Gelsenkirchen, Alemania.— Unos 30 millones de euros (alrededor de 35 millones de dólares) habrían sido sustraídos durante un espectacular asalto a la sala de cofres de seguridad de una sucursal del banco Sparkasse en la ciudad alemana de Gelsenkirchen, según estimaciones preliminares de los investigadores. El golpe, por su escala y sofisticación, encendió las alarmas entre las autoridades y desató una ola de preocupación entre miles de clientes.
De acuerdo con fuentes de seguridad, los delincuentes forzaron o destruyeron alrededor de 3200 cofres, lo que afectó a más de 2500 clientes particulares y empresas que guardaban allí dinero en efectivo, joyas y documentos de alto valor. Por la magnitud del botín y la cantidad de damnificados, el caso podría convertirse en uno de los mayores robos a una entidad bancaria en la historia criminal reciente de Alemania.
El asalto fue descubierto en la madrugada del lunes, luego de que se activara una alarma contra incendios en el edificio, lo que alertó a los servicios de emergencia. Cuando los primeros agentes llegaron al lugar, encontraron signos claros de un acceso forzado a sectores internos del banco, incluida la cámara acorazada.
A partir de ese momento, el episodio desató una creciente ola de enojo, incertidumbre y temor entre los clientes afectados. Por segundo día consecutivo, este martes unas 200 personas se concentraron frente a la sucursal, ubicada en el barrio de Buer, para exigir explicaciones sobre el destino de sus pertenencias y los pasos que seguirá el banco para indemnizarlos.
Algunos manifestantes coreaban “¡Queremos entrar!” y reclamaban mayor transparencia, mientras la tensión crecía frente al edificio. En medio de ese clima, varias personas lograron ingresar al vestíbulo tras sobrepasar al personal de seguridad privada, lo que obligó a una rápida intervención policial.
Las fuerzas de seguridad desplegaron entonces varias patrullas, acordonaron la zona, aseguraron el acceso al inmueble y ordenaron el cierre total de la sucursal.
Según las primeras investigaciones, los autores del robo habrían accedido al edificio a través de un estacionamiento subterráneo, desde donde atravesaron varias puertas internas sin ser detectados. El recorrido los condujo hasta una sala de archivos, desde la cual perforaron una pared con un taladro especial de uso industrial para ingresar a la cámara acorazada.
La policía aseguró pruebas en el lugar durante toda la jornada del lunes, incluidos restos de herramientas, fragmentos de la pared perforada y registros de cámaras de seguridad, que ahora están siendo analizados para reconstruir el recorrido de los asaltantes y determinar cuántas personas participaron en el operativo.
En un comunicado difundido en su página web, Sparkasse Gelsenkirchen pidió a los clientes que eviten concurrir a la sucursal mientras avanza la investigación. “Actualmente estamos coordinando con la aseguradora cómo llevar adelante el proceso de indemnización de la manera más favorable posible para los clientes. Para ello, informaremos a todas las clientas y clientes afectados de forma individual”, señaló la entidad.
El golpe en Gelsenkirchen se produce además en un contexto de creciente preocupación en Europa por robos de alto perfil, tanto en instituciones financieras como culturales. Meses atrás, el Museo del Louvre, en París, confirmó la sustracción de varias piezas durante un robo que volvió a encender las alarmas sobre la vulnerabilidad de edificios considerados de máxima seguridad.
En Alemania, el asalto a la sucursal de Sparkasse reavivó además el recuerdo de otros golpes millonarios ocurridos en los últimos años, en los que los delincuentes recurrieron a métodos cada vez más sofisticados, desde túneles subterráneos hasta el uso de explosivos o maquinaria especializada.
Mientras tanto, la investigación continúa para esclarecer cómo se planificó y ejecutó el asalto en Gelsenkirchen y para dar con los responsables de uno de los golpes más impactantes de los últimos años en el país. Las autoridades no descartan que se trate de una red criminal organizada con experiencia previa en robos de gran escala.
Agencia DPA