RÍO DE JANEIRO.- Al menos seis personas murieron y 750 resultaron heridas por un tornado que arrasó una pequeña ciudad del sur de Brasil y dejó un rastro de devastación sin precedentes en la región.
El tornado volcó autos y derrumbó viviendas enteras en Rio Bonito do Iguaçu, una localidad de 14.000 habitantes ubicada en el estado de Paraná. El fenómeno meteorológico ocurrió al final de la tarde del viernes, y registró vientos de hasta 250 kilómetros por hora.
Residentes de Rio Bonito describieron un impacto súbito de un ventarrón con tormenta y granizo, y que duró apenas unos minutos. “Destruyó todo. Destruyó la ciudad, casas, colegios. ¿Qué va a ser de nosotros?”, dijo Roselei Dalcandon frente a su negocio convertido en escombros.
La mujer acababa de salir de su tienda cuando ocurrió el tornado, pero su hijo había quedado allí. “Cuando se calmó un poco, mi esposo vino corriendo. Pero él estaba bien. La tienda desapareció, pero él salió, Dios lo salvó“, dijo.
Según el último balance del gobierno de Paraná, murieron seis personas. Además, los bomberos y los servicios de salud de varios municipios cercanos atendieron hasta el momento 750 personas heridas. De ese total, nueve estaban graves y varias debieron ser operadas.
Además, una persona se encuentra desaparecida, mientras las brigadas de rescate continúan recibiendo información de familiares, lo que podría hacer que ese número aumente en las próximas horas, indicó el gobierno estatal.
Otras ciudades de Paraná y estados vecinos como Santa Catarina y Rio Grande do Sul también se vieron impactados, aunque con menor fuerza, por fuertes vientos, tormentas y granizadas, a causa de un ciclón extratropical que se desplaza por la región.
El fenómeno meteorológico ocurre en vísperas de que la ciudad brasileña de Belém (norte) inicie el lunes la COP30 sobre clima. Los expertos vincularon este evento extremo con el calentamiento del planeta.
En 2024, inundaciones inéditas golpearon la misma región sureña y dejaron más de 200 muertos y dos millones de habitantes afectados en Río Grande del Sur, una de las peores catástrofes naturales de la historia reciente del país.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva informó este sábado que un equipo de ministros y expertos en desastres se dirigen al lugar golpeado por el tornado.
“Quiero expresar mis más sentidas condolencias a todas las familias que perdieron seres queridos en el tornado (…) Y ofrecer mi solidaridad a todos los afectados», escribió el mandatario en sus redes.
Imágenes aéreas muestran decenas de casas y comercios con los techos arrancados o completamente derruidas. Las autoridades estiman que 90% de Rio Bonito sufrió destrozos. Aun no hay cifras de desplazados.
“Es un escenario de guerra”, dijo Fernando Schunig, director de Defensa Civil de Paraná. “La posibilidad de que haya más víctimas es grande. Infelizmente, ese tornado golpeó el perímetro urbano de la ciudad y cuando esos eventos ocurren en la parte urbana realmente el daño es muy grande, es muy letal», advirtió.
Brigadas de rescatistas continúan con operaciones de búsqueda de víctimas en los lugares afectados, en especial en las infraestructuras más colapsadas. El gobierno de Paraná decretó el “estado de calamidad pública” en Rio Bonito do Iguaçu, lo que va a permitir liberar recursos inmediatamente para atender la emergencia.
Las autoridades levantaron un refugio para acoger damnificados en Laranjeiras do Sul, a unos 20 km de Rio Bonito do Iguaçu. “Estamos trabajando en los planes de ayuda humanitaria, el envío de equipos y el apoyo a las acciones de reconstrucción», anunció en X el ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes.
El Instituto Nacional de Meteorología mantiene para el fin de semana una alerta de “peligro por tempestades” en Paraná, Santa Catarina y Río Grande del Sur, fronterizos con la Argentina y Uruguay.
Debido al ciclón, las ciudades de Río de Janeiro y San Pablo también incrementaron sus niveles de alerta por vientos fuertes y lluvias, y las autoridades pidieron evitar los desplazamientos.
Agencias AFP y ANSA