SAN FRANCISCO.- Un juez federal norteamericano ordenó el martes una profunda reestructuración del motor de búsqueda de Google, que implica que el gigante tecnológico debe compartir sus resultados de búsqueda y ciertos datos con sus rivales para abrir la competencia en las búsquedas en línea, en un esfuerzo por reparar los efectos de un monopolio ilegal. No obstante, el tribunal rechazó la solicitud del gobierno de Estados Unidos de dividir la compañía y obligarla a vender su navegador web Chrome y su sistema operativo Android.
El fallo de 226 páginas, emitido por el juez de distrito Amit Mehta en Washington, puso fin a un caso de varios años, “Estados Unidos et al. versus Google”, que el Departamento de Justicia norteamericano y un grupo de estados presentaron en 2020. El departamento sostuvo que el motor de búsqueda de Google, que genera miles de millones en ganancias anuales, realizaba cerca del 90 por ciento de las búsquedas en la web, una cifra que la compañía disputó.
La decisión sobre cómo remediar un monopolio —la primera de este tipo en la era moderna de internet— constituye el intento más significativo de equilibrar el terreno tecnológico desde el fallo antimonopolio contra Microsoft hace más de 20 años. Sin embargo, aunque impuso algunas restricciones, el juez no llegó a prohibir los acuerdos multimillonarios que Google ha estado realizando durante años para asegurar que su motor de búsqueda sea el predeterminado en teléfonos inteligentes, computadoras personales y otros dispositivos, uno de los puntos centrales del caso.
La empresa tecnológica gasta miles de millones cada año para ser el motor de búsqueda predeterminado en navegadores como Safari de Apple y Firefox de Mozilla. Google pagó 26.300 millones de dólares por esos acuerdos en 2021, según pruebas presentadas en el tribunal.
Eso creó un ciclo que benefició a Google, argumentó el gobierno durante un juicio de 10 semanas en 2023. La ubicación privilegiada significaba que más personas usaban Google, lo que le daba más datos para mejorar su motor de búsqueda frente a la competencia. Esa ventaja le permitió atraer a más usuarios y marginar aún más a sus rivales.
Google planea apelar, por lo que podrían pasar años antes de que la empresa tenga que actuar en relación con la sentencia.
El fallo conservador supone un revés para el objetivo del gobierno norteamericano de desafiar el dominio de las mayores compañías tecnológicas. Bajo las administraciones de Biden y Trump, el gobierno federal acusó a Google, Apple, Amazon y Meta de conductas anticompetitivas destinadas a monopolizar ilegalmente partes de internet.
Este fallo se produce en un momento en que la inteligencia artificial (IA) generativa amenaza con reemplazar a los motores de búsqueda tradicionales. Start-ups de IA, como OpenAI, Anthropic y Perplexity, han desarrollado chatbots con capacidad humana para responder consultas, resumir grandes cantidades de información e incluso planificar un viaje con sugerencias paso a paso.
Google ya ha incorporado sus propias respuestas de IA en la parte superior de sus resultados de búsqueda y añadió una pestaña en la página de resultados donde los usuarios pueden conversar con un chatbot sobre su consulta.
“Es el caso antimonopolio más importante del siglo XXI”, dijo Bill Baer, quien fue subsecretario de Justicia para Antimonopolio durante la administración del expresidente Barack Obama. “Y, por supuesto, la batalla no ha terminado, porque habrá apelaciones tras apelaciones”.
La decisión del juez Mehta en este caso, que es la primera demanda gubernamental por monopolio contra un gigante tecnológico moderno que avanza desde la presentación hasta la aplicación de medidas correctivas, probablemente marcará la pauta a medida que los tribunales consideren otros casos antimonopolio que acusan a grandes compañías tecnológicas de abusar de su poder, especialmente contra Google.
En abril, un juez federal en el estado de Virginia determinó que Google tenía un monopolio sobre ciertos tipos de tecnología publicitaria, el sistema de software que los anunciantes usan para colocar anuncios en sitios web. El gobierno busca que el tribunal obligue a Google a escindir parte de ese sistema. Google sostiene que solo debería ser obligada a cambiar políticas internas que afianzaron su dominio. El juez de ese caso considerará las medidas correctivas en una audiencia de dos semanas en septiembre.
Google enfrenta una segunda demanda antimonopolio sobre su negocio de tecnología publicitaria en Texas. Esta acusa a la compañía de mantener su dominio a expensas de los medios de comunicación que venden espacios publicitarios usando sus productos. El caso, iniciado en 2020 por un grupo de estados, fue recientemente aplazado hasta después de que el juez de Virginia decida cómo proceder.
Meta, que posee Facebook, Instagram y WhatsApp, enfrentará un fallo de un juez este año como parte de una demanda de la Comisión Federal de Comercio (FTC) por alegaciones de que la empresa eliminó a sus competidores emergentes. La demanda de la FTC contra Amazon está programada para ir a juicio en 2027. El Departamento de Justicia también ha demandado a Apple, alegando que la compañía dificulta que los consumidores dejen sus dispositivos.
“Una opinión bien fundamentada, realmente la primera que involucra un desafío gubernamental a una plataforma tecnológica, podría proporcionar ciertos límites sobre cómo un tribunal puede remediar el mal comportamiento de un monopolista en el sector tecnológico”, dijo Baer.
Agencias AP, AFP, Reuters y diario The New York Times