Corteva abastece a productores desde Iowa hasta la Argentina con semillas y agroquímicos. Junto con Bayer concentra alrededor del 70% de la soja y el maíz que se siembran en Estados Unidos, de acuerdo con datos oficiales.
En medio de los rumores de los posibles cambios en la empresa, este viernes cerró en la bolsa de Nasdaq a US$74,29, una suba de alrededor del 1,78% respecto al día anterior. La firma no participó del último Farm Progress Show, según se conoció en el evento, por “decisiones comerciales”.
Tal como citó el medio, de concretarse, la escisión podría abrir la puerta a una nueva ola de fusiones y adquisiciones en el agro global, solo comparable a la que se vivió a fines de la década pasada con Bayer-Monsanto y ChemChina-Syngenta.
Según señaló Magro en una entrevista con LA NACION, Corteva es una empresa global especializada en soluciones agrícolas, con 22.000 empleados en 130 países, y se muestra optimista respecto del potencial de la empresa en la Argentina.
“A lo largo de los años, vi muchas mejoras en la agricultura, por lo que mi expectativa es que, con el tiempo, el país se convierta en un actor más importante para la empresa. Desde Corteva intentamos llevar tecnología de vanguardia a los agricultores, como la plataforma Enlist, que hoy es utilizada en alrededor del 65% de la superficie cultivada con soja en los Estados Unidos. Soy optimista sobre el futuro de la agricultura en el país, pero tengo una preocupación: debemos seguir trabajando para asegurarnos de que los agricultores argentinos sean competitivos a nivel mundial. Y para ello se tiene que dar una combinación de factores, que incluye no solo el acceso a la tecnología, sino también el sistema regulatorio», analizó.
Augusto Famulari
Consultado sobre posibles fusiones, adquisiciones o cambios, había señalado: “Gran parte del capital de riesgo se está invirtiendo en nuevas áreas de la agricultura, como la edición genética, los productos biológicos y los biocombustibles. Hay muchas pequeñas empresas y emprendedores que inician negocios utilizando nuevas tecnologías: esa será un área en la que probablemente se vean fusiones y adquisiciones», dijo.
En tanto, había señalado que entre las grandes empresas no creía que “haya mucho interés en fusiones y adquisiciones significativas de tipo transformador”. Y agregó: “Acabamos de pasar una década de eso y Corteva formó parte de esa historia. No sé si podría o debería haber más. Desde Corteva, eso no es algo en lo que estemos realmente centrados. Creemos que tendremos la oportunidad de adquirir tecnología de empresas más pequeñas cuando esté disponible. Así lo hicimos en 2022, cuando compramos dos empresas. Por un lado, adquirimos Stoller, una compañía estadounidense de productos biológicos, que tiene el 70% de su negocio concentrado en Latinoamérica. Y por el otro, adquirimos Symborg, una biotecnológica española que ofrece una tecnología realmente interesante: se trata de una fijación microbiana de nitrógeno, un organismo vivo que puede tomar nitrógeno del aire y aplicarlo al cultivo», aclaró.