Banco Macro captó US$400 millones del mercado global con un bono a 4 años

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Banco Macro captó hoy del mercado global US$400 millones mediante un bono de deuda que emitió con vencimiento a cuatro años, un financiamiento al que accedió tras validar un rendimiento del 8,25% anual. Se trató de una tasa levemente por debajo de lo que se especulaba esta mañana, cuando decidió abrir el libro para recibir ofertas -llegaron posturas de compra por algo más de US$500 millones-, luego de haber postergado la operación la semana pasada.

Lo hizo mediante la emisión de Obligaciones Negociables Simples —no convertibles en acciones— Clase G, pagaderas en dólares estadounidenses en el exterior, a tasa de interés fija, con vencimiento en junio de 2029. Colocó los papeles a US$99,163 por cada lámina de US$100 nominales y abonará dos servicios semestrales de interés, a una tasa del 8% anual para sus tenedores.

Esto significa que pagó la misma tasa de acceso al financiamiento que pactó recientemente el Banco Central (BCRA) al tomar un préstamo repo de siete bancos internacionales (tasa SOFR en dólares estadounidenses más un margen de 4,50%).

Jorge Brito, presidente del Banco Macro

La entidad, cuya acción cotiza también en Wall Street y que preside Jorge Brito, había informado inicialmente su intención de captar US$300 millones, aunque había aclarado que la emisión podía ampliarse hasta US$500 millones en el marco de su Programa Global de Emisión de Obligaciones Negociables a Mediano Plazo, por un valor nominal de US$1500 millones (o su equivalente en otras monedas y/o unidades monetarias).

La colocación estuvo a cargo, en el tramo internacional, de Bank of America Securities Inc. y JP Morgan Securities LLC, mientras que los colocadores locales fueron Macro Securities, Balanz Capital Valores y Latin Securities S.A. El ingreso, según pudo saber LA NACION, se sumará a la liquidez con que ya cuenta el banco para seguir activo en la oferta de crédito.

En octubre de 2024, quien había abierto el camino en el sector fue Banco Galicia, que también colocó una ON a 4 años, por US$325 millones, con un cupón de intereses del 7,75% y un precio de colocación del 99,578% por cada lámina de 100 nominales, lo que implicó un rendimiento del 7,875%. Sin embargo, lo hizo en un contexto de mercado distinto, cuando, por ejemplo, la tasa a 10 años de EE.UU. estaba aún algo por debajo del 4% anual, contra el 4,39% actual.

La emisión, al ser a mediano plazo, debe interpretarse en el marco de la búsqueda de liquidez en dólares (fondeo) que iniciaron los bancos luego de que el BCRA flexibilizara, a fines de febrero, las restricciones impuestas tras el estallido de la convertibilidad, que básicamente solo permitían a los bancos dar créditos en dólares a quienes tuvieran ingresos en dólares (es decir, exportadores) para evitar un descalce de monedas que en aquel momento casi lleva al sistema bancario a la quiebra.

Desde hace cuatro meses, se amplió el acceso posible a estos créditos, aunque únicamente en casos en los que las entidades utilicen divisas obtenidas en el exterior, ya sea mediante líneas de crédito internacionales o a través de colocaciones de deuda (ON).

Es decir, los bancos no pueden usar los depósitos en dólares captados de ahorristas locales para prestar a empresas que no tengan ingresos en esa moneda. Estos depósitos siguen alcanzados por la restricción del artículo 23 del decreto 905/2002.

La expectativa en los grandes bancos privados, que buscan nuevas oportunidades en un contexto en el que sus resultados comienzan a verse afectados por la caída de los ingresos financieros (ante menores rendimientos de la deuda pública), es que el BCRA flexibilice aún más esta norma.

Concretamente, plantean que se habilite, por ejemplo, la posibilidad de asistir en dólares a grandes empresas que, si bien recaudan en pesos, cuentan con estructuras financieras que les permitirían tomar coberturas cambiarias si decidieran endeudarse en dólares. Muchas de ellas, además, ya están autorizadas a emitir deuda en moneda extranjera en el mercado de capitales. “La idea es que el sistema pueda acompañar desarrollos de infraestructura, por ejemplo”, explicaron en un banco privado líder.

Dólares debajo del colchónShutterstock

Parte de esa ilusión, y de los pedidos al respecto que ya algunos le realizaron al BCRA, deviene del impulso público que el propio Gobierno quiere darle a los pagos de planes en cuotas en dólares para que sean masivos, en el marco de los incentivos planteados por el Plan Colchón.

Por lo pronto, los préstamos en dólares a privados, que fueron un boom desde el inicio de la gestión Milei, están amesetándose durante el actual mes de junio tras superar su stock los US$15.500 millones (mayor nivel en ocho años), según los últimos datos oficiales,