La llegada de una tormenta solar “caníbal” a la Tierra y su combinación con el campo magnético dio origen a un espectáculo de auroras boreales en zonas inesperadas del hemisferio norte, como Nueva York.
El show de luces en el cielo pudo observarse entre el lunes 1° y el miércoles 3 de septiembre y deslumbró tanto a residentes como a turistas que se encontraban ocasionalmente en esos lugares.
El fenómeno había sido anticipado por el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). De acuerdo a las proyecciones, el episodio provocaría auroras en una latitud más al sur de lo habitual.
En ese contexto, millones de personas en el norte de Estados Unidos pudieron presenciar estas luces durante la celebración del Día del Trabajo.
Las auroras boreales, también llamadas “luces del norte” son un fenómeno lumínico en el cielo nocturno, provocado por la colisión de partículas cargadas del viento solar con gases de la atmósfera terrestre, principalmente oxígeno y nitrógeno.
Dichas partículas, al ser guiadas por el campo magnético de la Tierra, excitan los átomos y moléculas, haciendo que emitan luz de colores como verde, rojo, azul o rosa.
Este espectáculo natural se observa en regiones cercanas al Círculo Polar Ártico, como Islandia, Noruega y Alaska, durante las noches oscuras.