Un día después de las múltiples explosiones de una tanda de pagers presuntamente infiltrados por el Mossad en el Líbano, este miércoles se produjo una nueva ola de detonaciones.
Se trata de radios de mano, conocidas comúnmente como walkie talkies. Una de las explosiones tuvo lugar en el lugar donde se realizaba un funeral de miembros del grupo Hezbollah, fallecidos en los atentados de ayer.
Los primeros reportes indican tres muertos y al menos un centenar de heridos, según comentó AP. En el golpe del martes, habían muerto doce personas y otras 2800 resultaron heridas.
De acuerdo a la información de la agencia Reuters, esta partida de walkie talkies habría sido comprada por Hezbollah en la misma época que los pagers detonados el martes. Fue hace unos cinco meses, según lo afirmó una fuente del área de Seguridad, que pidió estricta confidencialidad.
Al igual que ocurre con los pagers, los Walkie-Talkie VHF (de alta frecuencia, por sus siglas en inglés), son dispositivos de comunicación muy utilizados por las redes de Hezbollah en el Líbano y zonas aledañas. Es que al ser analógicos y no contar con conexión a internet, las cúpulas los utilizan para mantener comunicaciones más seguras, a salvo de posibles interferencias o hackeos de Israel.
“El teléfono que tenemos en la mano —yo no tengo un teléfono en la mano— es un dispositivo de escucha”, advirtió el jefe de Hezbollah Hassan Nasrallah, en un discurso en febrero.
Más tarde añadió: “Les digo que el teléfono en sus manos, en las manos de su esposa, y en las manos de sus hijos, es el agente. Es un agente mortal, no uno cualquiera. Es un agente mortal que proporciona información específica y fiable. Por lo tanto, hacerle frente requiere una gran seriedad”.
Tecnologías como los pagers o Walkie Talkie funcionan en una red móvil diferente de la de los celulares, lo que los hace más resilientes ante emergencias, uno de los motivos por los que hospitales de todo el mundo aún los utilizan.