Rubio viajó a Israel para garantizar el “apoyo inquebrantable” de EE.UU. y los líderes árabes se reunieron en Qatar

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JERSUALÉN.- En medio de una creciente internacional, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, viajó este lunes a Israel para garantizar el “apoyo inquebrantable” de Estados Unidos al país en la guerra en Gaza y subrayar que la única salida posible al conflicto es la eliminación total del grupo terrorista Hamas y la liberación de los rehenes israelíes.

Las declaraciones tuvieron lugar durante su visita oficial a Jerusalén, donde se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu.

Rubio afirmó que “el pueblo de Gaza merece un futuro mejor, pero ese futuro no puede comenzar hasta que Hamas sea eliminado”. Netanyahu, por su parte, elogió el respaldo de Washington y calificó al presidente Donald Trump como “el mayor amigo que Israel ha tenido en la Casa Blanca”. Según ambos dirigentes, la destrucción del grupo islamista es una condición indispensable para alcanzar la paz en la región.

El funcionario norteamericano también criticó duramente a aliados de Washington, como Gran Bretaña y Francia, por sus intenciones de reconocer un Estado palestino, lo que –según dijo– ha “envalentonado” a Hamas. “Son gestos simbólicos que no acercan a la paz. El único efecto real que tienen es fortalecer la audacia de Hamas”, remarcó Rubio, que insistió en que la administración Trump quiere “terminar la guerra”, lo que supone tanto la liberación de los cautivos como el fin de la amenaza del grupo armado.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el presidente israelí, Isaac Herzog, se reúnen en la residencia presidencial de Beit Hanassi, durante la visita de Rubio, en Jerusalén, el lunes 15 de septiembre de 2025Nathan Howard – Pool Reuters

El trasfondo de la visita también está marcado por el inminente debate en la Asamblea General de la ONU, donde varios países europeos y Canadá se preparan para reconocer un Estado palestino. Netanyahu y Rubio se manifestaron en contra, al considerar que esa decisión entorpece los esfuerzos de paz.

“En realidad, sirvió como un impedimento para la paz”, insistió el secretario de Estado, quien acusó a esos países de actuar movidos por intereses políticos internos más que por un compromiso real con la solución de dos Estados.

El saludo de Rubio con NetanyahuGOBIERNO DE ISRAEL – GOBIERNO DE ISRAEL

La visita de Rubio incluyó gestos de fuerte carga simbólica. Acompañado por Netanyahu, recorrió el Muro de los Lamentos y proclamó que Jerusalén es la “capital eterna” de Israel, una postura que históricamente evitaban los dirigentes estadounidenses hasta que Trump decidió trasladar la embajada a la ciudad en 2018.

Más tarde, el secretario de Estado asistió a la inauguración de un túnel para peregrinos en el barrio palestino de Silwan, un proyecto rechazado por los residentes que temen el colapso de sus viviendas. “En lugar de alinearse con el derecho internacional, Estados Unidos sigue el camino de los extremistas e ignora nuestra historia”, denunció Fajri Abu Diab, vocero de la comunidad local.

El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, su esposa Jeanette Dousdebes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su esposa Sara Netanyahu, junto a él, el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, a la derecha, y su esposa Janet Huckabee visitan los túneles del Muro Occidental, en la Ciudad Vieja de JerusalénNathan Howard – Pool Reuters

La visita del secretario de Estado se produce pocos días después de que Israel bombardeara en Doha un edificio donde se encontraban dirigentes de Hamas que evaluaban una propuesta de alto el fuego presentada por Washington. El ataque, que dejó al menos seis muertos, enfureció a Qatar y sorprendió a la administración Trump, que no fue informada con antelación.

El episodio complicó las negociaciones de tregua y puso en riesgo el papel de Qatar como mediador, justo cuando el emirato se preparaba para ser anfitrión de una cumbre de emergencia de la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica. Reunidos en Doha, líderes de casi 60 países árabes y musulmanes denunciaron la “brutal agresión israelí” en suelo qatarí y advirtieron que el ataque amenaza la normalización de relaciones con Israel, incluidos acuerdos ya vigentes.

La reunión, convocada de urgencia, buscó mostrar una posición unificada frente a Israel y enviar una señal clara a Estados Unidos sobre el riesgo de que sus aliados árabes revisen sus vínculos si continúan los ataques fuera de Gaza. El borrador de la declaración final, al que tuvo acceso la agencia AFP, plantea advertir que la ofensiva israelí en Qatar “pone en riesgo las relaciones existentes y futuras con el mundo árabe e islámico”.

En la capital qatarí se congregaron mandatarios como el presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa; el libanés Joseph Aoun; el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, y el egipcio Abdul Fatah al- Sisi.

El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani (3º por la izq.), da la bienvenida a los líderes del Golfo antes de la cumbre de emergencia árabe-islámica tras el ataque aéreo de Israel contra los líderes de Hamas la semana pasada– – SPA

La asistencia del presidente iraní, Masoud Pezeshkian, generó especial atención, dado que Teherán había atacado meses atrás la base aérea estadounidense de Al Udeid en Qatar, tras los bombardeos de Washington contra instalaciones nucleares iraníes. Pese a ese antecedente, Irán llegó a la cumbre con un discurso de unidad: “Este régimen [Israel] ha atacado a muchos países islámicos y lo sigue haciendo con apoyo occidental. La respuesta debe ser común”, dijo Pezeshkian.

El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, fue aún más explícito en redes sociales: “Irán está con Qatar y con todos los hermanos musulmanes frente al flagelo que aterroriza a la región”. La recepción con honores a la delegación iraní en Doha fue interpretada por analistas como una señal de que Qatar intenta reequilibrar su papel, manteniendo su función de mediador pero acercándose a posiciones más críticas hacia Israel tras el bombardeo.

Si bien la cumbre no cuenta con mecanismos concretos para frenar la ofensiva israelí, sí busca reforzar la presión diplomática en foros internacionales como la ONU y advertir sobre posibles medidas de represalia en el terreno económico o energético. Funcionarios árabes consultados señalaron que uno de los puntos de debate fue la posibilidad de revisar los acuerdos de normalización con Israel, especialmente los surgidos de los Acuerdos de Abraham.

Rubio, que tiene previsto viajar a Qatar el martes, enfrenta así un escenario en el que Estados Unidos debe convencer a sus socios de que el emirato siga siendo un mediador confiable, pese a que el propio Netanyahu advirtió que Israel no descarta atacar nuevamente a dirigentes de Hamas en territorio Qatarí.

Mientras se desarrollaba esta actividad diplomática, Israel intensificó el lunes su ofensiva sobre la ciudad de Gaza, considerada el último bastión de Hamas. Ataques aéreos destruyeron varios edificios altos y dejaron al menos 29 muertos en las últimas 24 horas, incluidos niños, según funcionarios del hospital Shifa.

El ejército israelí sostiene que el grupo islamista utiliza esos inmuebles como centros de vigilancia y mando. “Mientras ellos estén presentes, no habrá paz en esta región porque no son agentes de paz, son agentes de barbarie”, afirmó Rubio.

Netanyahu no mostró señales de modificar la estrategia militar pese a la creciente presión internacional y a las críticas por el costo humanitario de la ofensiva.

De acuerdo con el Ministerio de Salud administrado por Hamas en Gaza, más de 64.900 personas murieron desde el inicio de la campaña israelí, la mayoría civiles. La ONU considera sus cifras como la estimación más confiable, aunque Israel las disputa.

Agencias AFP, AP y Reuters