SÍDNEY.– La conmoción por el ataque terrorista perpetrado el domingo contra una celebración judía en Bondi Beach, en Sídney, que dejó al menos 16 muertos –entre ellos un ciudadano israelí– , generó una ola inmediata de repudios y mensajes de solidaridad por parte de líderes y gobiernos de todo el mundo. Desde Estados Unidos y Europa hasta Medio Oriente y Asia, las reacciones coincidieron en la condena del antisemitismo y la violencia extremista, aunque en algunos casos también expusieron tensiones políticas de fondo vinculadas al conflicto en Medio Oriente.
El episodio, calificado por el primer ministro australiano Anthony Albanese como un “ataque selectivo” y “más allá de toda comprensión”, ocurrió durante la celebración de Janucá y volvió a poner en el centro del debate internacional el aumento de los actos antisemitas a nivel global. “Como primer ministro, en nombre de todos los australianos, a la comunidad judía les digo: los apoyamos, los abrazamos y reafirmamos que tienen todo el derecho a vivir y practicar su fe en paz y seguridad”, afirmó Albanese en una conferencia de prensa en Canberra, al anunciar además que se destinarán todos los recursos necesarios para garantizar la protección de la comunidad judía.
Desde Israel, el ataque fue condenado con dureza. El presidente Isaac Herzog lo calificó de “cruel” y denunció una “enorme ola de antisemitismo” en Australia, mientras confirmó que al menos un ciudadano israelí murió y otro resultó herido.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu fue más allá y utilizó el atentado para criticar directamente al gobierno australiano. En un mensaje difundido el domingo, arremetió contra Albanese por haber reconocido un Estado palestino en septiembre, durante la Asamblea General de la ONU, y sostuvo que esa decisión “echa leña al fuego del antisemitismo”. Netanyahu insistió en que el impulso internacional a favor de un Estado palestino “recompensa a Hamas”.
Estados Unidos expresó una condena “enérgica”. El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que “el antisemitismo no tiene cabida en este mundo” y aseguró que las oraciones de Washington están con las víctimas, la comunidad judía y el pueblo australiano.
El Departamento de Policía de Nueva York informó que está “desplegando recursos adicionales en las celebraciones públicas de Janucá y en las sinagogas, por una cuestión de extrema precaución”, en la ciudad con la mayor población judía fuera de Israel. Otras fuerzas de seguridad de algunas de las principales ciudades del país, entre ellas Los Ángeles, Miami y Dallas, también anunciaron un refuerzo de los patrullajes, aunque aclararon que no existen amenazas creíbles contra esas ciudades.
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, expresó su consternación por el atentado. “Horrorizado por el ataque terrorista antisemita de Janucá en Bondi Beach”, afirmó, y subrayó que Canadá “se solidariza con el pueblo de Australia y con las comunidades judías de todo el mundo, en el dolor y en la determinación de no ceder jamás ante el terrorismo, la violencia, el odio y la intimidación”.
El jefe de la Policía de Toronto, Myron Demkiw, señaló que su departamento incrementó la presencia y la visibilidad en las comunidades judías de la ciudad, incluyendo escuelas, lugares de culto y eventos.
En la misma línea se pronunció el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien dijo estar “horrorizado” por el “atroz” ataque y señaló que su corazón está con la comunidad judía mundial “en este primer día de Janucá, una festividad que celebra la luz venciendo a la oscuridad”.
En Europa, las reacciones se multiplicaron. El rey Carlos III de Gran Bretaña –jefe de Estado ceremonial de Australia– se declaró “consternado y profundamente entristecido” por lo que describió como un “ataque terrorista antisemita”. El primer ministro británico, Keir Starmer, envió sus condolencias y, en Londres, la policía anunció un refuerzo de la seguridad en sitios judíos.
Desde Alemania, el canciller Friedrich Merz afirmó que el ataque lo dejó “sin palabras” y lo definió como un atentado contra “los valores compartidos”, al tiempo que llamó a combatir el antisemitismo “en Alemania y en todo el mundo”.
Francia, por su parte, expresó su solidaridad a través del presidente Emmanuel Macron, quien prometió continuar la lucha “sin descanso” contra el odio antisemita.
También se pronunciaron los líderes de Italia, España, Holanda, Finlandia, Irlanda, Noruega y la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo estar “conmocionada”, mientras que la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, sostuvo que el ataque “debe ser condenado inequívocamente”.
En Asia-Pacífico, el primer ministro de Nueva Zelanda, Chris Luxon, subrayó la cercanía entre ambos países. “Australia y Nueva Zelanda no son solo amigos, somos familia”, dijo al recordar que Bondi Beach es un lugar frecuentado por ciudadanos neozelandeses.
Desde la India, Narendra Modi condenó el “horrendo ataque terrorista” y expresó su solidaridad con Australia “en esta hora de dolor”.
Las condenas también llegaron desde Medio Oriente. Irán, Qatar, Turquía, el Líbano y otros países árabes repudiaron el ataque y rechazaron el terrorismo “en todas sus formas”.
Teherán denunció el incidente “terrorista”, dijo el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmaeil Baghaei. “Condenamos el violento ataque en Sídney, Australia. El terrorismo y el asesinato de seres humanos, dondequiera que se cometan, son rechazados y condenados”, declaró Baghaei en X.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar denunció el ataque y expresó sus condolencias a las familias afectadas. “Qatar renueva su posición de condena a la violencia, el terrorismo y la criminalidad cualesquiera que sean los motivos”, afirmó el ministerio.
Mientras que la cancillería turca “condenó enérgicamente” el ataque. “Reiteramos nuestra postura de principios contra todas las formas y manifestaciones de terrorismo y nuestro compromiso con la cooperación en la lucha contra esta amenaza global”, afirmó el ministerio en un comunicado.
El presidente libanés Joseph Aoun ofreció una reflexión más amplia al señalar que la responsabilidad de estas tragedias recae tanto en los sistemas que difunden el odio y el extremismo como en los contextos de injusticia y opresión que los alimentan. En la misma línea, el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino expresó su “plena solidaridad” con Australia y reiteró su rechazo a la violencia, el terrorismo y el extremismo, subrayando que esos actos contradicen los valores humanitarios.
Agencia AP y AFP