Inglaterra: un cirujano se hizo las piernas amputar para cobrar un seguro de US$590.000

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Un cirujano fue encarcelado este viernes en Inglaterra luego de que se descubriera que se hizo amputar ambas piernas para cobrar un seguro de US$590.000. El médico, identificado como Neil Hopper, congeló sus piernas hasta que la amputación fuera la única opción para salvarle la vida. Le mintió a las aseguradoras al afirmar que, en realidad, debieron cortarlas por una infección.

En mayo de 2019, Hopper sufrió dos amputaciones por debajo de la rodilla luego de una “enfermedad misteriosa” y tras quejarse de un dolor en los pies. Cuando recurrió a los médicos, no les comentó los motivos reales detrás de sus lesiones y fue tratado por sospecha de sepsis. Finalmente, los cirujanos le informaron que debían recurrir a la amputación, según publicó BBC News.

Fue sentenciado a dos años y ocho meses de prisiónInstagram

El fiscal del juicio que se llevó adelante, Nicholas Lee, declaró que el hombre usó hielo y hielo seco para que el congelamiento llevara a la amputación. Sin embargo, en diálogo con las aseguradoras, sostuvo que las lesiones en sus piernas fueron resultado de una sepsis, y no una herida autoinfligida. Los reclamos de fraude de seguros presentadas por dos empresas ascendieron a más de 466.000 euros.

De acuerdo al mismo medio británico, el motivo por el cual se desmoronó su plan se debió a que poseía videos de pornografía extrema que mostraban que tenía un “interés sexual por la amputación”, explicó el fiscal. Hopper fue identificado a través de una investigación que se estaba realizando sobre Marius Gustavson, un criminal que se hacía llamar “el creador de eunucos” y mutilaba a clientes que pagaban por sus servicios y lo transmitía en internet. Fue condenado a cadena perpetua con una pena mínima de 22 años.

Hopper compró videos de las mutilaciones por 10 y 35 euros respectivamente, donde se mostraban a hombres a los que se les extirpaban los genitales voluntariamente. La jueza determinó que el nivel de daño en las grabaciones era “extremadamente alto”. También intercambió alrededor de 1500 mensajes con Gustavson sobre sus propias amputaciones y cómo la había hecho, lo que incluía preguntas sobre la cantidad de hielo seco que utilizaba.

El cirujano trabajaba en el hospital desde 2013

El fiscal aseguró que Hopper se vio tentado por la “codicia” y que por ello recurrió a las aseguradoras: le había enviado un mensaje a un amigo sobre las acusaciones, diciéndole que debería “sacarle el jugo” y también que disfrutaba el interés de los medios en su caso.

Hopper sufría de dismorfia corporal desde su infancia y sus pies eran para él un “extra indeseable” y una “molestia persistente y sin fin”.

Tras las amputaciones, Hopper estuvo seis meses sin trabajar. Luego volvió al Royal Cornwall Hospitals NHS Trust (RCHT), donde trabajaba desde 2013, con piernas prostéticas. Fue arrestado en marzo de 2023 y le suspendieron su licencia médica desde diciembre de ese año.

En el juicio, el cirujano dijo que no se arrepentía de las operaciones, pero sí lamentaba profundamente la deshonestidad sobre su causa. Después de las amputaciones, Hopper se sintió “totalmente abrumado por el apoyo de amigos y familiares, lo que hizo aún más difícil contarles lo que realmente había sucedido”.

Hopper con una remera que incluye la expresión «deja de tomarme el pelo» cuya traducción literal del inglés es «deja de tirarme de la pierna que se me va a salir»Instagram

El caso conmocionó no solo a la comunidad, sino también a antiguos pacientes de Hopper que fueron sometidos a amputaciones. El subjefe de policía Jim Pearce declaró tras el caso que la Policía de Devon y Cornwall había colaborado estrechamente con la fundación y que, durante la investigación policial actual, ninguno de los cargos penales estaba relacionado con la conducta profesional de Hopper, sin que se identificara ningún riesgo para los pacientes que atendía en su trabajo en el hospital.

Sin embargo, varios antiguos pacientes se pusieron en contacto con un bufete de abogados especializado en negligencia médica por su preocupación en relación con el trato que sufrieron del cirujano.

Un portavoz del Royal Cornwall Hospitals Trust declaró tras el caso que las condenas no estaban relacionadas con la “conducta profesional” de Hopper en sus hospitales. El fideicomiso había llevado a cabo “revisiones clínicas exhaustivas de la cirugía”, “incluyendo la contratación de un experto clínico independiente con experiencia para revisar las decisiones de operar”.