Las canastas usadas para medir la pobreza y la indigencia aumentaron mucho menos que la inflación en enero

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La canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) aumentaron 0,9% en enero, con lo que empezaron el año en la misma línea de los últimos meses de 2024; es decir, con incrementos por debajo de la inflación, que en igual período tuvo un incremento de 2,2%.

El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de cuyo informe se desprende, además, que ambas subieron menos que los precios en la comparación interanual. La CBA se encareció 58,8% en esa medición y la CBA aumentó 73,2%, frente a un índice de precios al consumidor (IPC) de 84,5%, en igual período.

No se trata de un dato menor, puesto que la CBA se utiliza para determinar la línea de la indigencia, mientras que la CBA se usa para delimitar el umbral de la pobreza. Dado que ambas crecen menos que los precios, es de esperar que eso contribuya a reducir el número de indigentes y de pobres (máxime que, según se informó este miércoles, los salarios informales tuvieron una suba real de 6,8% en diciembre y de 36,2% en todo 2024).

Aún así, el monto necesario para que una familia tipo no sea considerada pobre sigue siendo elevado y todavía difícil de alcanzar para los hogares de menores ingresos. Según el Indec, en enero una familia tipo, compuesta por cuatro integrantes (un hombre de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años), necesitó $1.033.716 para no caer bajo la línea de pobreza. En el caso de un adulto individual, esa cifra fue de $334.536.

En igual sentido, para no ser consignada como indigente, una familia tipo, con la misma composición que la del anterior caso, necesitó $453.384, mientras que para un adulto individual la cifra requerida ascendió a los $146.726.

El economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), enfatizó que la desaceleración de la CBA, que rompió el piso de 1% mensual, es muy positiva. “Además, es notable ver la caída en la tasa interanual. En diciembre dio 106,6%, mientras que ahora, en enero, arrojó 73,2%. Fue una reducción abrupta”, comentó.

Para Colina, esta desaceleración de la CBA redundará en una disminución de la pobreza. “La última vez que se vio un caso así [de una alza menor al 1% mensual] fue al inicio de la pandemia de Covid-19, cuando la gente no demandaba, y otra fue en diciembre de 2018, pero se trató de un hecho muy casual porque ya venía la inflación acelerada. En cambio, ahora, como la inflación viene desacelerada, parece ser que ya la CBT se va a estabilizar, lo cual, sumado a la recuperación de los salarios informales conocida este miércoles, la pobreza va a empezar a caer”, explicó el economista.

De hecho, tal como publicó este medio, según un informe de la Universidad Torcuato Di Tella, la tasa de pobreza habría estado en torno al 36,8% en el segundo semestre de 2024, menor que el 52,9% de la primera parte de ese año y por debajo del 41,8% que finalizó 2023.

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