En la era de la hiperproductividad y los tiempos acelerados, el estrés y la ansiedad se convirtieron en estados recurrentes en las personas. Frente a estos síntomas de la sociedad actual, los animales tienen un rol fundamental ya que el amor incondicional de una mascota puede brindar más que compañía, según destacaron en la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena).
Según la entidad, en la Argentina la adopción de mascotas aumentó considerablemente en la pandemia, lo que refleja su rol de compañía y su impacto positivo en las personas. “El país encabeza el ranking global de tenencia de mascotas, con el 80% de sus hogares conviviendo con al menos un animal, según un relevamiento de la consultora GFK”, dijo.
Señaló que algunos estudios señalan que la relación entre humanos y animales promueve la liberación de oxitocina, vasopresina y endorfinas, denominadas “hormonas de la felicidad”. Precisó que disminuyen las hormonas asociadas con el estrés, como el cortisol.
“Por su parte, en Global Alliance of Pet Food Associations (GAPFA) sostienen que se ha demostrado que las personas que comparten el hogar con mascotas presentan respuestas fisiológicas más saludables al estrés, incluyendo una frecuencia cardíaca y presión arterial basales más bajas, una menor reactividad cardiovascular y una recuperación más rápida ante factores de estrés leves”, expresó.
“Sin lugar a dudas, los animales tienen un rol fundamental en la vida de los argentinos. Sin embargo, desde la cámara, queremos reforzar los cuidados que también precisan y deben tener las mascotas. Desde su correcta alimentación y contar con un espacio limpio hasta compartir con ellas tiempo de calidad y brindarles la atención médica necesaria con regularidad”, expresó Sebastián Dates, gerente general de Caena.
Recordaron que hoy se celebra en la Argentina el Día del Animal, en memoria del fallecimiento del doctor Ignacio Lucas Albarracín, fundador de la Sociedad Protectora de Animales y precursor de la Ley Nacional de Protección de Animales (Nº 2786). Promulgada en 1891, esta ley expresaba por primera vez en el país la obligatoriedad de brindar protección a los animales, impidiendo su maltrato y caza.