Los tres factores que están revolucionando a la maquinaria agrícola a nivel global

1

La mecanización agrícola y la digitalización serán cada vez más importantes en los próximos años a nivel global en un contexto de aumento de la demanda mundial de alimentos y de los riesgos climáticos.

Esa es una de las conclusiones más relevantes que dejó el Agrievolution Summit, que se realizó recientemente en Buenos Aires, organizado por la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), con el impulso de Expoagro.

Al respecto, en el panel de sobre el Futuro de la Mecanización Agrícola y la Tecnología de la Agricultura de Precisión expusieron referentes clave de la actividad como Andrew Olliver, presidente de la AEF (Fundación de Industrias Electrónicas en Agricultura) y gerente global de Productos de Tecnología Precisa de CNH (Case New Holland; Sergio Fernández, presidente de John Deere Argentina; Austin Gellings, director senior de la Asociación de Fabricantes de Equipos de EE. UU (AEM) y Hernán Ferrari. Coordinador del Grupo de Mecanización Agrícola de INTA.

El panel de expertos del Agrievolution Summit: Hernán Ferrari, coordinador del Grupo de Mecanización Agrícola de INTA; Austin Gellings, director senior de la Asociación de Fabricantes de Equipos de EE. UU (AEM); Sergio Fernández, presidente de John Deere Argentina, y Andrew Olliver, presidente de la AEF (Fundación de Industrias Electrónicas en Agricultura) y gerente global de Productos de Tecnología Precisa de CNH (Case New Holland

Oliver se refirió a los estándares de comunicación, interoperabilidad y digitalización. Enfatizó la importancia de utilizar protocolos estandarizados como Isobus para garantizar la interoperabilidad entre maquinaria agrícola de diferentes marcas. Expresó que solo el 17% del parque de tractores argentino está preparado para Isobus, mientras que Brasil alcanza un 23%, lo que retrasa la implementación de tecnologías colaborativas en campo.

También indicó que la AEF trabaja con fabricantes y asociaciones globales para democratizar el acceso a la digitalización, incluso en países con limitaciones estructurales. Y subrayó: “La conectividad entre implementos y tractores ya no es una opción: es una necesidad para hacer eficiente el ciclo de producción”. Al respecto, advirtió que “sin interoperabilidad, la inteligencia artificial y el Big Data pierden valor porque no hay flujo ni calidad de datos”.

Andrew Olliver, presidente de la AEF (Fundación de Industrias Electrónicas en Agricultura) y gerente global de Productos de Tecnología Precisa de CNH (Case New Holland)

Según el especialista, el propósito es que toda la tecnología existente pueda utilizarse de manera abierta, sin importar la marca o el modelo de máquina que el agricultor posea. Además, que “esta tecnología sea amigable para el usuario y que los datos para conectar la flota estén disponibles en todo momento”, sostuvo y precisó: “Lograr la comunicación entre máquinas e implementos para la obtención de datos, ocupa el centro de la escena en la actualidad”. Lo que se verá en un futuro de mediano plazo, son “flotas autónomas a las que habrá que alimentar con prescripciones y podrán realizar el trabajo con la menor intervención humana posible”, anticipó.

“No se trata solo de que las máquinas trabajen bien, sino de que hablen el mismo idioma”, finalizó.

En tanto, Fernández se preguntó si “haya recursos suficientes para alcanzar un aumento del 50% de la producción agrícola para 2050″.

El directivo hizo hincapié en que ante cada salto tecnológico lo más importante es generar confianza en el agricultor. “A lo largo de la historia, tenemos muchos ejemplos de la introducción de tecnología que requirió generar confianza en los agricultores”, recordó. Fernández presentó el modelo de agricultura digital conectada, con sensores, conectividad, procesamiento de datos en tiempo real e inteligencia artificial (IA).

Sergio Fernández, presidente de John Deere Argentina

En esta línea, señaló: “Con la IA y la automatización, la tecnología ahora toma decisiones y actúa en su nombre y hoy, con la autonomía, los agricultores necesitan confiar en que el tractor hará el trabajo por ellos”

Fernández se refirió a la gestión remota, las órdenes de trabajo, el procesamiento de los datos y el rol central de la conectividad. “Las plataformas operativas abiertas permiten integrar máquinas de cualquier fabricante, generando prescripciones agronómicas por ambiente: máquinas integradas y conectadas que producen datos para tomar las mejores decisiones agronómicas y comerciales”, dijo.

Explicó que ya hay cosechadoras con sensores que, cada tres minutos, reconfiguran automáticamente parámetros de corte, trilla y limpieza para mantener calidad de grano y rendimiento. Y las nuevas pulverizadoras inteligentes ya detectan malezas de seis milímetros a 20 km/h, permitiendo un ahorro del 70% de fitosanitarios. También habló de tractores autónomos con cámaras 360°, que pueden operar 24/7 sin conductor y ser hasta un 30% más eficientes que los convencionales.

Compartió su visión del nuevo modelo de negocios con ventas de servicios por suscripción y sistemas integrados de soporte técnico continuo y un espacio colaborativo entre clientes, empresas, universidades, startups y gobierno.

“La digitalización nos permite tomar decisiones planta por planta, surco por surco. Ya no gestionamos lotes, gestionamos plantas”, subrayó.

A su vez, Gellings, hizo referencia al estudio sobre “Beneficios de la Agricultura de Precisión en Estados Unidos” que cuantifica la eficiencia en las explotaciones agrícolas mediante el uso de tecnologías de agricultura de precisión en los EE.UU..

Además, cuantificó el impacto de cinco tecnologías clave: guiado automático, control por secciones, aplicación variable, telemetría y sistemas de riego inteligentes.

Austin Gellings, director senior de la Asociación de Fabricantes de Equipos de EE. UU (AEM)

Según señaló, los resultados para Estados Unidos, son contundentes: un aumento del 5% en la producción anual de cultivos (y hasta +6% con adopción total); reducción de fertilizante aplicado entre 1500 y 2300 millones de litros al año, con posibilidad de triplicarlo; ahorro del 15% en herbicidas, alcanzando hasta el 55% con pulverización selectiva; disminución del 7% en el uso de combustible, con potencial del 14% y finalmente: ahorro de agua equivalente a 824.000 piletas olímpicas con eficiencia de riego.

En dólares, estas tecnologías permiten ahorrar a un productor de poco más de 400 ha entre US$66.000 y US$120.000 al año, dependiendo de la combinación utilizada.

Austin cerró con una frase clave: “La robótica no reemplaza al humano, reemplaza tareas. La inteligencia artificial necesita al productor para tomar decisiones más inteligentes.”

Ferrari destacó que hay consenso de que la única forma de lograr seguridad alimentaria sostenible es mediante agricultura inteligente, conectada, autónoma y colaborativa.

“El rol de la interoperabilidad ya no es una opción, sino el piso mínimo para que la IA pueda trabajar con datos reales, actualizados y útiles”, dijo.

Para Ferrari, el fabricante cambia radicalmente, de vender equipos a gestionar datos y ofrecer servicios inteligentes en red. “Sumado a esto, hay una reconfiguración del modelo de contratistas, que deberán incorporar soluciones digitales, IA, plataformas compartidas y sistemas predictivos”, sostuvo. Además, consideró que “las políticas públicas deben fomentar la transición tecnológica, capacitar recursos humanos y evitar la fractura digital en zonas rurales”.

La entrada Los tres factores que están revolucionando a la maquinaria agrícola a nivel global se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.