La desafiante visita del secretario de Guerra de Trump al mayor buque de EE.UU. desplegado cerca de Venezuela

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WASHINGTON.- Solo un día después de que el presidente Donald Trump advirtiera que considera distintas opciones militares para atacar a los carteles del narcotráfico que operan en Venezuela, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, viajó este lunes por sorpresa a Puerto Rico, un Estado libre asociado en el que Estados Unidos ordenó el despliegue de diez cazas F-35 como parte de su plan de operaciones antidroga en el Caribe.

En su visita, que se produce seis días después de que las fuerzas norteamericanas atacaran una embarcación narco del grupo venezolano Tren de Aragua, Hegseth estuvo acompañado por por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, el oficial militar con más alto rango del país, lo que alimentó las versiones de que la Casa Blanca usaría a la isla como plataforma para sus vuelos militares en plena escalada con el régimen venezolano de Nicolás Maduro.

Ambos funcionarios fueron recibidos al pie del avión por la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González-Colón, del Partido Republicano.

“Agradecemos a Trump por reconocer la importancia estratégica de Puerto Rico para la seguridad nacional de Estados Unidos y por su lucha contra los carteles de la droga y el narcodictador Maduro“, escribió en la red social X.

Luego, Hegseth se trasladó al USS Iwo Jima, el mayor buque de asalto anfibio de la Marina norteamericana desplegado en el Caribe Sur. La visita del secretario de Guerra norteamericano generó además algunas protestas en Puerto Rico.

Mientras que altos funcionarios del gobierno han dejado abierta la posibilidad de más ataques en aguas del mar Caribe, el propio Trump respondió a un periodista este domingo que “ya se enterarán”, al ser consultado sobre si Estados Unidos considera atacar a los carteles dentro de territorio de Venezuela.

El presidente también prometió el viernes derribar aviones militares venezolanos si representaran un peligro para las fuerzas estadounidenses.

Una manifestante en una protesta afuera de la Base Aérea de la Guardia Nacional Muñiz en Carolina, Puerto Rico, el 7 de septiembre del 2025. Alejandro Granadillo – AP

El vicepresidente JD Vance había afirmado el sábado que “matar a miembros de carteles que envenenan a nuestros conciudadanos es el mejor y más elevado uso de nuestras Fuerzas Armadas”.

La orden de Washington para enviar a Puerto Rico a diez caza F-35 como parte de sus operativos en la región había sido revelada por dos funcionarios bajo condición de anonimato. Se espera que los aviones lleguen a su destino en la isla sobre el final de esta semana.

El gobierno de Trump mantuvo un estricto control sobre la información de sus planes y no reveló con antelación que Hegseth y otros funcionarios, incluido Caine, viajarían a Puerto Rico. Normalmente, esta información se oculta cuando un alto funcionario del gobierno viaja a un lugar peligroso, como una zona de guerra, señaló The Washington Post.

El Ejército estadounidense ha desplegado por lo menos ocho buques de guerra en el Caribe, una concentración de fuerzas de combate sumamente inusual en un lugar donde Estados Unidos rara vez aumenta sus tropas, según los expertos militares. Las autoridades describieron la iniciativa como una “operación antinarcóticos reforzada”.

11 muertos en el ataque de Estados Unidos contra un barco procedente de Venezuela

El ataque al barco del Tren de Aragua, que según Estados Unidos estaba cargado de drogas, fue la primera acción militar concreta en la zona. Hubo 11 terroristas muertos, según el anuncio de Trump.

El gobierno norteamericano acusa a Maduro de encabezar el Cartel de los Soles, acusado por tráfico de drogas, y hace poco duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del líder chavista.

Desde el 31 de agosto, la 22a unidad expedicionaria de la Infantería de Marina desarrolla ejercicios militares aéreos y anfibios en los alrededores de Puerto Rico, para lo que ha vuelto a utilizar las pistas aéreas de la antigua base naval Roosevelt Roads, en Ceiba, y la base Ramey, ahora bajo el control de la Guardia Costera estadounidense, reportó el diario puertorriqueño El Nuevo Día.

Además usaron la base Muñiz de la Guardia Nacional de Puerto Rico y tropas han desembarcado en el balneario público del municipio de Arroyo. En el pasado, el Pentágono utilizó Roosevelt Roads como parte de su plataforma para las invasiones de Panamá (1989) y Granada (1983).

El viaje de Hegseth a Puerto Rico coincide con los esfuerzos en el Capitolio por escrutar las ambiciones militares de Trump en América Latina, que además ha generado divisiones de posturas en los gobiernos de la región.

Legisladores demócratas y otros críticos del gobierno cuestionaron la legalidad del ataque de la semana pasada contra la embarcación del Tren de Aragua, considerado por Estados Unidos como una organización terrorista. Vance, Hegseth y otros altos funcionarios norteamericanos desestimaron las críticas, y justificaron el ataque y el despliegue militar en el Caribe como una respuesta justa a las muertes de estadounidenses a causa del narcotráfico.

Aunque inicialmente el Pentágono informó que los ejercicios de la Infantería de Marina en Puerto Rico eran rutinarios, el incremento de la presencia militar en la isla fue vinculado a la demostración de fuerza que lleva a cabo la Casa Blanca en aguas cercanas de Venezuela.

Maduro afirmó que la Casa Blanca “se inventa un relato” sobre la presencia del narcotráfico en Venezuela para intentar quedarse con los recursos naturales del país, y denunció que tiene la intención de apoderarse del petróleo venezolano.