RÍO DE JANEIRO.- Un avión ultraliviano que volaba con una pancarta publicitaria cayó al mar frente a la playa de Copacabana en Río de Janeiro el sábado por la tarde, causando la muerte del piloto, informaron las autoridades locales.
Tras dos horas y media de búsqueda, los bomberos encontraron el cuerpo del piloto, que fue trasladado al 1er Grupo de Rescate Marítimo en Botafogo. Según la alcaldía, Visual Propaganda Aérea, propietaria del avión, no tenía autorización para realizar esta campaña publicitaria.
Equipos de rescate del departamento de bomberos estaban trabajando en el lugar utilizando motos acuáticas, botes inflables, buzos y apoyo aéreo. La búsqueda también incluía equipos de sonar para ayudar a localizar posibles víctimas adicionales y restos de la avioneta.
Imágenes de cámaras de seguridad difundidas por las autoridades muestran el momento en que el avión se sumerge en el mar frente a la playa, alrededor de las 12.30 del mediodía, hora local. Tras el accidente, la Fuerza Aérea Brasileña informó que abrió una investigación para determinar las causas del siniestro, que involucró a una aeronave Cessna 170A.
Según testigos, estas avionetas suelen sobrevolar la costa con publicidad, pero en este caso el ultraliviano se encontraba más mar adentro al momento de estrellarse. Una mujer que presenció el hecho relató que se escuchó un fuerte estruendo en el instante del impacto, seguido de la caída de la pancarta publicitaria que transportaba.
En un comunicado, la Fuerza Aérea precisó que investigadores del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) iniciaron las pericias sobre la aeronave, identificada con la matrícula PT-AGB. El informe no aclara si el ultraliviano contaba con autorización para volar, aunque sí confirmó que no tenía la licencia municipal requerida para realizar publicidad aérea.
La FAB subrayó que las investigaciones del Cenipa tienen como único objetivo contribuir a la prevención de futuros accidentes aeronáuticos y que no buscan establecer responsabilidades civiles o penales, sino identificar posibles factores que hayan contribuido al hecho para reforzar la seguridad del transporte aéreo.
Por su parte, el Cuerpo de Bomberos informó que fue alertado del accidente a las 12.34 y que, hacia las 14.15, los rescatistas abandonaron el mar tras recuperar la pancarta publicitaria de la aeronave siniestrada.
El óptico Edmar Cabral Bezerra, de 58 años, contó que acababa de salir del mar cuando escuchó un fuerte ruido. “Me senté en la arena y oí un fuerte estruendo. La gente a mi lado dijo que era un ultraliviano. Esto es complicado porque es la vida, y estamos a fin de año, en época de celebración”, lamentó.
La playa de Copacabana estaba abarrotada en el momento del accidente.
Según los bañistas, unos diez minutos después de que el ultraliviano se estrellara, las otras aeronaves que volaban sobre la arena con publicidad dejaron de pasar sobre Copacabana.
Diario O Globo/GDA