Vender un auto en Texas, Estados Unidos, conlleva varias cuestiones legales más allá de una simple transacción y el traslado del título del vehículo. No solo es importante para aquellos que van a entregarlo, sino también para quienes adquieran un nuevo automóvil en el Estado de la Estrella Solitaria. En caso de no cumplir con ciertos pasos obligatorios, los propietarios pueden enfrentar multas, responsabilidades por infracciones ajenas y problemas con el registro oficial.
La ley de Texas, compartida por el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV, por sus siglas en inglés), exige que el comprador titule el vehículo a su nombre en un plazo de 30 días a partir de la fecha de venta. En caso de no hacerlo, podría estar incurriendo en una infracción y sería multado.
Para evitar que esto le suceda, desde DMV recomiendan acompañar al comprador a la oficina de impuestos de su condado para que se presente la solicitud de título de propiedad del vehículo y se transfiera a su nombre en el momento.
Uno de los grandes problemas es que, si no se presenta la notificación dentro de los 30 días posteriores a la transferencia, el vendedor sigue siendo responsable.
En caso de realizar esta operación con un concesionario, este no está obligado a titular el rodado a su nombre de inmediato. Esto se debe a que el vehículo permanecerá a su nombre hasta que el dealer lo venda a un individuo final. Por eso se recomienda presentar una notificación de transferencia de vehículos, que le permitirá saber cuando se concrete el traspaso.
Documentación que se debe entregar
Protección Post-Venta
La inspección vehicular en Texas es otro requisito anual obligatorio para todos los automóviles, crucial para garantizar la seguridad vial y el cuidado del medio ambiente.
Este proceso, conocido como Vehicle Inspection, verifica que elementos importantes como frenos, luces, neumáticos, sistema de escape y emisiones contaminantes cumplan con los estándares estatales.
Realizar la revisión en estaciones certificadas no solo evita multas por circular con la inspección vencida, sino que también contribuye a identificar posibles fallas mecánicas a tiempo, protegiendo la seguridad del automovilista y la de todos los ciudadanos en la carretera.
Por último, es fundamental presentar el certificado de inspección vigente al realizar la renovación anual del registro.