JERUSALEN.- En medio de la cada vez más alarmante guerra entre Israel e Irán -que sigue cosechando víctimas en ambos lados-, el profesor Zvi Eckstein, prestigioso economista que trabajó en el Banco de Israel, le teme más al impacto económico de este conflicto, que a los misiles iraníes.
Está convencido de que si uno sigue las indicaciones del Comando Central y corre a un lugar seguro, que por suerte él tiene en su edificio de Tel Aviv, no hay nada que temer.
A Eckstein, director del Instituto Aaron de Política Económica de la Universidad Reichman, lo que sí le preocupa es el impacto negativo de la guerra en la economía israelí, que podría llegar a contraerse en forma dramática, como en los tiempos del Covid.
“Es como lo que ha sucedido durante la pandemia. El impacto de la guerra con Irán, debido al ataque con misiles, obliga a la gente a quedarse en casa. Y eso tiene un gran impacto en la economía. Y prevemos que esto hará que la economía probablemente ni siquiera crezca este año o incluso tenga un crecimiento negativo. Todo depende de cuánto tiempo dure la guerra”, advirtió, en una entrevista con LA NACION.
De hecho, si no fuera porque todas las noches llueven misiles y se activan las alarmas, todos comparan la situación de ahora con los tiempos del Covid. También en este país de 10 millones de habitantes todos estaban encerrados, con todo cerrado salvo negocios esenciales y restricciones de movimiento.
“La situación se agrava porque por el estado de emergencia cierran restaurantes, muchas actividades, escuelas, etc. Mucha gente se queda en casa sin trabajar. Y, especialmente, los pequeños negocios que no están trabajando, como los que ofrecen autoservicio, no pueden volver a trabajar. También se cierran las tiendas y centros comerciales, el consumo disminuye y esto tiene un impacto negativo en la economía. Todo muy similar a lo que pasó durante el Covid. El gobierno te dice que te quedes en casa. Y si no puedes trabajar desde casa, como yo, la economía se contrae”, explicó.
Licenciado en Economía en la Universidad de Tel Aviv y con un doctorado en la Universidad de Minnesota, Eckstein destacó que, aunque parezca extraño, en los dos últimos años, pese a la guerra en Gaza -represalia del brutal asalto del grupo terrorista Hamas del 7 de octubre de 2023-, a la economía israelí no le fue tan mal. En 2023, si bien se esperaba un crecimiento del 3%, después del 7 de octubre, finalmente fue del 2%; y en 2024, con la continuación de una guerra que aún sigue aunque ahora mediáticamente olvidada, del 1%.
“La gente debe entender que, en términos de tasas de crecimiento del PBI, aunque teníamos a unas 250.000 personas en reserva, gastaban mucho dinero en seguridad. Pero, sin duda, el déficit era bastante alto, ya que el ejército gastó mucho dinero y, con ese gasto, la tasa de crecimiento fue del 1% positivo”, indicó. Esto hizo aumentar la deuda pública del 60 al 63% del PBI en 2023, luego al 68% del PBI en 2024.
Y en el explosivo escenario actual, con la guerra en Irán, con la de Gaza que sigue y con la amenaza de sanciones de parte de la Unión Europea (UE), el profesor Eckstein teme que en 2025 pueda llegar dispararse hasta el 75 o 76% y en 2026, al 80%. Se trata de cifras que, comparadas con la deuda pública italiana (equivalente a más del 160% de su PBI), no es nada. Pero que es inmensa para un país pequeño como Israel y que, para él, “supone un grave riesgo para los servicios sociales, aumentos de impuestos y una rebaja de la calificación crediticia”. “Y esta guerra, si se prolongara un mes, aumentará el impacto negativo en la economía mucho más que antes”, advirtió.
Quienes quedaron con su casa destruida o debieron ser evacuados tendrán subsidios e indemnizaciones, que también deberán darle a todos los que no pueden trabajar, como durante la pandemia. “Tenemos una seguridad social relativamente desarrollada”, apuntó, al admitir que son sin precedente las imágenes de destrucción de los últimos días debido a la contraofensiva iraní.
“Es la primera vez que los iraníes buscan en sus objetivos una población urbana densa. Y no solo densa, sino también una población urbana con casas antiguas”, puntualizó, al recordar que en los ataques iraníes de abril y octubre de 2024 los objetivos de Teherán habían sido militares.
“Cuando un misil de 400 o 500 toneladas impacta, causa un daño enorme. Según informaron, la mayoría de los muertos eran personas que no estaban en lo que llamamos refugios. Y algunas casas no tienen refugios dentro del apartamento, por ejemplo, en algunos pueblos de árabes-israelíes, así que, tuvieron que ir a un refugio público y, por desgracia, una o dos familias no lo hicieron”, añadió.
En cuanto a la caída del mercado de valores de Tel Aviv, consideró que era algo esperable. “Cada vez que hay una guerra algunos retiran sus inversiones y se cambian a activos más seguros. Por lo tanto, es razonable suponer que el mercado bursátil baje”, dijo. “Son estándares del impacto de un shock negativo en la economía”, añadió.
Por otro lado, subrayó que Israel, pese a los últimos 20 meses de guerra, en términos de producción sigue exportando, y bien, armas, high tech, manufactura de alta calidad, elementos médicos y sobre todo, servicios.
“Las personas que trabajan en la alta tecnología están en gran parte en la reserva. Son jóvenes y altamente calificados que también pertenecen al ejército. Así que, la proporción de la reserva es el doble que la del resto de la economía, pero, a pesar de estar en la reserva, la producción de alta tecnología ha aumentado en 2024… Así que es un rompecabezas interesante”, comentó.
Admitió, por otro lado, que “el turismo está muerto”, aunque relativizó el impacto de este sector en la economía, ya que representa apenas el 2% del PBI. Y subrayó que hasta el viernes pasado -cuando comenzó el ataque contra Irán-, de todos modos, y debido a que la gran mayoría de las aerolíneas por la guerra en Gaza habían suspendido sus vuelos y es muy caro viajar al exterior, había bastante turismo interno.
El profesor Eckstein, de 76 años, sí se manifestó preocupado por las sanciones que estaba analizando la Unión Europea (UE) contra Israel por sus crímenes de guerra y haber violado las leyes internacionales humanitarias en Gaza, algo que consideró “una amenaza potencial” para la economía. “Europa es un socio muy importante para nuestro comercio: representa aproximadamente el 30% de nuestras exportaciones y cualquier sanción económica, que incluiría la colaboración académica, tendría un impacto negativo en la economía”, advirtió.
La revisión del tratado comercial especial con la UE quedó en suspenso a partir de la guerra contra Irán, a grandes rasgos respaldada en Occidente, que busca de todos modos una desescalada.
Como la mayoría de los israelíes, si bien cuestionó el manejo de la guerra en Gaza, Eckstein se pronunció a favor del nuevo frente iraní.
“Diría que apoyo la guerra en general porque el precio que hemos pagado hasta ahora, y el precio que preveo que pagaríamos, sería relativamente pequeño en comparación con las ganancias de que hayamos eliminado la amenaza nuclear iraní”, dijo. “Es una cuestión de supervivencia para mí, que vivo en Israel y no puedo imaginar un país capaz de fabricar armas nucleares para matarme. Ellos nos están amenazando, nosotros nunca amenazamos a Irán, nunca les hicimos nada a los iraníes”, aseguró.
Preguntado si Estados Unidos le proporciona a Israel armas, aviones de guerra, municiones y demás elementos militares en forma gratuita, o si deben pagar, el economista contestó que “¡claro que pagamos por todo esto!”. “Tenemos un acuerdo anual por el cual pagan alrededor de 4 mil millones de dólares al año en municiones que Estados Unidos comprará para esta guerra. La administración Biden proporcionó, si mal no recuerdo, unos 16 o 17 mil millones de dólares adicionales, distribuidos en dos o tres años. Pero eso es todo. Lo que pagan los estadounidenses y todo lo que compramos lo pagamos con el dinero que se nos ha reservado o con los impuestos que recaudamos de nuestros ciudadanos”, explicó.
Al ser consultado sobre cómo vive este momento de máxima tensión y alerta permanente, finalmente, Eckstein se mostró confiado. “Vemos la superioridad de la fuerza aérea israelí y la gente no la subestima. Esta es la primera gran guerra internacional en dos años y ni un solo avión se ha estrellado, ni un solo piloto ha fallado. Controlamos el espacio aéreo en todo Medio Oriente y ahora controlamos completamente el espacio aéreo sobre Irán. Contamos con el respaldo de Estados Unidos y de los principales países europeos, así que, quizás estoy preocupado cada vez que bajo al refugio cuando hay una alerta, pero creo que el refugio de mi casa es muy bueno: lo construí hace 30 años”, concluyó.