Los medios británicos y la clase política del Reino Unido reaccionaron este viernes a la histórica decisión del rey Carlos III de despojar a su hermano Andrés de su título de príncipe. La medida se produce en un contexto de renovado escrutinio sobre los vínculos del exmiembro de la realeza con el financista Jeffrey Epstein y las graves acusaciones en su contra.
La respuesta de la prensa fue contundente y ocupó las portadas de los principales diarios. El Daily Mirror tituló su edición de este viernes con un expresivo “¡Por fin!”. The Sun optó por la ironía y encabezó su portada con la frase “Andrés, anteriormente conocido como príncipe”. El mismo periódico señaló en su interior que Su Majestad y el príncipe Guillermo “no podían soportar que la familia real sufriera más daños”.
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La reacción no se limitó a los medios impresos. Durante la grabación de un popular programa de la BBC el jueves por la noche, el público presente estalló en aplausos espontáneos cuando se conoció la noticia. La última vez que un monarca despojó a un príncipe de su título fue en 1919, bajo el reinado de Jorge V.
El sector político también manifestó su aprobación a la drástica acción del monarca. Lisa Nandy, secretaria de Estado de Cultura, calificó la medida de inmediata como “un paso valiente, importante y justo por parte del rey”. Chris Bryant, ministro laborista, afirmó que el gobierno respaldaba la decisión real después del “abuso de confianza” por parte del príncipe Andrés.
Los líderes de los partidos de la oposición, Conservador y Liberal Demócrata, también acogieron con satisfacción el anuncio. El consenso político refleja la insostenibilidad de la situación para la Corona británica.
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La acción del rey, quien actualmente recibe tratamiento oncológico, representa una de las medidas más severas contra un miembro de la familia real en la historia moderna del Reino Unido. El objetivo principal es proteger la institución monárquica, que pierde apoyo progresivamente entre las generaciones más jóvenes del país.
El escándalo por la relación de Andrés con el financista estadounidense Jeffrey Epstein afecta a la familia real desde 2011. La principal denunciante, Virginia Giuffre, acusó al segundo hijo de Isabel II de explotación sexual, incluso en dos ocasiones cuando ella tenía 17 años. Andrés, de 65, siempre negó estas acusaciones sin lograr convencer a la opinión pública.
Virginia Roberts
A pesar de que no ejercía funciones oficiales desde 2019, las denuncias resurgieron con fuerza en los últimos días tras la publicación de las memorias póstumas de Giuffre. El 17 de octubre, Andrés anunció su renuncia al título de duque de York, pero nuevas revelaciones, como haber alojado a Epstein, Ghislaine Maxwell y Harvey Weinstein en 2006, agravaron su situación.
A pesar de los elogios generales, muchas voces señalan que la decisión llega demasiado tarde. Una fuente del Palacio de Buckingham justificó la demora con la necesidad de obtener “asesoramiento jurídico y constitucional especializado”.
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John Dimbleby, historiador y amigo del monarca, estimó este viernes en la BBC que Carlos “debe de sentir cierto alivio tras haber seguido el procedimiento adecuado”. La comentarista real Afua Hagan afirmó a la agencia Reuters que el daño ya estaba hecho por los años que tardó el Palacio en actuar. “No sé si será suficiente para recuperar el apoyo popular”, declaró.
El futuro de Andrés permanece incierto. Según su biógrafo, Andrew Lownie, el expríncipe podría enfrentar nuevos procesos judiciales. La policía de Londres investiga si Andrés solicitó a su equipo de seguridad que buscara información para desacreditar a Virginia Giuffre. Además, el grupo antimonárquico Republic anunció que explora la posibilidad de iniciar una investigación.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.