La pobreza fue de 31,6% en el primer semestre del año y registró una fuerte baja

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Por una recuperación de los ingresos y precios de las canastas que subieron por debajo de la inflación, la pobreza fue de 31,6% en el primer semestre del año y registró una fuerte baja de más de 20 puntos con relación al mismo período de 2024. Se trata de un dato que, pese a la fuerte tensión cambiaria registrada por estos días y en la previa de nuevas elecciones, podrá ser celebrado por el Gobierno.

El número fue publicado esta tarde por la Encuesta Permanente de Hogares del Indec (EPH) del Indec. En el mismo período de 2024, ese número oficial llegaba a 52,9%. Se trató entonces del primer dato de la gestión Milei influido por la devaluación de diciembre y la normalización de los precios relativos, pero también afectado por la aceleración de la inflación que dejaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Una de las primeras reacciones del Gobierno frente al número difundido por el Indec fue la del vocero presidencial Manuel Adorni. “No era emitiendo, no era hostigando al sector privado, no era aislándonos del mundo. El populismo empobrece, siempre”, publicó en redes sociales.

“Estas cifras implican una reducción significativa”, analizó el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. Se trata de una baja del indicador de pobreza de 21,3 puntos porcentuales en un año.

Según cálculos de los analistas que siguen las estadísticas socioeconómicas, la cifra que se conoció este jueves equivale a 15 millones de personas bajo la línea de la pobreza, siempre teniendo en cuenta el porcentaje relevado en 31 aglomerados proyectado a todo el país. En esas zonas, el informe del Indec calculó que viven 9,5 millones de personas pobres.

Al considerar que al cierre del primer semestre de 2024 los analistas calcularon que en la Argentina había casi 25 millones de pobres, al cabo de un año, una cantidad cercana a las 10 millones de personas salieron de esa condición.

El cuarto kirchnerismo había dejado la pobreza en 41,7% -unos 19,5 millones de pobres en todo el territorio argentino- en el marco de la suba de los precios más alta en más de tres décadas (que extendió sus secuelas hasta el primer semestre de 2024) y en un contexto en el que se extendía la figura del “trabajador pobre”.

La cifra de 31,6% de pobreza que midió el Indec para el primer semestre de 2025 se asemeja a la estadística relevada en el segundo semestre de 2018, cuando marcó 32% al cierre del tercer año del mandato de Mauricio Macri. Sin embargo, para el economista Jorge Colina, “hay que compararlo con 2017″.

Según Colina, “el PBI en la primera mitad del 2025 está alcanzando un nivel similar al que había en el 2017″. Como consecuencia de un crecimiento poblacional, el PBI per cápita sería más chico, a su juicio. Por eso, a misma cantidad de bienes y servicios hay más pobres que en aquel entonces cuando el indicador llegó a marcar 25,7%. Este análisis se vincula directamente con la variable de crecimiento económico, que depende del nivel de actividad.

En un marco en el que la Asignación Universal por Hijo (AUH) se mantuvo en niveles similares a la inflación, la indigencia también se redujo. Marcó 6,9% en el primer semestre del año. En 2024 había legado a 18,1%, mientras que al cierre de 2023 estaba en 8,7%.

La cantidad de chicos de 0 a 14 años que estaban en la pobreza en el primer semestre de este año llegó a 45,4% (fueron 51,9% en el primer semestre del año pasado). Esto implica que, en la actualidad, hay casi 5 millones de niños pobres en el territorio argentino.

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA le puso contexto a estas mejoras en los indicadores socioeconómicos: “un proceso de estabilización macroeconómica caracterizado por la desaceleración de la inflación y por un menor incremento en los precios de los bienes que integran las canastas básicas de consumo en comparación con el índice general”.

En este sentido, la inflación acumulada en el primer semestre de 2025 marcó 15,1%. El mismo indicador de idéntico período de 2024 había redondeado 79,8%.

Esta comparación observada en la evolución del Índice de Precios al Consumidor también puede realizarse con la fluctuación de la canasta básica total, cuyo valor monetario fija el nivel de ingresos mínimo que se necesita para no ser pobre.

De hecho, la canasta básica total acumuló un aumento del 10,1% en el primer semestre de 2025. Es decir, se ubicó por debajo de la inflación general que mide el Indec. En el mismo período del año pasado, esa cifra había sido del 76,1%.

A su vez, la canasta básica alimentaria, que representa el nivel de ingresos necesarios para no caer en la indigencia, experimentó un comportamiento similar. Durante el primer semestre de este año acumuló un alza del 12,6%. En el de 2024 ese número fue del 63,4%.

“Este cambio en los precios relativos alivió el gasto de los hogares más vulnerables y favoreció una recuperación estadísticamente verificable en los indicadores de ingresos y pobreza frente a la crítica situación de finales de 2023 y comienzos de 2024″, sostuvo el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.

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